Una vergüenza

 

Y el rechazo fue unánime.

Por suerte para nosotros, los que no estamos en Rusia y somos argentinos como él, y por lo tanto, padecimos la vergüenza ajena, ahora sabemos que no podrá ingresar a ningún partido ni evento vinculado al Mundial.

 Por orden de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich,  se le retiró el  Fan ID,    una credencial obligatoria e intransferible que deberán tener todos aquellos que pretendan ver un partido de la Copa del Mundo, “por procaz,   deshonesto, e indecente”, tal como aseguró Guillermo Madero, director de Seguridad en espectáculos futbolísticos del Ministerio de Seguridad.

Esto fue en respuesta al comunicado de la embajada de Rusia en Argentina, en el que  manifestó que  se encuentra profundamente indignada por el disparate obsceno y ofensivo  perpetrado por Fernando Néstor Penovi, el hombre del que por estas horas todo el mundo habla y que así fue identificado.

 Se espera que pida disculpas públicamente.

Pero si fue capaz de semejante barbaridad, ¿le dará lo que él y sólo él considera su viveza, para hacer esta disculpa?

Para extraer de esto algo positivo, pensemos en el rechazo generalizado, y que en la medida en que se siga compartiendo su brutalidad, más gente sabrá de qué es capaz.

Aunque si hablamos de capacidad, sólo podemos decir que es poca, porque se creyó más de  lo que es, algo que nunca sale bien.

Y que burlándose de la adolescente dejó sus miserias a la vista de todos.

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