“María es modelo y maestra del creyente” dijo Zordán en las homilías de fin y comienzo de año

En las homilías de Año Nuevo el obispo de Gualeguaychú, Monseñor Héctor Zordán, se refirió a la Navidad, en su extensión, al final del año y al comienzo de otro y a la Jornada Mundial de la Paz.

“Hoy tenemos tres acontecimientos para celebrar: la Navidad que seguimos celebrando como una gran fiesta que se prolonga varios días y se va desplegando día a día; el final de un año y el comienzo del otro, para el cual pedimos la bendición de Dios y la Jornada Mundial de la Paz, a la que nos convoca el Papa Francisco cada primer día del año” explicó el Obispo de Gualeguaychú.

Y exclamó  ¡Qué bien viene la bendición que invocaban los sacerdotes del Antiguo Testamento sobre el pueblo de Dios reunido en las vísperas de las grandes celebraciones o en el comienzo del año judío!

Para Zordán, “También nosotros invocamos la bendición de Dios sobre este año que comenzamos con aquellas tan lindas expresiones del libro de los Números: “Que el Señor te bendiga y te proteja; que el Señor haga brillar su rostro sobre ti y te muestre su gloria; que Él te muestre su misericordia y te dé la paz”.

“Ya hace 55 años que, por una genial intuición del Papa Pablo VI, celebramos la Jornada de la Paz cada 1ero de enero. Este año el Santo Padre Francisco nos propone como lema tres palabras: Diálogo entre generaciones, educación, trabajo; las tres son presentadas como instrumentos para construir una paz duradera” explicó.

“Y la Navidad que continuamos celebrando. El acontecimiento que nos relata el Evangelio de este día nos ubica de nuevo frente al pesebre del nacimiento. Y en él, queremos hacer foco en María, la madre. De hecho, la de hoy es una fiesta eminentemente mariana: celebramos a María, la madre de Dios, en el contexto más amplio de la celebración de la Encarnación del Hijo de Dios” dijo.

Más adelante, Zordán sostuvo que “María, madre de Dios, es el título más lindo y más grande que podemos ofrecerle a María. Es la misión que el Padre le encomendó en el proyecto de salvación. Es el título del que dependen todos los demás títulos y los honores que podemos ofrecerle a María. Ella es grande porque es Madre de Dios”.

“En la segunda lectura de la Palabra de Dios, San Pablo nos presenta el misterio de Jesús: nacido en la plenitud de los tiempos, nacido de una mujer para hacernos hijos de Dios. Sin nombrarla, se hace referencia a María, la madre de Dios” destacó el prelado.

Y agregó “en esta fiesta no sólo elogiamos y honramos a María por ser la madre de Dios, sino que celebrándola con ese título hacemos una magnífica profesión de fe en el misterio de la Encarnación: el Hijo de Dios que se hace hombre y viene a vivir entre nosotros para salvarnos. En la persona de Jesús Dios y el hombre se encuentran y se unen profundamente”.

“María es el camino que Dios ha elegido para acercarse al hombre; María será también el sendero que debemos recorrer para encontrarnos con Dios. Y esta es la primera invitación de la Palabra de Dios de este día: pasar por María para encontrarnos con Dios” dijo.

“En el evangelio se nos dice que María guardaba todas estas cosas: lo que vivía, lo que sucedía a su alrededor, lo que pasaba con su Hijo recién nacido…; y las meditaba en su corazón. María es modelo y maestra del creyente, que debe ser un hombre, una mujer de fe, de mirada contemplativa sobre lo que pasa a su alrededor para descubrir la mano de Dios en esos acontecimientos. Y aquí la segunda enseñanza de la Palabra de Dios de hoy: aprender de María a tener una mirada creyente sobre los acontecimientos y un corazón contemplativo para ser discípulos de Jesús” concluyó.