El calor y sus consecuencias
Los calores recientes han dejado en evidencia la demanda excesiva que hay de energía eléctrica y agua.
Excesiva, quizá, para lo que hay para distribuir entre todos.
Mientras los expertos consultados en el orden nacional señalan que para revertir la crisis energética (la falta de energía, de generación de ella) se necesita un programa de obras de gran medida y costos, otra vez se pide a la ciudadanía el uso racional para no generar colapsos.
Está bien que se pida mesura, pero ¿cuánto hace que se reitera este pedido?
Es acertado que la población debe tener conciencia de que el agua de red es un servicio por el que todos pagamos, que tiene un costo considerable volver potable el agua del río y que en consecuencia, es de esperar que no se la derroche.
Pero también lo es que hay actividades comerciales que basan su servicio en la utilización del agua, de ahí que corresponda que sean éstos los primeros usuarios a los que se les aplique el medidor de agua.
De esta forma, se estará conociendo cuánto consumen y estarán pagando por ello.
Nada diferente de las industrias y los comercios que abonan una tarifa especial por utilizar la energía eléctrica.
No obstante todo lo dicho, cabe señalar que no por esperable, el llamado de atención a las autoridades mantiene su vigencia, toda vez que la ciudadanía puede cuidar, pero no generar.
Está claro a quiénes les corresponde hacerlo con la energía eléctrica y el agua de red.
Excesiva, quizá, para lo que hay para distribuir entre todos.
Mientras los expertos consultados en el orden nacional señalan que para revertir la crisis energética (la falta de energía, de generación de ella) se necesita un programa de obras de gran medida y costos, otra vez se pide a la ciudadanía el uso racional para no generar colapsos.
Está bien que se pida mesura, pero ¿cuánto hace que se reitera este pedido?
Es acertado que la población debe tener conciencia de que el agua de red es un servicio por el que todos pagamos, que tiene un costo considerable volver potable el agua del río y que en consecuencia, es de esperar que no se la derroche.
Pero también lo es que hay actividades comerciales que basan su servicio en la utilización del agua, de ahí que corresponda que sean éstos los primeros usuarios a los que se les aplique el medidor de agua.
De esta forma, se estará conociendo cuánto consumen y estarán pagando por ello.
Nada diferente de las industrias y los comercios que abonan una tarifa especial por utilizar la energía eléctrica.
No obstante todo lo dicho, cabe señalar que no por esperable, el llamado de atención a las autoridades mantiene su vigencia, toda vez que la ciudadanía puede cuidar, pero no generar.
Está claro a quiénes les corresponde hacerlo con la energía eléctrica y el agua de red.
Este contenido no está abierto a comentarios