Redrado: al FMI “se le acabó la paciencia" con la Argentina
El ex presidente del Banco Central Martín Redrado sostuvo ayer que al FMI "se le acabó la paciencia" con las estadísticas del INDEC, aunque aclaró que la Argentina "necesita tener soberanía en materia de política económica". Según el economista, "a los argentinos también se les acabó la paciencia" con las estadísticas oficiales.
"Es una burla pensar que se puede comer con 13, 14 pesos por día. Hace rato que los argentinos tiramos el termómetro por la ventana", se quejó el ex funcionario.
En declaraciones radiales, Redrado hizo referencia así a la advertencia que lanzó la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, sobre que la Argentina cuenta con "tres meses para evitar la tarjeta roja" del Fondo si no ordena sus estadísticas.
"Al Fondo Monetario se le acabó la paciencia, porque el INDEC no está midiendo correctamente cuánto se necesita para comer hoy", puntualizó.
A su criterio, si el FMI "avanza en esta discusión, puede llegar a sancionar a la Argentina, pero me parece que sería una equivocación pensar que tenemos que hacer las cosas porque el Fondo las pide".
"La Argentina necesita tener soberanía en materia de política económica, y más allá del Fondo, parecería que el Gobierno cede a una presión externa, cuando la presión es interna", añadió.
Y concluyó: "la realidad no se puede tapar con las manos. La inflación se come la capacidad del salario".
En declaraciones radiales, Redrado hizo referencia así a la advertencia que lanzó la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, sobre que la Argentina cuenta con "tres meses para evitar la tarjeta roja" del Fondo si no ordena sus estadísticas.
"Al Fondo Monetario se le acabó la paciencia, porque el INDEC no está midiendo correctamente cuánto se necesita para comer hoy", puntualizó.
A su criterio, si el FMI "avanza en esta discusión, puede llegar a sancionar a la Argentina, pero me parece que sería una equivocación pensar que tenemos que hacer las cosas porque el Fondo las pide".
"La Argentina necesita tener soberanía en materia de política económica, y más allá del Fondo, parecería que el Gobierno cede a una presión externa, cuando la presión es interna", añadió.
Y concluyó: "la realidad no se puede tapar con las manos. La inflación se come la capacidad del salario".
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