Acuerdo con buitres: mucho más que el fin del default
.por Gabriel Profiti En el acuerdo con los holdouts el Gobierno deposita mucho más que la búsqueda de archivar el default, sino que fija allí el kilómetro cero de su plan económico y un delicado entramado de pactos para la gobernabilidad con opositores dialoguistas.
Ese entendimiento también expuso una batalla en el FPV-PJ, donde un sector más moderado intenta debilitar al kirchnerismo y los leales a la ex presidenta Cristina Fernández juegan fuerte como opositores al fracaso de Macri, ya sea por convicciones ideológicas o por mera supervivencia política.
En el Gobierno hay confianza en que finalmente el Congreso aprobará una paquete ómnibus que incluye la derogación de las leyes Cerrojo y de Pago Soberano y también la autorización del endeudamiento para hacer frente a los acuerdos alcanzados al amparo del juzgado de Thomas Griesa.
Con la fecha del 14 de abril como límite para sellar los entendimientos, el ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat Gay, concurrió el viernes a la Cámara de Diputados, donde se trenzó con el ahora diputado Axel Kicillof.
El kirchnerismo ya adelantó que no dará quórum y votará en contra, pero Cambiemos viene trabajando para que haya nuevos desprendimientos del Frente para la Victoria, como el Frente Renovador de Sergio Massa o el Bloque Justicialista de Diego Bossio, con la seguridad de que finalmente terminarán dando el OK.
El plan del Gobierno es aislar al kirchnerismo. Según la lectura que hace el presidente bis, Marcos Peña, hay un 30% de la sociedad que nunca va a avalar las políticas macristas, por lo que la intención es operar con los representantes del 70% restante, entre los que hay muchos peronistas orgánicos. Mientras tanto, las encuestas continúan dándole la derecha a Macri, aunque algunas de ellas comienzan a mostrar retrocesos en la popularidad de la gestión presidencial y en la confianza de la sociedad respecto del éxito de las políticas aplicadas.
Este contenido no está abierto a comentarios