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La Isla del Corte
Hay cosas que uno ignora de nuestro pueblo por lo menos quien esto relata y en este caso se trata de la llamada Isla del Corte situada aguas abajo del río Gualeguaychú hacia el río Uruguay. Nuestro río para que recordemos todos posee una longitud de 268 km y abarca su cuenca una superficie de 6.981 km2.
Por Jorge Pedro Jurado (*)
(Colaboración)
Si uno navega por el hacia su desembocadura nos encontraremos con un canal artificial llamado “El Corte”, que fuera excavado allá a fines del ’30 para lograr un paso más directo hacia el río Uruguay ya que por ese entonces el tráfico de barcos por la zona era incesante y debido a ello la obra concretada parcialmente era necesaria ya que en esos años nuestra ciudad al igual que Fray Bentos eran dos centros industriales cárnicos destacados por su producción. Recordemos que por años desde nuestro Frigorífico se exportaba directamente a Inglaterra carne y derivados.
A raíz de ese proyecto de rectificación hoy les traigo la historia del surgimiento de una isla artificial a raíz del increíble corte de tierras. Tengamos en consideración que se trató de una obra de ingeniería de hace casi noventa años con la tecnología y métodos de esa época.
Según puede ver en una nota del diario dirigido por mi abuelo Pedro Jurado llamado “El Censor”, en la cual publicaba una nota sobre este proyecto de rectificación del río que proponía el entonces diputado de la Nación del Partido Demócrata Juan Francisco Morrogh Bernard.
El proyecto autorizaba al Poder Ejecutivo Nacional a realizar una obra de rectificación y mayor profundización de nuestro río, desde su desembocadura con el Uruguay y hasta el puerto de nuestra ciudad donde se completaba con la construcción del puerto de hormigón juntamente con los galpones, la Avenida Costanera, la extensión de las vías del tren y la pavimentación de la Avenida Del Valle que en su conjunto formaban parte del proyecto portuario de Gualeguaychú.
La obra comenzaría en el curso del año 1937 y tenía un plazo de realización de cinco (5) años. En el mismo se preveía la realización de dos cortes de tierras por lo sinuoso del cauce de los cuales desafortunadamente solo se logró concretar el primero, sobre la vuelta sur frente al Arroyo Venerato.
El segundo corte primeramente estuvo previsto sobre la margen oeste del rio que luego se desestimó por diferencias habidas con el propietario.
Cuando se presentó el proyecto, el diputado Morrogh Bernard envió una carta a la Cámara de Diputados de la Nación donde explicaba que el Puerto de Gualeguaychú se vinculaba con la ruta principal del Rio Uruguay, mediante nuestro río, y por ende la navegación por el mismo resultaba un tanto dificultosa por las sinuosidades que poseía y que aun detenta así como por la sedimentación del lecho ribereño y la falta absoluta de dragado.
Para ello se requería la rectificación de su curso y el dragado hasta llevarlo a los 12 pies de profundidad que según las batimetrías realizadas era el calado necesario. De ese modo se reunirían en Gualeguaychú las condiciones de un puerto de ultramar para embarcaciones de gran calado así se aumentaba la producción, el comercio y la industria en la ciudad. Como se puede advertir toda una visión de progreso puesta al servicio de nuestra comunidad en una pujante época de nuestra Patria.
La nueva ruta propuesta acortaba en dos km el recorrido natural y brindaba mayor seguridad para los días de temporal en que había que enfrentar las sinuosidades de pequeño radio del rio. Además se llevaba el calado del rio de 7 a 12 pies, garantizando de esa manera el paso de embarcaciones de hasta 10 pies de calado y con mayor tonelaje que la que habitualmente transitaba. La propuesta también tenía su provecho en la descongestión más rápida en tiempos de inundación de la ciudad.
Recordemos que el puerto de Gualeguaychú es el primer puerto argentino remontando al Rio Uruguay y se halla a 22 km de la torre farola del km 90 de Rio Uruguay.
La construcción de la “Isla del Corte”
Como mencionamos la realización del primer corte generó la conformación de la “Isla del Corte”. Esta isla artificial tiene sobre su margen oeste la altura natural que supo tener siempre esa costa ribereña, relativamente baja, pero sobre la zona del corte, en la zona este de la isla, la altura resulta considerable puesto que los sedimentos movilizados de tierra y del fondo del nuevo canal fueron refulados en esa margen en una extensión de aproximadamente 1 km de largo por 150 metros de ancho. El suelo de la parte alta de la isla es casi en su totalidad de conchillas, lo que obedece a que en tiempos atrás esta fue una zona ocupada por el mar. Seguramente muchos han visitado el Museo Almeida y habrán comprobado con los restos hallados por don Manuel Almeida que toda esa zona, millones de años atrás estuvo cubierta de agua de mar y por ende son los restos que laboriosamente este investigador recolectó por años y años y hoy se custodian celosamente en el museo que lleva su nombre.
La isla tiene una extensión de 60 hectáreas aproximadamente, y se compone de un conjunto de especies autóctonas, tanto en su vegetación como en su fauna, en su estado natural desde los tiempos en que se realizó el corte.
Por la investigación realizada se cuenta que un tal Sr. Vainstein antes del golpe militar de 1976 le vendió dicha isla a un Sr. Muñiz Barreto que era legislador del Partido Justicialista. Luego del golpe militar el señor Muñiz Barreto fue perseguido por el proceso militar y según cuentan fue asesinado simulando un accidente en cercanías de Villaguay, en la zona de puentes donde aparearon el auto en el que iba y lo tiraron abajo. Con él viajaba un compañero que logro sobrevivir y se pudo escabullir de sus agresores, ya que estos bajaron a ver si estaban muertos. Este testigo fue el que relató la verdad ya que quisieron hacer pasar como que había sido un accidente. Por ese asesinato fue condenado a reclusión el excomisario Abelardo Patti.
Antes de este episodio el Sr. Muñiz Barreto habría autorizado a que se instalaran a vivir en la isla dos personas, un tal Sr. Montenegro, un jubilado de la marina mercante (trabajaba en las calderas de los barcos) y un ciudadano uruguayo que se había venido a vivir a Gualeguaychú y que tenía colmenas en la isla.
Montenegro posteriormente falleció. En el año 2001 se dice que la Isla del Corte fue usurpada por una persona de Gualeguaychú. Esta persona quiso quedarse con la isla diciendo que la ocupaba desde hace más de 20 años, queriendo provocar una usucapión es decir una prescripción adquisitiva del dominio. A raíz de esto aparecieron los verdaderos dueños, es decir los herederos de Muñiz Barreto, los Sres. Diego, Juana y Antonio Muniz Barreto. Se cuenta que dichos herederos le habrían ofrecido vender la misma al ocupante, lo que no prosperó pensando este que se iba a quedar con ella. Ello motivó la promoción de acciones legales que llevó varios años, y recientemente la justicia falló ordenando el desalojo del ocupante reconociendo el derecho de los herederos de Muñiz Barreto.
Actualmente la Isla del Corte suele estar ocupada por apicultores, pescadores circunstanciales, y también forma parte de la agenda turística de nuestra ciudad que agrega en sus recorridos ribereños la anécdota de la isla artificial del Rio Gualeguaychú como el proyecto inconcluso de rectificación del cauce de nuestro rio.
Muy interesante historia de este lugar de nuestro querido Gualeguaychú que pocos deben conocer, incluso quien esto escribe y que agradece la colaboración brindada para la elaboración de esta nota a Juan Ignacio Maya, a Luis María Machao y a Raúl Almeida, este último quien con su servicio turístico de lancha recorre entre otros bellísimos lugares de nuestro río, la Isla del Corte, que motivó la nota de la fecha y que esperamos la hayan disfrutado.
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(*) El autor de este artículo es abogado, periodista, escritor de varios libros: “Poesías desde el alma”, “Don Pedro”, “Mi río, mis poesías, mis recuerdos”. También conductor del programa de radio “Tres por Semana “en la FM 91.3 de la Ciudad de Buenos Aires, columnista en LT 41 y director de El Censor Online, periódico que se publica todos los domingos en el grupo de Facebook denominado “ El Censor Online”.