La pobreza, esa enfermedad endémica del norte del país
La noticia de la muerte de Néstor Femenía, el niño Qom de 7 años que padecía desnutrición y tuberculosis, causó alto impacto en todo el país y en Gualeguaychú generó lo propio en tanta gente que asiste con su ayuda en cada viaje que se organiza para dar una mano solidaria a los criollos y aborígenes del norte.
Como los que tienen por destino Las Lomitas, un paraje formoseño donde desde hace ya bastante tiempo está radicada la médica generalista Lucía Dri, de nuestra ciudad.
El caso del chiquito que vivía en condiciones de extrema pobreza y murió tras varios meses en grave estado, hizo que preguntáramos a la profesional (que tiene una maestría en salud pública) por la situación de la salud en el norte del país.
Dri, que actualmente es la coordinadora de atención primaria de la salud en Las Lomitas, dijo que allí “hay barrios y situaciones de muchísima pobreza” para agregar “lo que da el Estado no es suficiente. Con el hospital nuevo -que se construyó frente al que ahora ocupa esta coordinación- hubo una mejoría en infraestructura, personal, equipamiento, recursos, insumos, pero no alcanza. La situación de salud en algunos lugares del país es insuficiente”.
En lo que se ha mejorado, a decir de la médica, es en la construcción de casas de material, en la estrategia de erradicación del rancho, medio ideal para la vinchuca.
“En Formosa capital no hay vinchuca; sí del centro de la provincia hacia el oeste -aclaró- y tiene que ver con el rancho, porque la vinchuca necesita esconderse y el rancho hecho de barro, paja, maderas y tronco de palmera, es el medio ideal. Esto se da tanto en aborígenes como en criollos. Por eso la lucha actual no es sólo matar la vinchuca sino lograr que la gente construya con ladrillos y revoque”.
“Además, en el rancho vive toda la familia”, recordó, para explicar “la costumbre allá es vivir afuera. Mientras no llueva o haga mucho frío, la vida transcurre afuera, debajo del árbol, en el espacio que tienen como cocina. Y el rancho se usa para dormir.
Ahí está el problema de las enfermedades que tienen que ver con las picaduras de insectos, vinchucas o arañas, como el contagio de la tuberculosis, porque si alguien tose toda la noche, el ambiente se impregna de bacilos y se pueden contagiar los demás”.
Respecto del caso de Néstor Femenía dijo “por lo que leí en los diarios, interpreto que murió de tuberculosis, que desnutre” y explicó “un desnutrido extremo no llega a esa edad y la tuberculosis es una enfermedad que lleva a la desnutrición grave y mata. En este caso se han sumado factores: seguramente él era un desnutrido leve o moderado, contrajo tuberculosis murió por falla respiratoria”.
A lo dicho agregó “si no se diagnostica la tuberculosis y se inicia el tratamiento específico, aunque llenes de comida al paciente, no va a mejorar. Comenzado el tratamiento, a los quince días dejan de contagiar y al mes empiezan a subir de peso”.
¿Qué pasó con Néstor entonces?, preguntó EL ARGENTINO y la médica respondió “entiendo que no se hizo el diagnóstico adecuado”.
Y agregó “para contagiarse, se necesita estar conviviendo con un tuberculoso. Tenemos médicos, enfermeros, agentes de fuerzas de seguridad, etc., que se han contagiado, pero como hay secreto profesional, no se conoce. En realidad, la tuberculosis toma a quien tiene las defensas bajas y con el estrés de hoy, la puede contraer cualquiera. Aunque la condición, es estar en contacto con un tuberculoso”.
Siguiendo su descripción, agregó “las familias de buen nivel económico tienen el diagnóstico y se curan antes, por eso hay menos cadena de contagio. No así entre los pobres, que en general tienen menos acceso a la salud, entonces se llega más tarde con el diagnóstico, exponiendo al resto de la familia”.
# Una realidad lejana
El caso de Néstor, le dijimos, nos hizo poner la mirada en el norte del país para saber lo que se vive allí en el día a día.
Respecto de la población que atiende, explicó “en la zona tenemos dos etnias: los Wichis (también llamados Matacos, aunque éste es un término despectivo, aclaró) y los Pilagá, que son del grupo Qom, como los Toba. En las Lomitas solamente tenemos Pilagá”.
El medio de vida, señaló, “es muy variado. Todavía hay familias que viven de la caza y recolección en el monte. Los aborígenes hacen artesanías y cestería con plantas del monte. Hay artesanas muy buenas, y lo que hacen se vende en la zona y en Buenos Aires. La otra ocupación es el empleo público: en cada comunidad hay una escuela y en ella, un maestro criollo y un maestro especial modalidad aborigen (MEMA) que es un aborigen que interpreta y traduce el material a los chicos que no saben hablar el castellano.
¿Cómo mantienen su lengua?, preguntamos y Dri señaló “la hablan en el grado, con el MEMA y también en su casa”.
También cabía preguntar por las donaciones que llegan cada tanto al lugar, para paliar los faltantes por lo que el Estado no provee.
“Lo que da el Estado no es suficiente”, dijo Dri, para agregar “con el hospital nuevo hubo una mejoría en infraestructura, personal, equipamiento, recursos, insumos, pero no alcanzan. La situación de salud en algunos lugares del país es insuficiente”.
“Siempre faltan cosas, por eso pedimos muestras médicas, ropa, de manera especial la de bebé, porque cuando nacen, muchas mamás van sin nada y debemos proveerles pañalcitos, ropita y en invierno mantas, porque la ropa sigue siendo insuficiente”.
Acerca del uso de pañales descartables, la médica explicó “los usan sólo cuando van al médico. Mientras están en su medio, los tienen envueltos en un trapito y no se enferman porque estar con la colita al aire es mucho más sano con tanto calor, ya que hablamos de cincuenta grados. Por eso los tienen desnuditos, con un trapito que cambian continuamente. El problema es cuando se tienen que trasladar, entonces sí utilizan los descartables, que suelen guardar para esas ocasiones”.
Sabiendo de las necesidades que tienen, EL ARGENTINO preguntó cuándo será el próximo viaje hacia el lugar y con qué se puede colaborar.
Dri recordó que el camión de Eduardo Mostto estuvo para Navidad y consideró como fecha probable para un próximo envío el mes de mayo y tras esto, pidió pañales, ropa de bebé, mantitas, sábanas, muestras médicas y medicamentos que tengamos en casa, porque como dijo, “nosotros controlamos todo”.
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