“Sigan adelante…” fueron las palabras del Papa Francisco a los ambientalistas
Si bien no pudieron concretar la audiencia privada con el Papa, como estaba previsto, tres asambleístas, entre ellos Gilda Bilinski de Veronesi, pudieron acercarse a él, recibir palabras de aliento y su bendición. Las cartas de todas las asambleas ambientalistas fueron entregadas a Obispos que se encargarían de hacerlas llegar al Papa.
“Esta vez tenemos la esperanza firme de que las cartas que hemos entregado van a llegar a manos del Papa”, dijo en principio Gilda Bilinski de Veronesi en diálogo con EL ARGENTINO.
“Fue una fiesta maravillosa para los creyentes y nosotros fuimos como luchadores en defensa del medioambiente”, indicó además en referencia a su vivencia en Paraguay durante los días que el Sumo Pontífice estuvo en ese país.
Los inicios
Los inicios de esta misión, comenzaron a gestarse en marzo, “cuando estuvimos en Formosa, que fue sede de la Reunión de las Asambleas de la Región Litoral. En esa asamblea ya se sabía que el Papa vedría a Latinoamérica y se acordó gestionar una reunión, en el caso de los formoseños por la planta nuclear que se planea instalar en su provincia. Además en ese encuentro hubo otras asambleas de Entre Ríos, Corrientes, Córdoba y Chaco, entre otros”.
“Fue así que tomamos coraje, nos fuimos organizando, se debatió, y los formoseños que nos invitaron, un día nos dijeron ‘vengan que tenemos un lugar para Gualeguaychú’”, dijo Gilda que ayer por la tarde estaba recién llegada a su hogar.
Asimismo, contó que la nueva carta “tiene mucho que ver con la Encíclica, por un lado le transmitimos nuestra alegría de que él siga pregonando en el mundo lo que ya hemos perdido como planeta y lo que aún puede recuperarse”.
En este sentido, la asambleísta contó que junto a su marido el asambleísta Juan Veronesi, compraron la Encíclica del Papa Francisco y la analizaron de manera detallada.
“Yo viajé en representación de la Asamblea Ciudadana Ambiental de Gualeguaychú (ACAG) y también representando a Entre Ríos, realmente me sentía en el compromiso de ir bien preparada”, aseguró Gilda quien añadió que la claridad que notó en la Encíclica del Papa la ayudó a armar la nueva carta que sería entregada.
El viaje
El miércoles pasado comenzó el peregrinar de la integrante de la ACAG. Gilda llegó el jueves a Formosa y esa misma tarde el grupo partió a Asunción, donde se sumaron ambientalistas del vecino país.
A partir de que el grupo se completó se mantuvieron en Asamblea Permanente. “Todo estaba muy asegurado en Paraguay por la visita del Santo Padre”, señaló Gilda a EL ARGENTINO.
“El viernes a la tarde llegó el Papa a Paraguay y nosotros éramos un grupo de unas 16 personas, que nos movíamos en dos autos con chapas paraguayas y uno argentino. Nos habían dado la palabra de que estaba todo listo para reunirnos con el Papa, pero el viernes nos informaron que los luchadores ambientalistas no tendrían las tarjetas de invitación para entrar al lugar donde eran las audiencia con todas las organizaciones”.
“El ánimo se nos vino al piso. Pero pensamos que teníamos una misión y que íbamos a seguir”, recordó Gilda desanimada.
Y la misión siguió
A partir de ese momento, los asambleístas comenzaron a tender líneas y consiguieron el contacto con un sacerdote amigo que los comunicó con un Obispo.
“Los Obispos estaban en otra ciudad, en Luque. Este obispo nos dijo que el sábado de 8 a 9, nos esperaba en Luque… llegamos a esa casa, habíamos llevamos todas las cartas y todo lo que sabíamos de la Encíclica. Nos recibió el Obispo, fuimos a rezar y comenzaron a reunirse los Obispos de todo el país y países limítrofes con nosotros y comenzamos a tener un diálogo. Les entregamos nuestras cartas. Fue muy llamativo ver a los Obispos que se dieron cuenta de que teníamos un conocimiento profundo de la Encíclica. Los Obispos nos escucharon la problemática de Salta, de Formosa, la nuestra, la de los hermanos paraguayos y a partir de ahí comenzaron a hacernos preguntas. Hablamos sobre los saqueos y los permisos que otorgan los Gobiernos… hablamos mucho”.
“No me olvido la respuesta del Obispo, que nos dijo ‘ustedes los luchadores asambleístas no son unos improvisados”, sostuvo la integrante de la ACAG.
“Hicimos una asamblea ahí en el portón y coincidimos en la certeza de que el Obispo iba a entregar las cartas… considerémoslas en manos del nuestro Padre…”, acordamos.
Luego de haber logrado el cometido, el grupo se dispuso para ir a la Misa de Despedida, donde tenían tarjetas de ingreso. Llegaron el sábado a las 20 al predio Ñu-Guazú y la misa era al otro día.
“Teníamos barro hasta la rodilla, lloviznaba, había mucha humedad… Ahí nos quedamos toda la noche, embarrados pero contentos. Pero la gente comenzó a descomponerse y eran sacados del lugar. Eran las cuatro de la madrugada y un grupo, sobre todos los de más mayor edad decidimos irnos y se quedaron los más jóvenes”, continuó relatando Gilda.
Encuentro inesperado
“Llegó el domingo, nos juntamos de vuelta y llegamos al predio y en ese momento, el Cardenal de Ceremonial Castrense de Asunción, llamó por teléfono a un compañero y le dijo: ‘solo tres de los argentinos, sin teléfono, ni cámaras de fotos deben esperar en tal lado. Y ahí estuvimos, un representante de Salta, uno de Formosa y yo de Gualeguaychú. No sabíamos para qué. Llegamos a las 9:10 a una vivienda que estaba detrás del altar realizado en maíz, ahí nos hicieron entrar, recuerdo que había una galería, era una casa… y de pronto entró el Papa, como una ráfaga, nos miró y nos dijo: ‘Buenos Días, Buenos Días… sigan adelante…’”, contó la asambleísta y se hizo un silencio.
“Teníamos los bolsillos gordos porque el cardenal castrense nos había dicho que no llevemos nada en nuestras manos. Entonces habíamos puesto estampitas, rosarios, fotos todo lo que nos habían dado en los bolsillos. El Papa pasó como un viento y nosotros quedamos helados, inmóviles, conmovidos”, señaló Gilda transmitiendo la emoción vivida en ese fugaz encuentro.
“Salimos rápido y una vez afuera recién pudimos abrazarnos”, añadió.
Gualeguaychú ya había cumplido su misión… Gilda no se quedó a presenciar la última Misa del Papa Francisco. Emprendió el retorno de su viaje con la sensación de paz y esperanza que le había transmitido ese eterno instante que tuvo con el Papa.
“Agradezco mucho haber tenido esta oportunidad de vivir esa fiesta de Fe en Paraguay, fiesta que fue simple y hermosa”, concluyó Gilda.
Carta de la Asamblea
“Santo Padre, Papa Francisco: Lo saludamos en nombre de la Asamblea Ciudadana Ambiental de Gualeguaychú, a través de la cual nos unimos con todos los que desean defender la Vida y el Ambiente en este rincón del planeta en que nos toca vivir.
Le expresamos nuestro agradecimiento y nuestra alegría por tenerlo unos días en nuestro querido suelo Americano.
En oportunidades anteriores (Monseñor Jorge Lozano, mediante) le enviamos por carta, nuestra preocupación por el atropello de empresas contaminantes que se instalan aquí. y en particular por lo que nos afecta la empresa Botnia – U.P.M. (Adjuntamos copia de dichas cartas).
En aquellos momentos le pedíamos su expresión de apoyo y su consejo sobre esta cuestión.
Hoy recibimos con inmensa satisfacción y agradecimiento la Encíclica ‘Laudato si’ que tan sabiamente ilumina muchas cuestiones que nos preocupan a todos.
Apreciaremos su bendición y, de ser posible, unas palabras de aliento para esta comunidad que seguirá luchando junto a Usted en defensa de una Vida Digna”.
Asamblea Ciudadana Ambiental de Gualeguaychú
“Fue una fiesta maravillosa para los creyentes y nosotros fuimos como luchadores en defensa del medioambiente”, indicó además en referencia a su vivencia en Paraguay durante los días que el Sumo Pontífice estuvo en ese país.
Los inicios
Los inicios de esta misión, comenzaron a gestarse en marzo, “cuando estuvimos en Formosa, que fue sede de la Reunión de las Asambleas de la Región Litoral. En esa asamblea ya se sabía que el Papa vedría a Latinoamérica y se acordó gestionar una reunión, en el caso de los formoseños por la planta nuclear que se planea instalar en su provincia. Además en ese encuentro hubo otras asambleas de Entre Ríos, Corrientes, Córdoba y Chaco, entre otros”.
“Fue así que tomamos coraje, nos fuimos organizando, se debatió, y los formoseños que nos invitaron, un día nos dijeron ‘vengan que tenemos un lugar para Gualeguaychú’”, dijo Gilda que ayer por la tarde estaba recién llegada a su hogar.
Asimismo, contó que la nueva carta “tiene mucho que ver con la Encíclica, por un lado le transmitimos nuestra alegría de que él siga pregonando en el mundo lo que ya hemos perdido como planeta y lo que aún puede recuperarse”.
En este sentido, la asambleísta contó que junto a su marido el asambleísta Juan Veronesi, compraron la Encíclica del Papa Francisco y la analizaron de manera detallada.
“Yo viajé en representación de la Asamblea Ciudadana Ambiental de Gualeguaychú (ACAG) y también representando a Entre Ríos, realmente me sentía en el compromiso de ir bien preparada”, aseguró Gilda quien añadió que la claridad que notó en la Encíclica del Papa la ayudó a armar la nueva carta que sería entregada.
El viaje
El miércoles pasado comenzó el peregrinar de la integrante de la ACAG. Gilda llegó el jueves a Formosa y esa misma tarde el grupo partió a Asunción, donde se sumaron ambientalistas del vecino país.
A partir de que el grupo se completó se mantuvieron en Asamblea Permanente. “Todo estaba muy asegurado en Paraguay por la visita del Santo Padre”, señaló Gilda a EL ARGENTINO.
“El viernes a la tarde llegó el Papa a Paraguay y nosotros éramos un grupo de unas 16 personas, que nos movíamos en dos autos con chapas paraguayas y uno argentino. Nos habían dado la palabra de que estaba todo listo para reunirnos con el Papa, pero el viernes nos informaron que los luchadores ambientalistas no tendrían las tarjetas de invitación para entrar al lugar donde eran las audiencia con todas las organizaciones”.
“El ánimo se nos vino al piso. Pero pensamos que teníamos una misión y que íbamos a seguir”, recordó Gilda desanimada.
Y la misión siguió
A partir de ese momento, los asambleístas comenzaron a tender líneas y consiguieron el contacto con un sacerdote amigo que los comunicó con un Obispo.
“Los Obispos estaban en otra ciudad, en Luque. Este obispo nos dijo que el sábado de 8 a 9, nos esperaba en Luque… llegamos a esa casa, habíamos llevamos todas las cartas y todo lo que sabíamos de la Encíclica. Nos recibió el Obispo, fuimos a rezar y comenzaron a reunirse los Obispos de todo el país y países limítrofes con nosotros y comenzamos a tener un diálogo. Les entregamos nuestras cartas. Fue muy llamativo ver a los Obispos que se dieron cuenta de que teníamos un conocimiento profundo de la Encíclica. Los Obispos nos escucharon la problemática de Salta, de Formosa, la nuestra, la de los hermanos paraguayos y a partir de ahí comenzaron a hacernos preguntas. Hablamos sobre los saqueos y los permisos que otorgan los Gobiernos… hablamos mucho”.
“No me olvido la respuesta del Obispo, que nos dijo ‘ustedes los luchadores asambleístas no son unos improvisados”, sostuvo la integrante de la ACAG.
“Hicimos una asamblea ahí en el portón y coincidimos en la certeza de que el Obispo iba a entregar las cartas… considerémoslas en manos del nuestro Padre…”, acordamos.
Luego de haber logrado el cometido, el grupo se dispuso para ir a la Misa de Despedida, donde tenían tarjetas de ingreso. Llegaron el sábado a las 20 al predio Ñu-Guazú y la misa era al otro día.
“Teníamos barro hasta la rodilla, lloviznaba, había mucha humedad… Ahí nos quedamos toda la noche, embarrados pero contentos. Pero la gente comenzó a descomponerse y eran sacados del lugar. Eran las cuatro de la madrugada y un grupo, sobre todos los de más mayor edad decidimos irnos y se quedaron los más jóvenes”, continuó relatando Gilda.
Encuentro inesperado
“Llegó el domingo, nos juntamos de vuelta y llegamos al predio y en ese momento, el Cardenal de Ceremonial Castrense de Asunción, llamó por teléfono a un compañero y le dijo: ‘solo tres de los argentinos, sin teléfono, ni cámaras de fotos deben esperar en tal lado. Y ahí estuvimos, un representante de Salta, uno de Formosa y yo de Gualeguaychú. No sabíamos para qué. Llegamos a las 9:10 a una vivienda que estaba detrás del altar realizado en maíz, ahí nos hicieron entrar, recuerdo que había una galería, era una casa… y de pronto entró el Papa, como una ráfaga, nos miró y nos dijo: ‘Buenos Días, Buenos Días… sigan adelante…’”, contó la asambleísta y se hizo un silencio.
“Teníamos los bolsillos gordos porque el cardenal castrense nos había dicho que no llevemos nada en nuestras manos. Entonces habíamos puesto estampitas, rosarios, fotos todo lo que nos habían dado en los bolsillos. El Papa pasó como un viento y nosotros quedamos helados, inmóviles, conmovidos”, señaló Gilda transmitiendo la emoción vivida en ese fugaz encuentro.
“Salimos rápido y una vez afuera recién pudimos abrazarnos”, añadió.
Gualeguaychú ya había cumplido su misión… Gilda no se quedó a presenciar la última Misa del Papa Francisco. Emprendió el retorno de su viaje con la sensación de paz y esperanza que le había transmitido ese eterno instante que tuvo con el Papa.
“Agradezco mucho haber tenido esta oportunidad de vivir esa fiesta de Fe en Paraguay, fiesta que fue simple y hermosa”, concluyó Gilda.
Carta de la Asamblea
“Santo Padre, Papa Francisco: Lo saludamos en nombre de la Asamblea Ciudadana Ambiental de Gualeguaychú, a través de la cual nos unimos con todos los que desean defender la Vida y el Ambiente en este rincón del planeta en que nos toca vivir.
Le expresamos nuestro agradecimiento y nuestra alegría por tenerlo unos días en nuestro querido suelo Americano.
En oportunidades anteriores (Monseñor Jorge Lozano, mediante) le enviamos por carta, nuestra preocupación por el atropello de empresas contaminantes que se instalan aquí. y en particular por lo que nos afecta la empresa Botnia – U.P.M. (Adjuntamos copia de dichas cartas).
En aquellos momentos le pedíamos su expresión de apoyo y su consejo sobre esta cuestión.
Hoy recibimos con inmensa satisfacción y agradecimiento la Encíclica ‘Laudato si’ que tan sabiamente ilumina muchas cuestiones que nos preocupan a todos.
Apreciaremos su bendición y, de ser posible, unas palabras de aliento para esta comunidad que seguirá luchando junto a Usted en defensa de una Vida Digna”.
Asamblea Ciudadana Ambiental de Gualeguaychú
Este contenido no está abierto a comentarios