La atención de la salud
Casi al finalizar septiembre se supo del encuentro que mantuvieron el IOSPER, PAMI y dieciocho obras sociales sindicales, en el que acordaron realizar una campaña en contra del cobro de plus, lo que consideran “un flagelo que afecta a los afiliados de todas las obras sociales por igual”.
El trabajo conjunto se propone fortalecer el sistema de obras sociales frente a las exigencias de los prestadores.
Exigencias que tienen por fundamento el desfasaje que se produce entre el convenio firmado por los prestadores y cada obra social, con el incremento de precios a causa de la inflación.
Pero a los que debe hacer frente cada afiliado, como si el costo de vida no los alcanzara.
Incluso y a causa de la reticencia a firmar acuerdos, muchas personas se encuentran con la novedad de que en su ciudad no pueden atenderse la salud portando órdenes, sino que deben hacerlo abonando la consulta y gestionando un reintegro, que demora sesenta días o más en llegar.
Y esta última situación, se enfatiza, ocurre sólo en Gualeguaychú, porque las coberturas explican a sus afiliados que en el resto de la provincia funcionan con normalidad.
¿Qué sucede entonces?
No ha faltado la propuesta por parte de un empleado de alguna obra social a un beneficiario y sostén de la organización, de trasladarse a la ciudad más cercana -Concepción del Uruguay, concretamente- lo que a todas vistas es un despropósito.
En definitiva, es poco lo que se puede hacer.
“Y después es malo el gaucho si los pelea”, enseña Martín Fierro, como para que todos tomemos nota.
El trabajo conjunto se propone fortalecer el sistema de obras sociales frente a las exigencias de los prestadores.
Exigencias que tienen por fundamento el desfasaje que se produce entre el convenio firmado por los prestadores y cada obra social, con el incremento de precios a causa de la inflación.
Pero a los que debe hacer frente cada afiliado, como si el costo de vida no los alcanzara.
Incluso y a causa de la reticencia a firmar acuerdos, muchas personas se encuentran con la novedad de que en su ciudad no pueden atenderse la salud portando órdenes, sino que deben hacerlo abonando la consulta y gestionando un reintegro, que demora sesenta días o más en llegar.
Y esta última situación, se enfatiza, ocurre sólo en Gualeguaychú, porque las coberturas explican a sus afiliados que en el resto de la provincia funcionan con normalidad.
¿Qué sucede entonces?
No ha faltado la propuesta por parte de un empleado de alguna obra social a un beneficiario y sostén de la organización, de trasladarse a la ciudad más cercana -Concepción del Uruguay, concretamente- lo que a todas vistas es un despropósito.
En definitiva, es poco lo que se puede hacer.
“Y después es malo el gaucho si los pelea”, enseña Martín Fierro, como para que todos tomemos nota.
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