El frío castiga a quienes no tienen gas natural
EL ARGENTINO informó sobre el consumo record de energía eléctrica que acaba de registrarse a causa de las bajas temperaturas que soportamos a consecuencia de la ola polar que se registra en casi todo el país.
Esto debe ser un nuevo llamado de atención para que las autoridades políticas gestionen la extensión de la red de gas natural, el elemento más económico para calefaccionar una vivienda.
Hace tiempo en Gualeguaychú el litro de querosén vale a precio de oro y el gas envasado -paradójicamente, el más utilizado en los barrios alejados del centro- tiene un costo superlativo comparado con el proveniente del gasoducto.
Pero cuando hace frío, la gente necesita estar en ambientes cálidos o al menos, a una temperatura tolerable.
Entonces se hecha mano a las estufas eléctricas en todas sus variantes, a pesar de saber que la boleta acusará recibo de este gasto extra.
Esto no sería tan gravitante si no fuera por los riesgos que corre el sistema de distribución cuando a determinada hora el consumo es excesivo, de la misma manera que se oye decir cuando en verano el calor agobia y se recurre al encendido de los acondicionadores de aire.
La conclusión es que urge continuar la extensión de la red de gas natural, que podrá hacerse planteando distintas posibilidades, como en su momento fue la contribución por mejoras, que tanta polémica generó.
También habrá que reactivar los consorcios e incluso podrían generarse planes de financiación de manera que con el consumo se vaya saldando el costo de la instalación domiciliaria.
En tiempos electorales, vendría bien escuchar propuestas relacionadas con gestiones en el sentido de dotar a la mayor cantidad de sectores de la ciudad de un elemento tan práctico como económico.
Porque aunque se anuncien que estos serán los últimos fríos intensos del año, los requerimientos serán idénticos cuando el frío vuelva a instalarse en 2012.
Para entonces, quién sabe, a lo mejor ya se habrán puesto en marcha algunos trabajos, que es lo que la gente espera, porque los anuncios no bastan cuando se termina el tubo o la garrafa.
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