Entre enero de 2007 y diciembre de 2010 han cerrado 63 estaciones de servicio
En cuatro años cerraron más de 60 estaciones de servicio. Los empresarios atribuyen la crisis del sector a los escasos márgenes de rentabilidad y piden un aumento en los precios de venta al público.
Desde el gremio, en tanto, reconocen el problema pero advierten que así como hubo cierres, también se produjeron aperturas, especialmente de expendedoras de GNC.
Según especifica El Diario de Paraná, los dueños de estaciones de servicio alertan, con preocupación, sobre la crisis del sector, de la que hablan desde hace varios años. Según un informe de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de la República Argentina (Cecha), la cantidad de estaciones de servicio cayó un 31,2 por ciento en la última década, al pasar de 6.157 bocas de expendio en 2001 a 4.233 a fines de 2010.
Esto ocurre a pesar de la explosión de ventas de automóviles y, consecuentemente, el fuerte crecimiento del parque automotor registrado a nivel nacional, que pasó de 6,9 millones de vehículos a 9 millones en la última década, y del alza en los valores de los combustibles líquidos.
El informe consigna además que cada estación de servicio debe atender a un promedio de 9.500 argentinos, muy por encima de los 5.900 a los que proveían en 2001, y también más alto que el promedio de, por ejemplo, Brasil, con 5.500.
En la provincia la situación no sería menos preocupante que a nivel nacional. A lo largo y a lo ancho de la geografía entrerriana están distribuidas alrededor de 210 estaciones de servicio, pero en el período comprendido entre enero de 2007 y diciembre de 2010 han cerrado 63, según detalla el medio paranaense en base a datos de la Cámara de Expendedores de Combustibles de Entre Ríos.
Los empresarios atribuyen la crisis a cuestiones de fondo, relacionadas con los cupos que administran las empresas petroleras y con los márgenes de ganancia que tiene el rubro.
Inclusive desde el Sindicato de Empleados de Estaciones de Servicio admiten que la situación es preocupante, aunque no de extrema gravedad, ya que si bien se han producido cierres, también hubo aperturas, sobre todo de estaciones de GNC. De hecho en Entre Ríos hay 58 playas habilitadas para el expendio de gas natural comprimido.
Marta de Bueno, secretaria de la Cámara de Expendedores de Combustibles de Entre Ríos, explicó a El Diario que en los últimos dos años han cerrado alrededor de 20 estaciones de servicio –12 en 2009 y 8 en 2010– y atribuyó la crisis a los escasos márgenes de rentabilidad que tiene el sector. “El porcentaje de ganancia es muy bajo y no aumenta en los mismos niveles que lo hacen los gastos fijos. Eso genera un déficit permanente y obliga a los empresarios a hacer malabarismo para afrontar los sueldos, impuestos, teléfonos y otros gastos fijos que tiene la actividad”, explicó.
Los expendedores consideran que la solución pasaría por importar combustibles y aumentar los precios alrededor de un 15 por ciento para estirar, de esa forma, los márgenes de ganancia, algo que por ahora las autoridades se niegan a conceder, considerando el impacto que provocaría en la población.
Según especifica El Diario de Paraná, los dueños de estaciones de servicio alertan, con preocupación, sobre la crisis del sector, de la que hablan desde hace varios años. Según un informe de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de la República Argentina (Cecha), la cantidad de estaciones de servicio cayó un 31,2 por ciento en la última década, al pasar de 6.157 bocas de expendio en 2001 a 4.233 a fines de 2010.
Esto ocurre a pesar de la explosión de ventas de automóviles y, consecuentemente, el fuerte crecimiento del parque automotor registrado a nivel nacional, que pasó de 6,9 millones de vehículos a 9 millones en la última década, y del alza en los valores de los combustibles líquidos.
El informe consigna además que cada estación de servicio debe atender a un promedio de 9.500 argentinos, muy por encima de los 5.900 a los que proveían en 2001, y también más alto que el promedio de, por ejemplo, Brasil, con 5.500.
En la provincia la situación no sería menos preocupante que a nivel nacional. A lo largo y a lo ancho de la geografía entrerriana están distribuidas alrededor de 210 estaciones de servicio, pero en el período comprendido entre enero de 2007 y diciembre de 2010 han cerrado 63, según detalla el medio paranaense en base a datos de la Cámara de Expendedores de Combustibles de Entre Ríos.
Los empresarios atribuyen la crisis a cuestiones de fondo, relacionadas con los cupos que administran las empresas petroleras y con los márgenes de ganancia que tiene el rubro.
Inclusive desde el Sindicato de Empleados de Estaciones de Servicio admiten que la situación es preocupante, aunque no de extrema gravedad, ya que si bien se han producido cierres, también hubo aperturas, sobre todo de estaciones de GNC. De hecho en Entre Ríos hay 58 playas habilitadas para el expendio de gas natural comprimido.
Marta de Bueno, secretaria de la Cámara de Expendedores de Combustibles de Entre Ríos, explicó a El Diario que en los últimos dos años han cerrado alrededor de 20 estaciones de servicio –12 en 2009 y 8 en 2010– y atribuyó la crisis a los escasos márgenes de rentabilidad que tiene el sector. “El porcentaje de ganancia es muy bajo y no aumenta en los mismos niveles que lo hacen los gastos fijos. Eso genera un déficit permanente y obliga a los empresarios a hacer malabarismo para afrontar los sueldos, impuestos, teléfonos y otros gastos fijos que tiene la actividad”, explicó.
Los expendedores consideran que la solución pasaría por importar combustibles y aumentar los precios alrededor de un 15 por ciento para estirar, de esa forma, los márgenes de ganancia, algo que por ahora las autoridades se niegan a conceder, considerando el impacto que provocaría en la población.
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