La carne todo un lujo
El precio de la carne vacuna se incrementó un 58 por ciento en los últimos doce meses, la aviar un 39 por ciento, y un 42 por ciento la porcina. Entre las principales causas del incremento de la carne de vaca está la caída en la oferta de ganado y las malas condiciones climáticas, que impactaron negativamente en la oferta en los últimos meses, lo que aceleró fuertemente la suba en los precios del ganado en pie y, aunque en menor medida, de los cortes al consumidor. En agosto, el precio promedio del ganado en pie fue un 81% superior al observado en igual mes de 2013. Es claro que en los últimos años cuando la carne bovina, que es la preferida históricamente por los argentinos y está asociada directamente a su identidad cultural, aumenta de precio su consumo empieza a caer. Si bien la diferencia en cantidades consumida con relación a las otras carnes sigue siendo abrumadora, la relación comienza a ser mucho más dinámica en favor de la carne de pollo, y especialmente de cerdo. La historia se repite una y otra vez, en vez de reunirse con todos los sectores de la cadena cárnica mejorar las líneas de créditos para compra de vientres y mejoramiento de genética, el gobierno aplica el cepo al cerrar las exportaciones de carne, provocando momentáneamente que el precio baje, pero con el tiempo al haber menos producción inevitablemente la carne seguirá subiendo empujando la inflación. Al final estas medidas espasmódicas, terminan en el cierre de frigoríficos, la destrucción del empleo y el abandono de la actividad de cientos de productores ganaderos por falta de rentabilidad. Hasta que este ciclo de destrucción no se termine, los argentinos seguiremos viendo la carne como un lujo para pocos.
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