Hoy, el Grito Blanco reunió miles de voces por la vida
El Grito Blanco volvió a ser el tema central en la mañana de hoy, cuando se concretó la cuarta edición de esta demostración a mundo de cómo en Gualeguaychú se ha sabido enseñar acerca del cuidado del medioambiente, así como respecto de los valores que nos distinguen como comunidad y la ciudad en la que queremos vivir.
La mañana ayudó, con una temperatura agradable y una brisa fresca proveniente del río, hacia el cual se colocó un cartel con la leyenda ?Sí a la Vida?, en tanto el palco, ubicado casi en el borde de la calle portuaria, se preparó con ramas y un cartel que lo abarcaba todo y el que indicaba con letras gigantes que desde allí partiría el Grito Blanco de ayer.
Los organizadores también se ocuparon de adornar el río y se ingeniaron para amarrar entre sí a unas cuantas canoas sobre las que se erguía el cartel ?Fuera Botnia?.
Ya en el acto formal, la alumna Natalia Cocca Huck, de 4º grado de la Escuela Islas Malvinas leyó su proclama, dirigida ?Al pueblo argentino, al pueblo uruguayo y al de todo el planeta?, en tanto la Escuela La sagrada Familia con su profesora de música Silvina Spiazzi (caracterizada como ?el gaucho Braulio?) presentó una payada y a modo de presentación recordó que el lunes 10 celebraremos el Día de la Tradición en Memoria de José Hernández, creador del Martín Fierro.
El mensaje de los adultos, como dijo, fue expresado por la docente y asambleísta Rosa Yansón, de la Escuela Tomás de Rocamora.
El acto finalizó con la ofrenda de flores que grandes y chicos hicieron lanzándolas a las aguas del Río Gualeguaychú.
Fue el grito de una comunidad que lucha por su medioambiente, que trata de llegar a la conciencia de los poderosos en el mundo.
Y como la educación juega un papel preponderante e insustituible porque es con ella que se entenderá la razón de esta resistencia, que se vuelve lucha comunitaria cuando aún entre nosotros hay quienes no entienden por qué se debe defender a los habitantes de Gualeguaychú del atropello de la contaminación mercantilista, fue notoria la ausencia de los establecimientos escolares cuyos directivos no adhirieron a esta propuesta extra áulica, y lamentable la de funcionarios y legisladores comunales, más aún cuando se sabía que a esa misma hora, en un colegio de la capital federal, la gente de IPODAGUA realizaba un acto similar a nuestro Grito Blanco.
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