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Proyecto de ordenanza: “La movilidad eléctrica no es el futuro, es el presente”, dijo Castillo
El concejal Luis Castillo de “Gualeguaychú Entre Todos” elaboró un proyecto sobre movilidad eléctrica y la construcción de sendas exclusivas en la vía pública para el uso del monopatín eléctrico. Es la punta de lanza para comenzar a discutir normativas que permitan circular con motos y autos eléctricos en la ciudad.
POR DIEGO ELGART
EL ARGENTINO
La movilidad eléctrica es la gran apuesta de las grandes metrópolis del planeta para reducir la polución, los ruidos molestos y abaratar el costo de mantenimiento del transporte. Noruega es líder mundial, lo sigue China, Canadá y Estados Unidos con una de las plantas de autos eléctricos más grandes del mundo la Tesla de Elon Musk.
Nuestra ciudad pionera en la concientización y lucha ambiental, no puede quedarse rezagada ante este nuevo fenómeno de movilidad mundial que es imparable.
El concejal por el vecinalismo Luis Castillo junto a su equipo de trabajo impulsan un proyecto de ordenanza para la construcción de sendas exclusivas y el uso de monopatines eléctricos como la punta de lanza de la electro movilidad.
La normativa tendrá en cuenta la velocidad máxima, que el monopatín tenga luces de anuncio y solo podrá circular por la calle. “Para las motos hay que hacer otra legislación porque estas si se tienen que patentar”, aclaró Castillo al tiempo que resaltó: “La movilidad eléctrica no es el futuro, es el presente”.
“Hay una realidad a nivel mundial que está en consonancia con la visión de la Organización Mundial de la Salud acerca de las ciudades sustentables para el cuidado del ambiente como base fundamental del futuro. Dentro de este marco queremos pensar otro tipo de ciudad, como sucede en Estados Unidos y en Europa, para poder terminar con la contaminación sonora y del aire.
Esto hace que se imponga en todo el mundo la movilidad eléctrica, ya sea los autos, motos que son una excelente alternativa al tener menos costos y reducir significativamente el ruido. A su vez están los monopatines que es una alternativa más barata. Las ciudades que mejor se adaptaron a todo esto son la ciudad Autónoma de Buenos Aires y Rosario, lo cual nos obliga a
pensar la ciudad desde el punto de vista arquitectónico, porque tendremos que comenzar a pensar en calles para la utilización de la gente y no de los autos”.
Menos costos en el transporte
El ahorro en la movilidad es significativo, en caso de las motos no hay combustible, no hay aceite y tampoco se debe cambiar bujías. El motor eléctrico va en la rueda trasera de la moto. El único gasto es el recambio de batería que puede ser cada dos años en caso de ser de Gel o cada cinco si es de litio.
Sin embargo pese a que ya hay negocios que están comercializando este tipo de productos en nuestra ciudad, hoy es un riesgo muy alto poder circular. Al vehículo homologado de fábrica pero no por la legislación local y nacional, no se lo puede patentar; no se puede obtener un carné de conducir salvo que el usuario vaya a realizar la prueba de manejo con una moto convencional.
El seguro solo cubre los desperfectos de fábrica, pero en caso de accidente en la vía pública el usuario podría quedar desprotegido en la cobertura al no estar autorizado a circular.
Todos estos inconvenientes se dan paradojalmente en una ciudad que fue un faro nacional en la lucha ambiental, por Botina UPM, los agrotóxicos y el barrio náutico Amarras. Lo mismos sucede con los monopatines eléctricos, al no haber sendas exclusivas en las calles, se hace difícil y el usuario está más desprotegido que si transitara en una bicicleta.
El proyecto del concejal Castillo solo especifica la transitabilidad en monopatines, para regular este tipo de transportes, con uso de casco y que se construyan sendas exclusivas para transitar.
“Tenemos que pensar una ciudad para los próximos diez años y en este aspecto debemos ser ambiciosos, tenemos que también pensar en un transporte público que no sea contaminante desde el punto de vista de los gases y la contaminación sonora, que todo esto redunda en malestar y cambio de humor en la gente que nos termina enfermando para terminar siendo una sociedad enferma”, remarcó.