Centenares de egipcios manifiestan en El Cairo contra la ley de urgencia
Varios centenares de personas manifestaban ayer en El Cairo contra la extensión de la ley de estado de urgencia, que hizo aumentar el descontento ante la gestión de la transición política por parte del ejército en el poder.
Los manifestantes se congregaron en la plaza Tahrir, en el centro de la ciudad, donde el imán Gomaa Mohammed, que encabezaba la oración musulmana semanal del viernes, reclamó el fin de esta ley y el cese del procesamiento de civiles ante la justicia militar, constató una periodista de la AFP.
“La aplicación de la ley de urgencia es contraria a las reivindicaciones de la revolución”, declaró, en referencia al levantamiento popular que llevó a la renuncia del presidente Hosni Mubarak a comienzos de año.
También se refirió a las reivindicaciones de los movimientos surgidos de la revuelta anti-Mubarak, al reclamar “un calendario preciso para las elecciones legislativas y presidenciales” que haga posible regresar a los civiles al poder.
El jueves, el famoso cibermilitante Wael Ghonim también había pedido al ejército una hoja de ruta precisa para su retirada del poder y lo acusó de dar la espalda a las reformas democráticas al invocar como pretexto la “estabilidad” del país.
La organización de defensa de derechos humanos Amnesty International llamó también el jueves al levantamiento del estado de urgencia, denunciando la decisión reciente de ampliarlo como una “grave merma a los derechos humanos”.
El ejército anunció en los últimos días la ampliación de las competencias de esta ley, en vigor desde hace treinta años, pero que Mubarak se había comprometido el año pasado a restringir sólo a la lucha anti-terrorista y al tráfico de droga.
Esta ley prevé disposiciones policiacas y judiciales al margen del derecho común y el recurso a los tribunales de excepción y a restricciones de las libertades públicas.
Tras el ataque contra la embajada de Israel en El Cairo el 9 de septiembre pasado, el ejército anunció su extensión a las huelgas, a las trabas a la circulación y a la difusión de rumores.
“La aplicación de la ley de urgencia es contraria a las reivindicaciones de la revolución”, declaró, en referencia al levantamiento popular que llevó a la renuncia del presidente Hosni Mubarak a comienzos de año.
También se refirió a las reivindicaciones de los movimientos surgidos de la revuelta anti-Mubarak, al reclamar “un calendario preciso para las elecciones legislativas y presidenciales” que haga posible regresar a los civiles al poder.
El jueves, el famoso cibermilitante Wael Ghonim también había pedido al ejército una hoja de ruta precisa para su retirada del poder y lo acusó de dar la espalda a las reformas democráticas al invocar como pretexto la “estabilidad” del país.
La organización de defensa de derechos humanos Amnesty International llamó también el jueves al levantamiento del estado de urgencia, denunciando la decisión reciente de ampliarlo como una “grave merma a los derechos humanos”.
El ejército anunció en los últimos días la ampliación de las competencias de esta ley, en vigor desde hace treinta años, pero que Mubarak se había comprometido el año pasado a restringir sólo a la lucha anti-terrorista y al tráfico de droga.
Esta ley prevé disposiciones policiacas y judiciales al margen del derecho común y el recurso a los tribunales de excepción y a restricciones de las libertades públicas.
Tras el ataque contra la embajada de Israel en El Cairo el 9 de septiembre pasado, el ejército anunció su extensión a las huelgas, a las trabas a la circulación y a la difusión de rumores.
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