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Estudiantes jujeños diseñaron los lentes "Wallie" para tratamientos a niños
Tres estudiantes jujeños de ingeniería diseñaron unos lentes íntegramente con impresoras 3D que ayudan a estimular la rehabilitación visual.
Inspirados en el robot de la película de Disney que reflexiona sobre el cuidado del planeta, los lentes ayudan a estimular la rehabilitación visual y contrarrestan el estrabismo en niñas y niños, aseguran sus creadores.
Tres estudiantes jujeños de ingeniería diseñaron unos lentes íntegramente con impresoras 3D que ayudan a estimular la rehabilitación visual y contrarrestan el estrabismo en niñas y niños, que fueron rebautizados por los chicos que comenzaron a usarlos como "Wallie" por el robot de la película de Disney que reflexiona sobre el cuidado del planeta y tiene ojos que se asemejan al dispositivo.
Elber Leonel Chaile, Daniel Omar Tolaba y Rodrigo Agustín Impa son los alumnos de la carrera de ingeniería industrial de la Universidad Nacional de Jujuy (UNJu) que conformaron el colectivo Tecnología e Innovación con Compromiso Humanitario (TICH) y bajo esa premisa desarrollaron los lentes que denominaron "Vision", aunque luego adoptaron el nombre que le colocaron sus usuarios.
Los dispositivos fueron probados con buenos resultados en bebés, chicos y hasta adolescentes de 13 años que asisten a la Asociación Todos Juntos, ubicada en la capital jujeña, que trabaja desde hace más de tres décadas en la contención de personas con Síndrome de Down y brinda estimulación temprana a recién nacidos, además de alentar la inclusión escolar y laboral en el caso de los más grandes.
Su particularidad es que permiten el tapado total de un ojo y facilitan el trabajo de la visión media, también estimulan el ojo desviado y se utilizan previo a una posible operación o a acceder a anteojos con aumentos, explicaron sus diseñadores.
Por otro lado, al haberse confeccionado con material 3D se presentan con encastres con partes intercambiables, lo que resultad una ventaja en caso de rotura o pérdida.
Además, pueden adaptarse a distintas características faciales, son económicos y de fácil acceso y tienen un uso terapéutico para personas con estrabismo y para estimular el resto visual.
El estrabismo es un trastorno por el cual los dos ojos no se alinean en la misma dirección, por lo que no miran el mismo objeto al mismo tiempo, y se lo conoce también como ojos bizcos, una desviación que puede tener un origen genético, neurológico o ser causado por agudeza visual.
"Los lentes para tratar el estrabismo están realizados en un cien por ciento con material 3D, y pensados para estimular la rehabilitación visual", dijo en diálogo con Télam Chaile sobre el dispositivo que comenzó a idearse en 2021 mientras cursaban la cátedra diseño industrial I y II.
Tras tomar contacto con la Asociación Todos Juntos, los jóvenes comenzaron a idear los lentes. "Tomamos el desafío de generar respuestas que fueron planteadas por la institución civil y así incursionamos en el diseño de múltiples bocetos y maquetas" en medio de las restricciones por la pandemia de coronavirus, lo que hizo "más difícil entrevistar a los beneficiarios", contó Chaile.
El estudiante de 28 años afirmó que el material utilizado fue bien aceptado "debido a que para tratar la problemática los profesionales utilizaban soluciones caseras con tubos u otros elementos".
Impa, por su parte, sostuvo que la iniciativa nació con "un fin solidario y mantiene esa premisa con la perspectiva de perfeccionar mucho más el producto de uso profesional".
"Estos lentes no existen en el mercado, nosotros lo creamos desde cero", contó sobre los dispositivos que se diferencian de los anteojos de cristales que solo pueden usarse para la situación particular de una persona y son más caros.
Antes de desarrollar el proyecto, los estudiantes conversaron con profesionales que tratan el estrabismo y visitaron a personas que lo padecen para entender sus necesidades y mejorar el diseño de los prototipos.
"El producto es innovador, tiene recursos para la corrección del estrabismo y no se fabrica en el país", dijo Impa, quien detalló que se regulan "en 360 grados a través de los agujeros estenopeicos (un instrumento de diagnóstico en oftalmología y optometría), lo que hace que se pueda tratar esa patología en sus diferentes grados y para chicos de distintas edades".
"Nos gusta muchísimo que los conocimientos adquiridos en la facultad sirvan para satisfacer las necesidades de las personas", remarcó el estudiante.
Con miras al futuro, los tres diseñadores se plantearon llegar a la mayor cantidad de organismos que tratan la corrección del estrabismo para facilitar el acceso al dispositivo, lo que ven como "una retribución a la sociedad de nuestro paso por la universidad".
Marcela Valladares, profesora de Educación Especial formada en estimulación visual, destacó en diálogo con Télam la importancias de que los dispositivos creados por los estudiantes "son elementos que no se pueden comprar".
"El hecho que puedan diseñar los lentes con todas las características de tapado total, visión media, me viene fantástico porque me permite trabajar con los chicos previo a poder equiparlos con los anteojos con aumentos", detalló la especialista que desarrolla su actividad en la Asociación Todos Juntos.
Con los niños y niñas más chiquitos "se puede determinar si el problema es de madurez del ojo o si realmente hay una baja visión en alguno de esos ojos y también sirve para personas que tienen un estrabismo genético", explicó sobre el uso del dispositivo.
"Los lentes Walle permiten entrenar jugando con los anteojos previo a la operación. Por ejemplo al tapar el ojo que ve más se puede evitar que el otro ojo que ve menos, que es el que se desvía, haga el efecto que antes se llamaba 'ojo vago'", aclaró.
Además, destacó que se trata de un producto "no invasivo" ya que cuando se pone un parche en el ojo de los niños "están más pendientes de arrancárselos; en cambio este lente permite trabajar mejor con el ojo que tiene la desviación".
"Los chicos juegan y están chochos porque trabajamos la mirada central por 10 o 15 minutos, lo que antes no lograban hacer", reconoció la profesional, que agregó que eso "permite entrenarlos para luego equiparlos con anteojos".