Empresas de transporte presionan a los municipios para subir boleto de colectivos
Los empresarios plantean que el alza del precio del combustible, los salarios y los seguros les quitan rentabilidad. Los usuarios de colectivos urbanos ya pagan en las provincias hasta un 50 por ciento más de lo que deben abonar los porteños.
Las empresas de transporte urbano de pasajeros comenzaron a presionar en varias ciudades del país a los municipios para aumentar el boleto por la suba de los costos operativos registrados en lo que va del 2014, debido al alza del precio del gasoil, los salarios y los seguros.
Los usuarios de colectivos urbanos ya pagan en las provincias hasta un 50 por ciento más de lo que deben abonar los porteños para trasladarse la misma distancia por la Capital Federal, a pesar de tener salarios sensiblemente más bajos, y ahora esa brecha podría estirarse con fuerza.
El 65 por ciento del costo del transporte en la zona metropolitana de Buenos Aires lo financian los subsidios estatales y un 35 por ciento lo paga el usuario, lo que determina que el impacto en el bolsillo sea mucho más leve que el que sufre un pasajero en las provincias, donde la colaboración estatal es menor.
En la Secretaría de Transporte de la Nación aseguran que sin la compensación, la tarifa costaría el triple y es insostenible desde el punto de vista social, porque el 80 por ciento de la gente se moviliza para trabajar o estudiar.
Los concejos deliberantes de Posadas y Resistencia, dos de las capitales de provincia más pobres de la Argentina, están en pleno debate para definir ahora un aumento ante el fuerte lobby empresario por llevar el boleto a 11,96 pesos en la primera y 7,50 en la segunda.
Los usuarios de colectivos urbanos ya pagan en las provincias hasta un 50 por ciento más de lo que deben abonar los porteños para trasladarse la misma distancia por la Capital Federal, a pesar de tener salarios sensiblemente más bajos, y ahora esa brecha podría estirarse con fuerza.
El 65 por ciento del costo del transporte en la zona metropolitana de Buenos Aires lo financian los subsidios estatales y un 35 por ciento lo paga el usuario, lo que determina que el impacto en el bolsillo sea mucho más leve que el que sufre un pasajero en las provincias, donde la colaboración estatal es menor.
En la Secretaría de Transporte de la Nación aseguran que sin la compensación, la tarifa costaría el triple y es insostenible desde el punto de vista social, porque el 80 por ciento de la gente se moviliza para trabajar o estudiar.
Los concejos deliberantes de Posadas y Resistencia, dos de las capitales de provincia más pobres de la Argentina, están en pleno debate para definir ahora un aumento ante el fuerte lobby empresario por llevar el boleto a 11,96 pesos en la primera y 7,50 en la segunda.
Este contenido no está abierto a comentarios