Opinión
Cuidar el agua que tenemos
En una semana, el planeta estará conmemorando el Día Mundial del Agua, que se celebra cada 22 de marzo como un medio de llamar la atención sobre la importancia del agua dulce y la defensa de la gestión sostenible de los recursos de agua dulce.
La idea es crear conciencia pública sobre el uso y cuidados de este vital líquido, así como de la conservación y desarrollo de fuentes hídricas.
A una semana de esta celebración, en Gualeguaychú asistimos a la lamentable contaminación del Río Uruguay, que ha llegado con sus aguas verdes y cargadas de floraciones a la costa del Ñandubaysal.
Pero sigamos: la creación de un día internacional dedicado al agua fue recomendada durante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (CNUMAD) de 1992 en Río de Janeiro.
La Asamblea General de las Naciones Unidas respondió a esta recomendación designando el 22 de marzo de 1993 como el primer Día Mundial del Agua.
La lectura de la efeméride agrega “Se invitó entonces a los diferentes Estados a consagrar este día, en el marco del contexto nacional, a la celebración de actividades concretas como el fomento de la conciencia pública a través de la producción y difusión de documentales y la organización de conferencias, mesas redondas, seminarios y exposiciones relacionadas con la conservación y desarrollo de los recursos hídricos”.
Todo esto suena hueco cuando nos enteramos que la mega pastera ha sido sancionada con una multa por el país vecino (multa irrisoria e insignificante en relación al daño provocado al Río Uruguay), lo que se parece demasiado a una jugada para la tribuna.
Mientras, personas que en su momento fueron parte de la Asamblea Ciudadana Ambiental de Gualeguaychú - nacida para presentarle resistencia a estos emprendimientos multinacionales en previsión de episodios como el reciente- y que hoy ocupan lugares de importancia en las gestiones gubernamentales, no emiten opinión al respecto.
Mientras tanto, también, pero desde otros lugares, se vuelve a hablar de volver a reclamar ante el Tribunal de La Haya.
Y a la par, la realidad muestra que el verde de las aguas no es natural, que ha sido provocado vaya a saberse por efecto de qué sustancias.
¿Qué nos van a decir las autoridades el 22 de marzo, cuando deban acatar lo que se solicita para ese día, esto es, reflexionar sobre cómo el agua es fundamental para la vida y para las tres dimensiones del desarrollo sostenible: social, económica y ambiental?
En Gualeguaychú hace mucho tiempo que hablamos de la contaminación ambiental y pedimos por el agua limpia, por el aire limpio.
Y esto lo hacemos cuidando lo que nos corresponde y pertenece.
Las estadísticas científicas dan cuenta que en el mundo, 796 millones de personas carecen de acceso al agua y 2.500 millones no disponen de saneamiento básico.
No es nuestro caso.
Por ahora.
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