Empezó con caminatas y hoy es maratonista

 

Más bien, es de las que corren.

Maratones.

Jovial y menuda, nos recibió para contarnos que tiene ocho hijos, quince nietos, cinco bisnietos y desde hace dos semanas, 67 años.

Ha sido -sigue siéndolo- ama de casa,  de allí que cuente que todas las tareas de limpieza, poner en orden y cocinar las haga ella, sin ayuda.

Y como fue cocinera en dos restaurantes   en los que estuvo diez años en cada uno, la  cocina es su fuerte.

Que ahora está dejando espacio a los entrenamientos, desde que Josefa descubrió que le encanta ser parte del pelotón de una maratón.

“Empecé caminando. Fue cuando volví del sur, a donde fui a visitar los nietos y de donde volví con 70 kilos. Dije “esto no va” y empecé a caminar. Cuando en marzo del año pasado  se hizo la maratón de la Memoria, Silvio Marques, el enfermero que atiende a mi esposo, me entusiasmó para hacerla  caminando”.

Márquez lo sabía por ser maratonista y el contacto diario con Josefa y su esposo Raymundo, a quien atiende porque sufrió varios ACV,   hace  que tengan un vínculo cotidiano. Ahora, también es el entrenador de ella.

La convocatoria de esa maratón de 2017 estipulaba dos competencias, una de 4 y otra de 8 kilómetros y la participación en 2 kilómetros recreativos, para hacerlos caminando.

  Y fue en esta sección donde se anotó, “con una amiga, para hacerla caminando. Pero enseguida tuve el impulso de trotar, así que le dejé la botella con agua a mi compañera y salí  trotando. Nunca la esperé para ir juntas, ¡pobre! Quería saber  si podía largar y llegar. Mi meta no es hacer podio, sino no abandonar”,  declaró.

Llegó y decidió que en adelante, era eso lo que iba a hacer: entrenar y correr.

Y prueba de que lo hace son las nueve medallas que cuelgan en un lugar destacado de su comedor y el trofeo que recibió en agosto de 2017, por participar de la Maratón del estudiante que organizó el Pío XII con motivo de los 50 años de la institución.

 Antes de esto, corrió en  la maratón Juntos Hablemos de Cáncer -20 de mayo- que organizó el Hospital y en la que corrió 5 kilómetros en 42 minutos.  “Era mi primera carrera”, dijo quizá para justificar el tiempo que a más de uno debe haberle resultado interesante.

Pero más que los tiempos, a Josefa le gusta correr porque se fija metas, se compromete con los entrenamientos, integra un grupo que por ser la mayor “me miman mucho  y para mí es muy importante que me quieran, me acepten”. Y además, porque de 70 bajó a 57 kilos...

También practica Newcomb, una especie de vóleibol modificado, porque en lugar de golpearse, la pelota se atrapa y se lanza por arriba de la red. El objetivo es no dejarla caer   al suelo. Tiene un grupo mixto y entrenamientos en Racing.

-¿En qué momento sale a entrenar?, le preguntamos y esta marplatense que adoptó Gualeguaychú, donde vive hace treinta años contó “entrenamos lunes, miércoles y viernes, de noche. Salimos del corsódromo, a veces llegamos al anfiteatro y otras, hacemos varias vueltas al corsódromo”. 

Y  de casa a la vieja estación tiene contabilizados 2 kilómetros, que  hace caminando y le sirven de precalentamiento.

 

 

 El hecho de ser maratonista le ha hecho muy bien, porque se la ve así.

“Me siento muy bien, espiritualmente. Y les doy gracias a Dios y a mis viejos, que me ayudan desde el cielo”, compartió, para agregar “cuando corro siento alegría, emoción.

En lo físico también tengo beneficios. Me hago chequeos cada seis meses. Ayer  fui al médico, vio los análisis y dieron de diez”.

 Antes de ver al médico  fue a Gualeguay, a participar de la "Maratón Ciudad de Gualeguay, del domingo pasado.

“Yo corro a mi ritmo. Cuando me canso  empiezo a caminar con pasos largos, para recuperarme. Y llegué: hice los 5 kilómetros en 33 minutos 25 segundos”, detalló para envidia nuestra.

-¿Qué hace Josefa cuando termina una maratón?

Vengo a casa y me como todo. Termino, hago una caminata, estiro y ya me recuperé. Mis compañeros se asombran, porque hasta que empecé a correr, nunca hice deportes.

-¿Y la familia?

Acá no pudo evitar una risa franca y amplia, cuando contó “mi hijo más chico me dice “mamá, vos estás loca”.

Los demás, si bien no han ido a verla correr, apoyan por facebook. “Me felicitan, me dicen “dale por más”. Y más vale que voy por más”, aseguró.

-¿Alguno de ellos va a seguirla?

“¡No! ¡ni ahí! ninguno. Pero siempre digo que si mamá estuviera viva,  saldría a correr conmigo...”

 -¿Y cuál es su objetivo en el corto plazo?

“Ahora mi proyecto es poder lograr un trofeo de los 10 kilómetros. Anoche le dije al entrenador que quiero empezar a trabajar para correr los 10 kilómetros en Buenos Aires, que se corre en agosto. Y ya voy a empezar...”

 -¿ Y para más adelante?

“Seguir. Si no llego a poder cumplir mi objetivo de hacerme con un trofeo en los 10 KM,  seguir corriendo como hoy. Mientras Dios me dé fuerzas, lo haré. Y cuando el cuerpo empiece a pasarme factura,   ahí abandono todo. Mientras tanto, no pienso aflojar...”

Silvina Esnaola

EL ARGENTINO