Para la Iglesia el 24 de marzo una fecha para no olvidar
La Iglesia Católica instó ayer a seguir "el ejemplo" de Jesucristo para cicatrizar las heridas, en una carta de conmemoración del aniversario número 40 del golpe militar que dio inicio a la última dictadura.
En una carta titulada "Una fecha para no olvidar", la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), en su reunión número 173 de la Comisión Permanente, señaló que "el próximo 24 de marzo se cumplen cuarenta años de la ruptura del orden constitucional y del estado de derecho, un hecho que nunca más se debe repetir ni se puede olvidar".
"Era un momento complejo y difícil para toda la sociedad. Argentina vivía una escalada de violencia que culminó en el terrorismo de estado, protagonista de crímenes de diversa índole, entre ellos: la tortura, el asesinato, la desaparición de personas y el secuestro de niños", señaló la Iglesia.
En el comunicado, la institución subrayó que "los argentinos no pueden dejar de preguntarse cómo se pudo llegar al período más oscuro de su historia, sus consecuencias de enfrentamientos, dolor y muerte aún permanecen y se presentan como un pasado que hay que afrontar y sanar".
"La vuelta a la democracia marcó el inicio de un camino de verdad, de justicia y de encuentro entre todos, que urge seguir transitando, para alcanzar la concordia y la amistad social", señaló la CEA y sostuvo que "el reconocimiento del valor de la vida, de la dignidad y de los derechos inalienables de la persona constituye la base indispensable de toda convivencia humana y del destino feliz de un pueblo".
"La memoria del 24 de marzo, este año, coincide con la celebración del Jueves santo, día de dolor y de traición, pero también día en que Jesús manifestó su amor hasta el fin entregando la vida por nosotros.
En su Sangre hemos sido reconciliados. Cristo es nuestra paz (Efesios 2,14) y el fundamento de una esperanza que nos impulsa a construir una sociedad auténticamente humana", afirmó la CEA.
"Era un momento complejo y difícil para toda la sociedad. Argentina vivía una escalada de violencia que culminó en el terrorismo de estado, protagonista de crímenes de diversa índole, entre ellos: la tortura, el asesinato, la desaparición de personas y el secuestro de niños", señaló la Iglesia.
En el comunicado, la institución subrayó que "los argentinos no pueden dejar de preguntarse cómo se pudo llegar al período más oscuro de su historia, sus consecuencias de enfrentamientos, dolor y muerte aún permanecen y se presentan como un pasado que hay que afrontar y sanar".
"La vuelta a la democracia marcó el inicio de un camino de verdad, de justicia y de encuentro entre todos, que urge seguir transitando, para alcanzar la concordia y la amistad social", señaló la CEA y sostuvo que "el reconocimiento del valor de la vida, de la dignidad y de los derechos inalienables de la persona constituye la base indispensable de toda convivencia humana y del destino feliz de un pueblo".
"La memoria del 24 de marzo, este año, coincide con la celebración del Jueves santo, día de dolor y de traición, pero también día en que Jesús manifestó su amor hasta el fin entregando la vida por nosotros.
En su Sangre hemos sido reconciliados. Cristo es nuestra paz (Efesios 2,14) y el fundamento de una esperanza que nos impulsa a construir una sociedad auténticamente humana", afirmó la CEA.
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