Opinión
Mauricio Macri: De la inoperancia a la banalidad del mal
Que Mauricio Macri diga que está caliente, pegue puñetazos sobre una mesa, o haga actings en modo enojo nos permiten sacar una sola conclusión: fracaso de un gobierno y un presidente que ha dado muestras de inoperancia en la conducción del Estado. Esa inoperancia queda en evidencia con los números de las estadísticas que no lo pueden disimular ni sus estrategas comunicacionales ni sus voceros mediáticos. La evaluación de la situación económica y social, con la inflación sin freno, el estancamiento económico, el brutal endeudamiento, el aumento de la pobreza, la pérdida de puestos de trabajo, los megatarifazos, y para colmo la profundización de la grieta, son algunos de los resultados que califican a un gobierno de la peor manera: inoperancia y fracaso.
Sin embargo, el fracaso demostrado en la impericia para conducir a la Nación no se reduce a fríos números. Detrás de las estadísticas hay historias que nos tocan a cada uno de los argentinos y que son muy dolorosas, pero que llamativamente el gobierno ha naturalizado o se hace el distraído banalizando el daño causado. Por lo que, a la inoperancia, se le suma la “banalización del sufrimiento” o más precisamente la “banalización del mal”.
La gran intelectual del siglo XX, Hannah Arendt inventó la célebre frase “la banalidad del mal”, para expresar que hay personas que actúan como parte de un sistema sin reflexionar sobre las consecuencias dañinas de esos actos. El sufrimiento de los seres humanos no es considerado, con tal que se lleven adelante órdenes superiores y se cumplan, en este caso provenientes de un dogma económico o del Fondo Monetario Internacional. De esta forma el mal causado “se banaliza”, se subestima, pasa a un segundo plano. Esto hace el elenco gobernante y aquí van algunos ejemplos concretos de lo que está sucediendo en el mundo real, que es la traducción de las estadísticas, consecuencia de la inoperancia de quienes gobiernan.
Tiempo atrás, Adriana una escribana conocida, me comentaba que hace dos años firmaba una escritura de hipoteca tras otra para jóvenes, que habían accedido a viviendas con créditos UVA. Hoy esas mismas parejas que habían llegado con toda la ilusión le consultan cómo salir de esa trampa en medio de tristes procesos de divorcios atravesados por situaciones calcadas de desesperación económica y social.
La semana pasada me encontré con Aníbal, un analista (psicólogo) a quien le preguntaba si como consecuencia de la crisis la gente había dejado el consultorio por considerarlo un gasto a recortar. Me comentaba que todo lo contrario, pese a que muchos no pueden pagar, tenía más consultas, habían retornado muchos pacientes aquejados por problemas de depresión derivados de situaciones económicas o laborales y que, por supuesto, socavaban sus estructuras y planes familiares. Fuente: (El Parlamentario).
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Guillermo Justo Chaves dirigente de Red x Argentina.