# Un merecido homenaje
Ayer la Cámara de Diputados de la provincia le rindió un homenaje y reconocimiento al cardenal Estanislao Karlic, obispo emérito de Paraná. Y el Poder Ejecutivo lo declaró ciudadano ilustre de Entre Ríos.
Los legisladores y el gobernador adoptaron esta iniciativa para reconocer la trayectoria de Karlic no sólo dentro de la Iglesia Católica sino su prédica y su positiva influencia en el conjunto de la sociedad.
El 24 de noviembre, Karlic recibió en Roma, de manos del Papa Benedicto XVI, el birrete rojo que lo convirtió en un miembro más del colegio cardenalicio, junto a otros 23 prelados de distintas partes del mundo católico.
El cardenalato le llegó a los 81 años, luego de haber estado veinte al frente de la Iglesia de Paraná, y tras presidir durante dos períodos consecutivos la Conferencia Episcopal Argentina (CEA).
El reconocimiento a Karlic fue no sólo por su destacada personalidad como intelectual, sino por ser portador del mensaje de paz y de integración social.
# El oficialismo opositor
Después de las elecciones provinciales del 18 de marzo el mapa político entrerriano se caracteriza por una sobrada expansión oficialista y una casi nula oposición.
La actual gestión provincial no tiene por el momento un liderazgo individualizado de la oposición. La Unión Cívica Radical todavía no se repone de su éxodo, y no se vislumbra por el momento quien encarne la voz del centenario partido; la Concertación es apenas una expresión cada vez más débil; y el Socialismo a pesar de su diputado nacional, no logra remontar vuelo.
Lo que ocurre a nivel de partidos políticos, también pasa en los frentes gremiales. Ya se sabe que la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN) es oficialista y tiene ?banca? a través del diputado José Allende; la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) tiene una conducción nueva que todavía no ha dado sus pasos más firmes; y sólo quedan los trabajadores de la educación nucleados en la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (AGMER), acaso el gremio más democrático de la provincia.
Así las cosas, la oposición más firme que deberá enfrentar el gobernador por estos momentos está en su propio seno y la llevan adelante los ?justicialistas despechados? que no han sido nominados para el reparto del poder desde el Estado.
Algo se ha consolidado. El oficialismo ya disciplinó a los solanistas e incluso a los referentes de la Concertación hoy en la Cámara de Diputados. Y la oposición aún está estudiando a sus referentes para esta nueva etapa.
El escenario para Urribarri es inmejorable: cuenta con los votos, posee en estos días una creciente imagen positiva, sabe que contará con el gobierno nacional, heredó una provincia sin demasiados traumas o ?incendios? que superar y además puede sacar las leyes a su gusto y antojo.
Así las cosas, el gobierno sabe que hoy por hoy la oposición vendrá de los ?peronistas? desocupados que buscan un ?lugar? en el Estado.
Pero, la democracia necesita además de un oficialismo con carácter, una oposición fuerte. Y por el momento, nadie asoma en el horizonte. Por eso el oficialismo también es su propia oposición.
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