29-09-12
Las calles no resisten
Es verdad, las calles no dan más. Los arreglos no se demoran, señores. Los arreglos no existen, que es distinto. Y si bien en general el corredor vial está destrozado, hay calles que no resisten otra lluvia. Es el caso de Urquiza al Oeste, desde el boulevard hasta la Rural. Está destrozada. Ojalá pronto se implemente algún programa –así lo anuncian ahora- para solucionar el problema que afecta no solo a quienes a diario la transitamos, sino también aquellos que optan por ingresar a la ciudad por esta arteria.
Miguel Angel
Para destacar
Soy mamá de una chica que hace carrozas. Llamo para manifestar mi alegría, al ver la cantidad de padres que se vuelcan a los galpones para ayudar a los chicos. Lo hice en otros dos ocasiones, pero en esta veo muchísima disposición y ganas, especialmente de los papás que se acercan no solo a controlar a sus hijos, sino también a ayudarlos. En medio de tantas cosas malas que ocurren, me parece bueno destacar algo que ocurre aquí con nuestra juventud y nuestras familias.
María Luisa
Es verdad, las calles no dan más. Los arreglos no se demoran, señores. Los arreglos no existen, que es distinto. Y si bien en general el corredor vial está destrozado, hay calles que no resisten otra lluvia. Es el caso de Urquiza al Oeste, desde el boulevard hasta la Rural. Está destrozada. Ojalá pronto se implemente algún programa –así lo anuncian ahora- para solucionar el problema que afecta no solo a quienes a diario la transitamos, sino también aquellos que optan por ingresar a la ciudad por esta arteria.
Miguel Angel
Para destacar
Soy mamá de una chica que hace carrozas. Llamo para manifestar mi alegría, al ver la cantidad de padres que se vuelcan a los galpones para ayudar a los chicos. Lo hice en otros dos ocasiones, pero en esta veo muchísima disposición y ganas, especialmente de los papás que se acercan no solo a controlar a sus hijos, sino también a ayudarlos. En medio de tantas cosas malas que ocurren, me parece bueno destacar algo que ocurre aquí con nuestra juventud y nuestras familias.
María Luisa
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