México
Los legisladores buscan aprobar la eutanasia en DF
Los legisladores de la izquierda que dominan el Parlamento de la capital mexicana buscan avanzar en una ley de eutanasia, tras haber aprobado este año la unión civil entre homosexuales y la despenalización del aborto, y presentado un proyecto para legalizar la prostitución.
El proyecto de ley de eutanasia genera un nuevo escenario de enfrentamiento con la derecha y la Iglesia católica, que rechazó con vehemencia la despenalización del aborto -aprobada por el Parlamento a fines de abril- en la superpoblada capital del segundo país más católico del mundo.
En un nuevo paso en esta carrera, un grupo de diputados locales del Partido de la Revolución Democrática (PRD, izquierda), anunció una propuesta para permitir en la capital la eutanasia pasiva u ortotanasia.
La inicitava prevé que los pacientes que sufran enfermedades terminales, degenerativas e irreversibles puedan manifestar ante notario que no quieren "utilizar medios, métodos o instrumentos médicos, quirúrgicos, terapéuticos, químicos y/o farmacéuticos que prolonguen de manera innecesaria su vida".
Esta decisión debe ser autorizada por un Consejo Técnico de Etica, dependiente de las autoridades sanitarias locales. El proyecto, denominado Ley de Voluntad Anticipada, será presentado esta semana en la Asamblea Legislativa capitalina, pero no será discutido hasta el próximo período de sesiones, que comienza en septiembre.
Ya este domingo, cuando los diputados difundieron la iniciativa, el cardenal primado de México, Norberto Rivera, que protagonizó la oposición a la legislación sobre el aborto, comenzó a calentar el debate sobre la eutanasia.
"Todos queremos una buena muerte, pero algunos entienden por buena muerte el suicidio asistido", declaró. En principio, esto no se opone a la propuesta de los legisladores, que han precisado que la nueva norma no contempla la eutanasia activa, que permite la utilización de sustancias para acelerar la muerte del enfermo, sino la pasiva.
Esta consistirá en la suspensión del tratamiento que prolongue innecesariamente la vida, si bien contempla la posibildiad de aplicar cuidados paliativos, incluida la posibilidad de usar la sedación terminal controlada, en caso de sufrimiento del paciente.
Sin embargo, el terreno para la confrontación está abonado tras las polémicas y los debates suscitados durante las tramitaciones parlamentarias de las uniones entre homosexuales, la regulación de la prostitución y, sobre todo, la despenalización del aborto en
las 12 primeras semanas de gestación.
El proyecto, que se propone evitar lo que denomina
"encarnizamiento terapéutico" ahorrando situaciones dolorosas
tanto a los pacientes como a sus familias, permite a los hijos
mayores del paciente decidir por él en caso de que éste esté
incapacitado para manifestar su voluntad y prevé la revocación de
tal decisión.
"Imponer la vida contra la voluntad de las personas que han
visto disminuir su calidad de vida por causa de enfermedades
terminales, dolores intolerables y tratamientos médicos que
prolongan su agonía, no puede obedecer a ningún calificativo de
bien jurídico", dijo el diputado Juan Carlos Beltrán, uno de los
promotores de la iniciativa, al presentarla.
"Es deber de la sociedad y sus representantes facilitar una
muerte digna y sin dolor", agregó.
AFP-NA
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