Nahir declaró ante el fiscal que los disparos fueron accidentales

Permaneció en el lugar hasta las 17:13. La joven fue trasladada desde la Comisaría del Menor y la Mujer, donde se encuentra cumpliendo la prisión preventiva por estar imputada por homicidio agravado por el uso de arma de fuego y por el vínculo al haber dado muerte violenta a Fernando Pastorizzo (20 años) en la madrugada del 29 de diciembre del año pasado de dos disparos de arma de fuego y con quien mantenía una intermitente relación de pareja o noviazgo.

La joven llegó a Tribunales para declarar durante tres horas ante el fiscal Sergio Rondoni Caffa, quien lleva adelante la investigación penal preparatoria (IPP), acompañada por sus abogados particulares. En la declaración no admitió ninguna pregunta y solo se limitó a dar su relato de los hechos.

En diálogo con EL ARGENTINO, su abogado particular Víctor Rebossio, sintetizó la declaración de su defendida al sostener que ella brindó detalles importantes para el esclarecimiento de la muerte de Fernando Pastorizzo, ocurrida en la madruga del 29 de diciembre del año pasado y que conmocionó al país por sus características y contexto.

“Nahir le contó al fiscal que ellos venían desde Pronunciamiento 26, que es la casa familiar de mi defendida”, explicó Rebossio.

También explicó que fue Fernando quien tomó el arma del padre de Nahir -Marcelo Galarza quien es funcionario policial y presta servicios en la Departamental de Gualeguay- y que la víctima manipuló el arma a raíz “de los celos enfermizos que tenía hacia ella”.

“Si bien admitió haber efectuado los disparos, los mismos fueron realizados de manera accidental”, sostuvo Rebossio.

“Ella escuchó explosiones no queridas, porque quien llevaba el arma era Fernando Pastorizzo. Afanosamente le pedía que le devolviera el arma que era de su padre y que él la había tomado desde arriba de la heladera”, reconstruyó Rebossio.

“Él (por Fernando) la llevaba (en la moto) para el lado de su casa (Pastorizzo vive en el barrio ATE I de calle Nágera) y ella le pidió que la llevara para lo de su abuela (en General Paz y avenida Parque). Cuando circulan por calle General Paz, casi Artigas (en el lugar del hecho), la moto pierde estabilidad por el ripio y en ese momento Fernando saca su mano de la cintura para agarrar el manubrio de la moto.

En ese momento, Nahir le toma la pistola y la retira de la cintura, entonces Fernando se da cuenta y frena la moto y es ahí donde se produce el primer disparo accidental.

Los dos se caen del rodado, y cuando ella recapacita y se inclina sobre el cuerpo de él para saber qué había pasó, siente que explota una segunda detonación”, explicó Rebossio el contenido de la nueva declaración de Nahir.

En ese marco es oportuno recordar que Fernando llevaba puesto un pantalón tipo deportivo con elástico en la cintura y los investigadores sostuvieron a EL ARGENTINO que es improbable que una prenda de esas características pueda soportar el peso de una pistola 9 milímetros como se ha descripto. Aunque para la defensa de Nahir ese sea otro capítulo, porque hacen observar que el arma la llevaba en la cintura pero sujeta con la mano.

En ese contexto, Rebossio recordó a EL ARGENTINO que la Justicia cuenta con los más de cien mil mensajes que Fernando Pastorizzo y Nahir Galarza intercambiaron durante un año, donde de manera insistente él le pedía que lo desbloqueara del Whatssap.

La joven estudiante de abogacía declaró en tres oportunidades, dos el día del crimen, la primera vez fue como testigo a pocas horas de que se encontrara el cuerpo de su ex con dos disparos; la segunda, 12 horas después, donde se quebró, reconoció el crimen y luego debió ser alojada en el ala de Salud Mental del hospital Centenario por una crisis de nervios.

Sin embargo, en esa segunda declaración quedaron preguntas sin hacerse por el estado emocional de la imputada que ayer pidió relatar los hechos ocurridos en la madrugada del 29 de diciembre; aunque no aceptó preguntas.

“Luego de las dos detonaciones que Nahir escucha, se va hacia su domicilio y deja el arma arriba de la heladera, ignorando la gravedad del hecho. El padre se levantó para ir a trabajar a Gualeguay y el resto es la historia conocida”, sintetizó Rebossio.

“Fue un accidente, no supe qué hacer, me pudieron los nervios. Nunca en mi vida se me cruzó en la cabeza que podía matar a una persona, ni siquiera por todo el mal trato que me hizo”, declaró Nahir ante el fiscal.

Y pidió aclarar lo siguiente: “En la anterior declaración que hice, que lo que dije lo hice porque no quería que lo culpen a mi papá, porque era su arma. Yo no quería que él tuviera problemas y no le había contado a mi papá lo que había pasado. No sabía qué decir, no sabía qué hacer.

Entonces dije lo que dije. Ese día todos defendían a Fernando… y yo si contaba eso nadie me iba a creer”, declaró ante el fiscal.

“Ahora estoy más tranquila y pude reconstruir lo que me pasó y ahora tengo la culpa de por qué agarré el arma o por qué no la tiré. No quería que pasara eso. Para mí fue un accidente, no supe actuar porque me ganaron los nervios, nada más”, declaró Nahir.

“Ella aseguró que nunca supo del resultado fatal, hasta que la madre de Fernando la llamó por teléfono ese 29 de diciembre a las 7:30 y ahí reaccionó sobre lo ocurrido”, completó Rebossio.