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Diario El Argentinosábado 27 de abril de 2024
Colaboraciones

La Constitución, de vacaciones

La Constitución, de vacaciones

Por Jorge Daneri (*)


El artículo 84 de la renovada Constitución Provincial (2008), ordena a los mandatarios del pueblo de Entre Ríos la conformación de un Ente de Política Ambiental, en un contexto tan amplio que involucra la gestión de los recursos (bienes) naturales de la provincia, de los cuales la misma es la titular originaria (de su dominio), siendo este Ente, el directo responsable del diseño y aplicación de la política ambiental.
Estos bienes son la diversidad biológica (bosques, sus plantas y árboles, todas las especies de lo que camina o nada por allí) como sus minerales, y lo más preciado quizás, sus aguas y suelos.
Los constituyentes debatieron mucho esta conformación y no es un dato menor recurrir a los textos de archivo, los que relatan dichas conversaciones multipartidarias y sociales. Y el acuerdo fue precisamente lo que este gobierno no comprende, no sabe, o quiere negar. Que la competencia de la política y la fiscalización del hacer o destruir del ser humano sobre los recursos naturales, quede en manos del área de política de promoción del turismo, resulta una decisión totalmente desacertada, además de ser inconstitucional.
Del Ministerio de la Producción, la gestión de los llamados recursos naturales, se ha dispuesto oficialmente transferirla, en estas horas, al área de la política turística. Y el área de la parcelada política ambiental, no solo que lo mira pasar, sino que da su consentimiento público para seguir con la mentira de “todos los verdes”, cuando el verde en crecimiento imparable, es el que nos pinta el paisaje campestre con el poroto de soja transgénico, que se va llevando día a día, cada centímetro de bosques, montes, selvas en galería, todo lo que se encuentre frente a las topadoras, como en todo el país, y más en Entre Ríos, ejemplo patético de una siesta larga descansando en el desorden de la anarquía territorial por la falta de definición y violación militante de la Ley de Bosques Nativos de la Nación, totalmente operativa en nuestra provincia, como en toda la República desde hace más de seis años.
La capacidad de inventar un relato, para que no pase nada, o para conformar un parche que en el fondo esconde la crisis ambiental y social de la provincia, es infelizmente, lamentable y ratifica aún más, que el barco sobre sustentabilidad y ambiente, en la política de esta gestión de gobierno, ha naufragado, o en última instancia, resulta ser un “destructor” absolutamente funcional y cómplice de un modelo depredador, liderado por el latifundio genético.
Lo mejor que podría hacer el señor gobernador, es convocar y escuchar a los convencionales de su partido y de los que antes lo conformaban, para dialogar sobre cómo cumplir con el artículo expuesto, que determina liderar desde un Ente de jerarquía política, las acciones señaladas en los dos artículos que lo abrazan, el 83 y 85, los que son tan relevantes, que da vergüenza o impotencia copiarlos aquí, por lo que solo queda al lector preocupado, recurrir al texto mayor de la provincia y hacer un ejercicio sentido y con particular convicción para intentar comprender la trascendencia y gravedad, de lo que se trata y de sus consecuencias futuras.
Los Convencionales Constituyentes, en su conjunto, podrían hacer mucho más aún, de creer, que su mandato se encuentra cumplido. Ante tan injustificada decisión de no crear y poner en acción los institutos de gestión relevantes ordenados en la Constitución y negados por el gobierno, sus mandatos están más que vigentes. En otras palabras, una pequeña constituyente de los Convencionales con el señor gobernador y sus principales funcionarios, sería un buen inicio de año, para todos.

(*) Jorge Daneri es abogado y especialista en materia ambiental.

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