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Pons: "Todos los meses queremos acercar algo que alegre a los chicos"
El espacio "Jesús niño" asiste a familias atravesadas por el consumo problemático de drogas y pide el acompañamiento de la comunidad.
"Jesús niño es un espacio de primera infancia como primera instancia, porque acompañamos a la familia en su totalidad", declaró a EL ARGENTINO, Dolores Pons, coordinadora del espacio.
"Trabajamos mucho las revinculaciones con mamás y papás, el paternar, acompañamos, abrazamos y contenemos la vida".
Además, detalló que las familias que se acercan al espacio "están atravesadas por la problemática del consumo y la vulnerabilidad social".
"Es necesario, al acompañarlos, el trabajo en red con otras instituciones y organismos como el Consejo Provincial del niño, el adolescente y la familia (COPNAF), la Secretaría Nacional de la niñez, adolescencia y familia (SENAF), Secretaría de Políticas Integrales sobre drogas de la Nación Argentina (SEDRONAR), el municipio, centros de salud, y otras ONGs".
El espacio físico permaneció abierto todos los días hasta el mes de marzo: "Recibíamos a los nenes en grupos de diferentes edades, ahí tenemos talleres de musicoterapia, arte y estimulación en general, con muchos juegos y música".
Pons aseguró que prestan suma atención al trabajo de las emociones: "Hay un taller que se llama 'conectando con nuestros hijos' que se realiza junto a los niños y padres. A veces trabajamos temáticas solo con los padres y otras apuntamos a estimular el vínculo".
El trabajo en pandemia
"En esta época no hemos dejado de tener contacto con los niños y sus familias, realizamos recorridas barriales por todas las casas, donde vemos realmente como están". En estos recorridos mensuales el equipo del hogar intenta aportar algo diferente y significativo para los niños.
Si bien en este momento la organización lleva adelante una campaña de donaciones para navidad, la misma tuvo una acogida enorme y ahora proponen mirar a futuro: "Es importante tener en cuenta los recorridos que vamos a hacer porque ellos tienen que saber que nosotros seguimos estando presentes y siempre es lindo llevarles una alegría".
"Nos acercamos con distintas propuestas y con cosas significativas para ellos, como dibujos, material de librería y demás", para reunir estos elementos, el equipo realiza distintas campañas: "Después de navidad vamos por libros de pintar y de leer para llevarles a las casas. Estas cosas son significativas porque son con las que trabajamos en el espacio".
Además, el grupo realizó asistencia alimentaria todos los mediodías: "Se entregaron viandas a todas las familias del barrio que quisieron retirarlas" y aseguró que, gracias a toda la trayectoria, han formado un vínculo cercano con la gente: "A veces vienen solos al espacio o también los vamos a buscar. Los mismos pibes nos cuentan de alguien que está necesitando y ahí es cuando vamos a buscarlos.
El acompañar del hogar es muy cuerpo a cuerpo y lo hacemos los 365 días del año, no hay sábados, domingos, horarios ni vacaciones, es un equipo muy grande y siempre hay alguien para dar una respuesta o una mano cuando se necesita".
La organización
El espacio Jesús niño, a su vez, forma parte del Hogar de Cristo Nazareth: "Acompañamos también en conjunto con otros centros barriales de Gualeguaychú: Asunción de María y Corazón de María, desde ahí recibimos a todas estas familias".
El Hogar de Cristo Nazareth es una organización religiosa que acompaña a personas con problemas de adicciones y a sus familiares. "Se trata de brindar en primer lugar una contención humana, amorosa, que rompa con la soledad. El Hogar, es por eso, y ante todo, una familia grande que amplía la de cada uno y la enriquece", describen. Dicha contención luego se materializa en asistencia alimentaria, psicológica, legal y laboral.
Si bien el espacio cuenta con profesionales como psicólogos, psicopedagogas y médicos, Pons remarcó que "en el acompañar del Hogar, lo que importa son personas con vocación de acompañar que quieran o que sepan y que tengan la facilidad de mirar y escuchar un poco más profundo a las personas".
La creación del espacio data del 8 de enero de 2015, y nació como una estrategia comunitaria para acompañar "la vida".
"Somos un Centro Barrial que sigue el modelo del 'Hogar de Cristo', implementado en la ciudad de Buenos Aires por los llamados 'curas villeros'".
Los centros barriales fueron naciendo como respuesta a las dificultades de las personas con el consumo de la droga. Esta organización: "Es un espacio alojador, un dispositivo comunitario de acompañamiento para la vida, con un equipo de personas comprometidas con los demás".
Lejos de ser un centro de recuperación de adictos, el espacio simplemente brinda acompañamiento. "Somos una comunidad cristiana que sale al encuentro, se involucra y acompaña a personas y familiares con problemas de drogadependencia, para que desarrollen sus capacidades y transformen la realidad”.
"El hogar de Cristo es una familia y todo aquel que va, transita y vive, lo siente como un hogar porque hacemos un acompañamiento muy familiar", finalizó Pons.