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El merendero "La Gurisada" alimenta a más de cuarenta familias y necesita donaciones
La falta de recursos está azotando al merendero La Gurisada, ubicado en Roca 775, y pidieron ayuda a los vecinos de Gualeguaychú.
Claudia Cáceres, una de las encargadas del lugar, dialogó con EL ARGENTINO y explicó su situación actual: "La verdad es que estamos necesitando ayuda porque cada vez se nos hace más difícil costear los gastos para sostener a la gente que viene al merendero a buscar las viandas los días martes y la merienda que se hace a los chicos los días viernes".
A pesar de que el merendero recibe ayuda municipal, actualmente no llegan a abastecer a toda la gente que lo necesita: "Estamos muy agradecidos por la ayuda del municipio, nos dan módulos de mercadería para una cierta cantidad de familias", precisó.
Fuera de esto, La Gurisada se sostiene con donaciones de los vecinos de la ciudad, pero en este momento escasean. "No tenemos entidad política ni religiosa alguna y no recibimos ayuda de otro lado", expresó y detalló: "La gente viene los martes y se lleva su vianda y un módulo de mercadería para poder costear la semana".
El espacio
El lugar físico del merendero está ubicado en una parte de la casa de Cáceres: "No tengo un gran espacio pero por la pandemia solo retiran las cosas y comen en sus casas", afirmó y agregó: "Hasta ahora tenemos alrededor de 40 familias y 100 chicos, pero no tenemos números exactos porque varía en la cantidad que vamos teniendo porque estamos abiertos a quien lo necesite".
Junto a su marido, Ricardo Martínez, y otro compañero, Alberto Cheveste, Cáceres realiza las viandas para repartir: "Somos 3 los que estamos fijos todo los martes y viernes, pero por ahí alguna que otra persona que se arrima a colaborar cuando pueden".
"Acá en nuestro barrio ayudamos mucho a los niños y abuelos, mis hijos me han dado una mano gigante porque son los que buscan los tuppers a las casas y reparten", reconoció y se sinceró: "En este momento estamos muy complicados para cocinar y para armar los bolsones, hay algunos jubilados que no reciben el bolsón de PAMI porque no tienen algunos trámites, pero nosotros tratamos de acercarles un poco de mercadería todas las semanas".
Por otro lado, mencionó: "Algunas mamás tienen hijos mayores de 6 años y no reciben tarjeta Alimentar, entonces acercamos un modo de mercadería para ellas también".
Su historia
Según especificó Cáceres, todo comenzó cuando junto a su marido formaron un equipo de fútbol femenino: "La Gurisada se ocupaba de contener a las nenas a partir de los 10 años, adolescentes y madres solteras", detalló.
A través del fútbol, el dúo buscaba contener y distraer a todas aquellas mujeres que estuvieran pasando por un momento difícil.
"También juntabamos mercadería para ayudar, pero después empezamos dando meriendas a las mamás que iban con los hijos o preparando comidas para que pudieran participar y distenderse", aclaró. "Cuando arrancó la pandemia habíamos parado, entonces una manera de poder ayudar fue entregando viandas y merienda, pero como el presupuesto no nos daba tuvimos que hacerlo solo dos veces a la semana".
A pesar de que en un principio solo se abocaron a las chicas que jugaban en el equipo, poco tiempo después abrieron sus puertas a todo el barrio y actualmente reciben gente de toda la ciudad: "Se expandió un poco más de lo que nosotros queríamos abarcar, llegó un momento en el que lo hicimos libre. Ahora es para quien lo necesite, y viene gente de todos lados, de barrio La Cuchilla, Arroyo Gaitán y demás".
La situación del barrio
En medio de la pandemia, los sectores más carenciados fueron los más golpeados: "La gente ya no sabe qué hacer, muchos perdieron sus trabajos y otros que viven de changas ya no pueden trabajar", se sinceró. "Muchas personas que dependían del día a día, o de los comedores escolares donde tenían contenidos a los chicos, hoy se encuentran con muchas dificultades".
Incluso, Cáceres apuntó a las problemáticas se viven en el barrio con respecto a la educación: "Muchos chicos no pudieron estudiar porque no tienen internet ni la posibilidad de hacer fotocopias", e incluso, expresó que muchos padres no pudieron acompañar a sus hijos con las tareas del colegio al no tener sus estudios terminados.
Donaciones
En cuanto a los alimentos que más necesitan , Cáceres mencionó que últimamente se les dificulta mucho conseguir carne, verduras, aceite, fideos, arroz y leche.
“Estamos buscando toda la ayuda posible, hace poco logramos comprar una olla porque unos emprendedores hicieron una rifa en beneficio del merendero, pero igualmente nos faltan una cantidad de cosas”, aseguró.
“Estamos necesitando con suma urgencia un freezer, compramos uno que estaba nuevo por fuera pero desgraciadamente la cañería estaba en mal estado. Sólo anduvo dos días y no podemos pagar el arreglo”, y profundizó: “Se necesita porque a veces nos donan leche en sachet y no tenemos donde ponerla”.
Otro alimento difícil de conseguir para el merendero es el pan: “Es súper escaso y tampoco tenemos movilidad, normalmente buscamos las cosas en remis o caminando”, se lamentó.
Inclusive, las donaciones de ropa y calzado también son bienvenidas; “Eso llega y vuela, se da todo, siempre estamos viendo quien necesita para alcanzar las cosas”.
Toda ayuda puede acercarse a la vivienda de Cáceres, ubicada en Roca 775, entre calles Juan B. Justo y Jauretche, o bien comunicarse vía telefónica al: (3446) 15408992.