Secciones
Diario El Argentino
Secciones
Diario El Argentinoviernes 26 de abril de 2024
Editorial

Contaminación del río Uruguay

Contaminación del río Uruguay

Las informaciones que se conocen por algunos medios de comunicación regionales como El Federaense, Reporte Cuatro, El Pueblo, Tal Cual Chajarí y R24N, más la que se puede cotejar en las redes sociales como Facebook, entre otras, son más que elocuentes: el río Uruguay a la altura de Colón está contaminado.  


Como consecuencia de esa contaminación varios turistas debieron regresar a sus lugares de origen antes de lo previsto, con registros de intoxicaciones por supuesta contaminación del agua.
No fueron casos aislados, sino decenas de personas que vacacionaron en Colón y luego se enfermaron con síntomas como vómitos, diarreas, cefaleas y fiebre.
Los testimonios fueron más que elocuentes: muchos de ellos aseguraron que solo bebieron agua mineral y por eso todas las sospechas están dirigidas al río Uruguay. La contaminación llegó y será difícil que se vaya por voluntad propia.
Turistas de Chajarí, Villaguay, San Salvador y de la ciudad santafesina de Rafaela, fueron los que primeros dieron las voces de alarma.
Los agrotóxicos, los efluentes industriales y urbanos, el desmonte nativo, entre otros males, son parte de una cadena de contaminantes que se agravan cuando el río crece como lo ha hecho en estas semanas.
Pero es evidente que la culpa no es de las crecidas, porque esa contaminación ya estaba circulando por las aguas.
Es una voz de alerta que debería preocupar a todos, sin excepciones. No se trata solamente de “salvar” o no una temporada. Eso es lo de menos. Se trata de salvar vidas. Porque hay que decirlo claramente, la contaminación no perdona porque es el rostro de la muerte.
Aguas abajo la situación no ha de ser muy distinta, sino agravada porque hay que sumarle a la contaminante UPM Botnia, la pastera de la muerte que vino para agravar toda esta inmundicia.
Seguramente alguna autoridad esperará que todo pase en unos días, que nadie se atreva a investigar y que siga todo como entonces. Pero estas voces de alarma han quedado registrada y dicen lo más obvio y elocuente: hay que actuar ahora, aunque para algunas cosas puede ser ya tarde. Cuando se habla de saneamiento, en rigor se está describiendo que se dejó contaminar cuando los esfuerzos debieron estar puestos en evitar esos males.
Colón es hoy noticia por estos acontecimientos. Pero es un espejo donde todos los pueblos ribereños deberían comenzar a mirarse. Y lo otro que hay que señalar es la falta de autoridad pública del Municipio de Colón, de la Provincia y de la Comisión Administradora del Río Uruguay (Caru) y de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, que no han atinado a advertir absolutamente nada a los ciudadanos. “Será un episodio aislado”, podrán decir mañana los comunicados oficiales. Pero es un episodio que habla de algo sistemático: la falta de vocación política para gozar de un ambiente sustentable.
El río Uruguay se encuentra herido, contaminado. Es un hecho que hay que asumirlo, caso contrario se perderá para siempre.
 

Este contenido no está abierto a comentarios