El Paraíso no es un lugar sino un “estado”
Tras su breve pero intenso viaje apostólico a Estrasburgo, el Papa Francisco celebró ayer su tradicional audiencia general en la Plaza de San Pedro, ante la presencia de varios miles de fieles y peregrinos procedentes de numerosos países, deseosos de escuchar su catequesis y de recibir su bendición apostólica.
En su catequesis el Santo Padre se refirió a la Iglesia que peregrina hacia el Reino, explicando que, como afirma el Concilio Vaticano II, la Iglesia no es una realidad estática, sino que camina continuamente en la historia hacia la meta última y maravillosa que es el Reino de los Cielos.
El Papa dijo que en este camino es hermoso percibir la comunión entre la Iglesia celestial, que nos sostiene con su intercesión, y nosotros, que en la Eucaristía estamos invitados a ofrecer oraciones por las almas que se encuentran a la espera de la felicidad eterna.
También afirmó que aunque ignoramos el tiempo en el que llegará el fin de todo lo creado, sabemos por la Revelación que Dios nos prepara una nueva tierra, donde habitará la justicia y la felicidad saciará de manera sobreabundante los deseos del corazón del hombre, lo que constituye el “Paraíso”, que no es un lugar sino un “estado”, en el que nuestras esperanzas serán verdaderamente colmadas, en una nueva creación, con plenitud de ser, verdad y belleza, libre de todo mal y de la misma muerte.
El Papa Francisco recordó que mañana viajará a Turquía, para realizar un nuevo viaje apostólico, razón por la cual invitó a todos a rezar “para que esta visita de Pedro a su hermano Andrés” produzca frutos de paz, diálogo sincero entre las religiones y concordia en la Nación turca.
Se trata de sexto viaje apostólico de su Pontificado, que le llevará a Estambul y en el que el 30 de noviembre, celebrará en El Fanar, con el Patriarca Ecuménico Bartolomé I, la fiesta de San Andrés, Patrono de la Iglesia de Constantinopla y hermano del Apóstol Pedro.
En sus cordiales palabras y saludos a los jóvenes, a los enfermos y a los recién casados, el Papa recordó asimismo que el domingo comienza el tiempo litúrgico del Adviento. “Que la espera del Salvador llene su corazón de alegría, deseó a los queridos jóvenes. A los queridos enfermos los alentó a perseverar adorando al Señor que viene también en la prueba. Y a los queridos recién casados los invitó a aprender a amar siguiendo el ejemplo de Jesús, que por amor se hizo hombre por nuestra salvación”.
DE LA REDACCIÓN
EL ARGENTINO/Radio Vaticana
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