Ni auriculares ni teléfono
Como si nunca lo hubiésemos hecho, otra vez tenemos que hablar de la manera en que se comportan los conductores y peatones.
Es que a pesar de la tarea de concientización que se hace, puede verse a gente de todas las edades caminando con los auriculares colocados, que les impide escuchar la proximidad de un auto.
Como tampoco miran antes de cruzar, no pocas veces han evitado por milagro que los atropelle una bicicleta cuando no, un automóvil.
Hace pocos días supimos del fatal siniestro que terminó con la vida de un adolescente, pero esto parece no hacer mella en los aludidos en esta columna.
Y qué se puede decir de quienes conducen hablando por teléfono, pese a estar prohibido y a pesar de lo que llegarían a provocar con esta actitud.
Ya es hora de que los controles sean estrictos y se detenga al vehículo cuando la persona al volante está infringiendo la ley.
Porque un descuido puede tenerlo cualquiera, pero la disposición a hablar por teléfono no es precisamente un desliz, sino la muestra de la desidia y el poco respeto hacia los demás.
Y en la calle, todos debemos respetar lo establecido para el uso del espacio público.
Y en el caso del tránsito, estas son apenas dos muestras de lo que no debe hacerse. Porque si enumeramos todas las faltas, tendríamos que utilizar un espacio mucho mayor que una columna.
Es que a pesar de la tarea de concientización que se hace, puede verse a gente de todas las edades caminando con los auriculares colocados, que les impide escuchar la proximidad de un auto.
Como tampoco miran antes de cruzar, no pocas veces han evitado por milagro que los atropelle una bicicleta cuando no, un automóvil.
Hace pocos días supimos del fatal siniestro que terminó con la vida de un adolescente, pero esto parece no hacer mella en los aludidos en esta columna.
Y qué se puede decir de quienes conducen hablando por teléfono, pese a estar prohibido y a pesar de lo que llegarían a provocar con esta actitud.
Ya es hora de que los controles sean estrictos y se detenga al vehículo cuando la persona al volante está infringiendo la ley.
Porque un descuido puede tenerlo cualquiera, pero la disposición a hablar por teléfono no es precisamente un desliz, sino la muestra de la desidia y el poco respeto hacia los demás.
Y en la calle, todos debemos respetar lo establecido para el uso del espacio público.
Y en el caso del tránsito, estas son apenas dos muestras de lo que no debe hacerse. Porque si enumeramos todas las faltas, tendríamos que utilizar un espacio mucho mayor que una columna.
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