Monseñor Lozano se va de Gualeguaychú a su nuevo destino en San Juan de Cuyo

El arzobispo coadjutor es un obispo asignado a una diócesis para ayudar al obispo diocesano y sucederlo cuando termine el mandato. Por lo que cuando monseñor Alfonso Delgado cumpla los 75 años y presente la renuncia (en junio de 2017) Lozano ocupará su lugar.
“Hace un par de semanas me llamaron de la Nunciatura para comunicarme esta decisión del Santo Padre de que vaya como obispo coadjutor a San Juan. El obispo actual cumplirá 75 años en junio de 2017 y pidió un obispo coadjutor para que lo ayude este tiempo y se vaya empapando de la realidad diocesana hasta tanto deba asumir, tras su renuncia”, dijo Lozano ayer a EL ARGENTINO.
El obispo consignó que irá a su nuevo destino a fines de octubre y acerca de por qué se lo eligió, consideró “supongo que habrá habido consultas y algunos habrán señalado mi nombre para la designación. En Cuyo no hay otro obispo más que el actual. Es una sola diócesis toda la provincia, a diferencia de Entre Ríos, que tiene tres”.
Así como usted se va a Cuyo para entrenarse hasta asumir, ¿quién lo hará en Gualeguaychú?, preguntó EL ARGENTINO y Lozano dijo “eso no está previsto. Vendrá otro obispo o alguien para ser ordenado, todavía no lo sé; recién ahora se hace pública la noticia por lo que recién ahora pueden comenzar a hacerse las consultas, y eso lleva un tiempo”.
¿Usted no tiene que recibir al que lo sucederá? “Tengo que irme dentro de los próximos dos meses. Después aquí designarán un sacerdote a cargo, hasta tanto se nombre otro obispo. Hay un equipo diocesano, el colegio de consultores, un grupo de siete u ocho curas que deben votar a cualquier sacerdote de la diócesis para que haga la transición hasta la llegada del nuevo obispo”.
¿Lo sorprendió esta designación? “Sí. No esperaba cambiar ahora. Nosotros estamos siempre disponibles para lo que haga falta. El Papa entendió que yo podía ir allá. Él me conoce muy bien, fui seis años obispo auxiliar suyo, así que voy confiado en que esto es lo que debo hacer ahora”.
¿Por qué se conoce recién hoy (por ayer) la información? “Porque una vez que me lo comunican tienen que contestar a Roma para preparar toda la documentación. Esto lleva un tiempo, y una vez que hablamos con el actual arzobispo de San Juan, acordamos buscar una fecha en la que cada uno estuviera en su diócesis”.
Estando en Cuyo, ¿que tan fácil le será viajar constantemente a Buenos Aires, como hasta ahora, a causa de la Pastoral social? se le consultó y Lozano respondió “hasta ahora viajaba casi todos los lunes. Tendré que reordenar la agenda para hacerlo una vez por mes y trabajar de manera intensiva”.

El escándalo de Nogoyá

Respecto del escándalo que provocó la investigación hecha sobre el convento de Nogoyá Lozano dijo ayer a EL ARGENTINO “me parece que hubo una sobreactuación, tanto del operativo policial como de lo que ha aparecido después en los canales de televisión, sin que esto tuviera una comprobación real. Como de esto ya habló Monseñor Puíggari (arzobispo de Paraná, diócesis a la que pertenece el convento) y prefiero no opinar”
En cuanto a si es posible que esto suceda en el Carmelo de Gualeguaychú, Lozano dijo “nuestro Carmelo cuenta con hermanas muy buenas, que trabajan con sus manos para proveerse el sustento, y además, nos brindan un servicio espiritual hermoso. Tenemos una bendición al tenerlas a ellas y a la otra comunidad, la benedictina, en Victoria”. Acerca de si la práctica de la autoflagelación es parte del reglamento de estos ámbitos, Lozano dijo “no”, para agregar después “en el Carmelo de Gualeguaychú esto no ocurre” y ser tajante en, como dijo “no querer darle más trascendencia al tema”.

Una oración por el ambiente

Al consultarle por la Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación que se celebra hoy, dispuesta por el papa Francisco, EL ARGENTINO planteó que en Gualeguaychú tenemos, entre otros, dos frentes bien marcados: el ya histórico reclamo ambiental en contra de la pastera ubicada a la vera del río Uruguay (a lo que se suma el rechazo a la segunda y ahora, a la tercera planta anunciada por el presidente Vázquez), así como la negativa ciudadana al barrio náutico a erigirse sobre un humedal, cuestiones que no van en sintonía con lo que pide Francisco no sólo para hoy, sino expresamente en su encíclica Laudato Si.
Lozano recordó en este punto que cuando asumió el obispado, el 11 de marzo de 2006, “fui a recibir al lugar del corte (de la ruta internacional 136, sostenido por los ambientalistas en reclamo al gobierno nacional por la instalación de Botnia frete a Gualeguaychú) a los obispos que venían del Uruguay”. Y consideró “el tema de algunos emprendimientos industriales que se están realizando en varios lugares de América Latina obedecen más bien a la idea de derivar algunas industrias que en Europa o Estados Unidos no tienen licencia social o tienen impedimentos de tipo legal y entonces quieren instalarse aquí”.
“No conozco del emprendimiento que anunció Tabaré Vázquez, pero son signos de interrogación acerca de qué tipo de modelos productivos estamos pensando para nuestros países, cuál es el lugar que pensamos para el mundo y de qué manera cuidamos el ambiente, la casa común”.
“El Papa nos pidió que mañana (por hoy) hagamos una oración por el cuidado del ambiente, que es sumarnos a una tradición que la iglesia ortodoxa tiene desde hace unos cuantos años. Espero que podamos sensibilizarnos y ayudarnos a crecer en el cuidado que nos pide Francisco”.
Finalmente, anunció que hoy, en todas las iglesias, las celebraciones tendrán la intención del cuidado ambiental, en tanto como parte de la Pastoral social, participará de la oración ecuménica que tendrá lugar en Buenos Aires, en la Iglesia de San Ignacio.