# Los menores sin protección
A los menores en Argentina los amenazan varios peligros, pero tal vez nunca como hoy están siendo amenazados por la televisión.
No se trata solamente de que se viola continua y permanentemente el llamado ?horario de protección al menor? (que debería ser de 24 horas, dicho sea de paso) sino que incluso las propuestas de programas tienen en sí misma la insolencia, el mal gusto y una serie de excesos que ya son imposibles de explicar y justificar.
Un lenguaje provocador, ramplón y en la mayoría de los casos hasta con términos insultantes y discriminatorios, expresan los ?mensajes? que reciben los menores por medio de la televisión y que ingresa a los hogares como un ?invitado? que no pide permiso.
La amenaza no sólo es para los menores, porque los adultos con responsabilidad familiar también padecen esas circunstancias. Ahora, los informativos -especialmente el de América Noticias- que mostró las fotos del caso Dalmasso, llegó a un límite que no se debe tolerar.
No alcanza con la explicación del canal al sostener que quisieron mostrar las fotos de un expediente y que privilegiaron la noticia: suena más a justificativo, a excusa, a seguir insultando la inteligencia.
Ya no se privilegia el respeto a la justicia, se ha perdido el sentido común y especialmente el respeto a la intimidad de las personas e incluso a la memoria de una víctima.
Habría que recordar que el gobierno tiene potestades. Porque cuando se les otorgó las licencias -en el caso de América hasta el año 2022-, se convocó a las empresas a comprometerse con los valores culturales de la Argentina.
A la hora de informar no debe prevalecer la impunidad y mucho menos el ejercicio de una libertad de expresión sin responsabilidad.
# La deuda interna
El último sondeo realizado por la Universidad Católica Argentina (UCA) denominado ?Barómetro de la Deuda Social Argentina?, sostiene que el crecimiento de la economía no siempre está acompañado con un período de bonanza que alcance a todos los sectores de la sociedad. Aún con los datos positivos que muestra el mercado, una franja de la población, sobre todo la de estratos bajos, arrastra severos problemas de empleo, a lo que se agregan dificultades para acceder a la vivienda y complicaciones para cubrir con los ingresos el costo básico de la canasta familiar.
El ?Barómetro de la Deuda Social Argentina? que realiza anualmente la UCA, indica que el progreso económico no siempre conlleva el desarrollo humano de sus habitantes, por lo que analizan si el primero (repunte económico) tiene impacto negativo o positivo en la gente.
El Barómetro de la Deuda Social Argentina se propone como un instrumento nuevo para la observación y el análisis de la realidad social del país, cuya originalidad radica en tomar como punto de partida la definición de la deuda social como déficit de desarrollo humano, identificando un conjunto significativo de indicadores objetivos y subjetivos de las capacidades humanas no realizadas en cuanto a los recursos, logros y satisfacciones constitutivos de un desarrollo integral.
Dicho estudio establece que uno de cuatro argentinos sigue con serias dificultades para conseguir empleo. No es un dato menor, si se tiene en cuenta que desde la macroeconomía se viene sosteniendo que los ?números? están cerrando bien.
La realidad demostrada por la UCA, que se refleja en el descontento social que expresan los que sí tienen trabajo, es una radiografía de que las cosas -cuando se le ponen rostro, nombre y apellido- no andan tan bien como dicen los fríos y anónimos números.
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