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Diario El Argentinoviernes 26 de abril de 2024
Opinión

Ordenanza de glifosato: “Unas 33 mil hectáreas dentro del ejido quedarían improductivas”, dijo Martiarena

Ordenanza de glifosato: “Unas 33 mil  hectáreas dentro del ejido quedarían  improductivas”, dijo Martiarena

Los máximos referentes de la Mesa de Enlace de Entre Ríos, se reunirán hoy con los concejales para brindar su punto de vista ante el paquete de ordenanzas sobre la prohibición y venta de glifosato dentro del ejido municipal.


En la reunión de comisiones Conjuntas que se desarrollará hoy a las 9 en el recinto, se recibirá a los representantes de la Mesa de Enlace provincial y representantes locales de los gremios del campo.

“Van a estar Daniel Kindebaluc por Fedeco, (Federación Entrerriana de Cooperativas) Elvio Guia por la FAA (Federación Agraria Argentina) Raúl Boc hó por FARER (Federación de Sociedades Rurales Entre Ríos) y Walter Flekamp por la Sociedad Rural Argentina”, explicó a EL ARGENTINO Matías Martiarena presidente de la Federación Agraria Gualeguaychú.

De sancionarse el proyecto del paquete de ordenanzas que prohíbe la aplicación y comercialización de glifosato dentro de ejido, sería un duro golpe al rendimiento productivo de los productores que están dentro del ejido.

“Esos productos son las herramientas que utilizan los agricultores, tamberos y ganaderos, y se la estarían sacando sin darle nada a cambio. Cuando se habla de agroecología suena muy bien, pero debemos tener en cuenta que la producción disminuiría un 40 por ciento, lo que provocaría que muchos campos en la zona fueran inviables de producir por los costos”, agregó el dirigente de la FAA.

“Tenemos el caso de un tambero de la localidad de Urdinarrain que está dentro de la zona de prohibición de pulverizaciones. Él hacía pradera y maíz con el objetivo de contar con alimentos para las vacas. Esto le permitía tener tres vacas por hectárea, y pasó a tener una por hectárea, al no poder producir más el alimento, tuvo que liquidar el rodeo con una genética de 40 años y sus equipos de frio del tambo. El productor y su familia vivían de esto además de sus tres empleados, pero ya no pudo seguir”, relató.

“¿Por qué se llegó a la sojización de la agricultura”? se preguntó Martiarena, “porque hace unos años atrás la tonelada de soja estaba 600 dólares, y las demás actividades como la ganadería estaban restringidas y con la exportación cerradas.

Cuando uno habla del campo tenemos que diferenciar aquellos que estamos con la tierra y adoptamos la ruralidad como forma de vida, esta clase de productores son agro-ambientalistas, es decir que cuidan el recurso suelo y trabajan junto a sus hijos”.

Al referirse a la reunión de hoy en el HCD, agregó: “en todo este contexto vemos que desde la prohibición, al uso desmedido hay un abismo. Desde la Federación Agraria no decimos que el glifosato es agua bendita, porque no lo es, tampoco lo podemos comparar con el detergente. Es un producto químico que debe ser manejado como tal y siguiendo las indicaciones del envase. De este abismo entre la prohibición al uso desmedido hay un camino en el medio en el cual debemos ser responsables y cuidarnos entre todos”.

Trajo a colación que el INTA Castelar tiene realizado un estudio de implementación de maquinarias pulverizadoras con seguimiento satelital, que cuando la estación meteorológica muestra que “las condición es climáticas no son óptimas, manda la señal a la máquina y las pulverizadoras se detienen. Con esta tecnología evitamos que haya mil inspectores recorriendo el campo para verificar las pulverizaciones”.

“Lo que uno le transmite a los socios es que aquel que esté bajo la ley, cumpliendo todas las normativas, será defendido, pero aquel que haga las cosas mal será denunciado, porque tenemos que cuidarnos entre todos”, agregó.

Martiarena reveló que “hemos tenido acusaciones, maltrato hacia nuestras familias, a veces voy caminando por la calle y me gritan asesino, no queremos enfermar a nadie, como tampoco queremos enfermarnos nosotros”.

 

El punto de acuerdo

 

“Hay grupos de ambientalistas que van por el todo de la prohibición, esos son los fanáticos que dicen que no se puede aplicar nada y no se puede tocar ni un árbol, y hay otra gente que es más coherente, pide una regulación y que se cuide el ambiente. Es ahí en donde coincidimos.

Todas las entidades gremiales coincidimos en la necesidad de la regulación, pero si prohíben el uso del glifosato nos sacan una de las herramientas principales para la producción. Hay productos que son más contaminantes y tampoco el proyecto especifica cuál va a ser el organismo de control, nadie habla de una estación meteorológica, de vehículos para patrullar los campos y de una policía ambiental”.

De todos modos felicito a los concejales por esta rueda de consultas que están haciendo con distintos sectores, pero también debemos tener en cuenta, que se va a afectar el rendimiento productivo de 33 mil hectáreas que están dentro del ejido, y estamos hablando de cientos de familias que se van a quedar sin trabajo, como sucedió con el tambero de Urdinarrain. Para nosotros la mejor decisión sería que esto se regule”, manifestó.


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