El derecho a votar de los inmigrantes
Los extranjeros que pueden certificar cinco años de radicación permanente en la provincia de Córdoba están autorizados a votar en las elecciones para gobernador, si se empadronan antes del 28 de febrero. Es un trámite sencillo, pero poco conocido.
En realidad, en nuestra provincia, los extranjeros pueden votar para intendente y para gobernador. Lamentablemente, no obtienen ese derecho cívico a través de un único trámite. Por el contrario, el empadronamiento para los comicios provinciales y para los municipales se realiza en lugares y fechas distintas, lo cual puede generar confusiones. Al inscribirse en una de esas dos opciones, el extranjero que desea participar podría pensar que ya queda habilitado para ambos casos. No es así.
De hecho, en este momento sólo están abiertas las inscripciones para el padrón de las elecciones de gobernador. La Municipalidad de Córdoba, aunque ya definió su calendario electoral, todavía no anunció dónde y en qué fecha deberán anotarse los extranjeros.
Se estima que unos 70 mil inmigrantes residentes en la provincia estarían en condiciones de anotarse para votar. Sin embargo, el padrón de extranjeros sólo incluye a 319 personas. Casi todos estos se inscribieron para los comicios de 2015.
Las cifras son tan dispares que podría decirse que no votan. Los inscriptos no equivalen ni al 0,5 por ciento del total de posibles votantes. ¿No les interesa o desconocen sus derechos? Tal vez sea conveniente priorizar la segunda opción, tanto desde la perspectiva del Estado como desde una mirada social.
Si la provincia está dividida en 26 departamentos, en 15 de ellos hubo, en la pasada elección, menos de 70 mil electores. Razonemos por el absurdo y tratemos de imaginar lo que significaría para nuestra democracia que en varios de ellos no se registrara un solo voto, o que sumando los electores de unos cuantos departamentos apenas se registraran unos 300 votantes.
Hoy, para que un extranjero pueda votar no se le exige nacionalizarse. Su nacionalidad es una cosa y la posibilidad de participar en las elecciones, otra muy distinta. Vive, trabaja, paga impuestos, tal vez estudia, quizá tiene hijos cordobeses. ¿Por qué no podría elegir las autoridades democráticas junto a nosotros?
El trámite de empadronamiento es sencillo. En la ciudad de Córdoba, es presencial, pero quienes están en el interior provincial pueden hacerlo por correo postal. El Estado y la sociedad civil deberían aprovechar esta oportunidad: informemos y concienticemos a nuestros conciudadanos inmigrantes para que se empadronen y participen. Si ellos forman parte del presente de nuestra Córdoba, tienen derecho a expresar su expectativa de futuro con un voto.