JURÓ MILEI
Un discurso para asumir más que para aplaudir
El discurso de Javier Milei el 10 de diciembre de 2023, va a queda entre los discursos inaugurales de un mandato presidencial, con mayor énfasis en un escenario complejo y que lejos está de prometer un cambio sin inconvenientes para los argentinos.
Por Javier Cubillas
Como alguna vez dijimos ante otra asunción presidencial, el cambio es una cuestión de días, el progreso no. Hoy, estamos ante la misma situación.
Pero además, lo que aquí resaltaremos es que no sólo fue un discurso de asunción de un nuevo gobierno con una perspectiva y estética norteamericana, con un sentido de reporte del estado de la nación, sino que lo que creemos más importante es ver y atender a que es un discurso que busca que todos los ciudadanos asumamos la realidad.
El discurso, más que de asunción presidencial fue un discurso para que la ciudadanía asuma con detalles y ejemplos la gravedad en que la estamos. Pero además, y el dato más relevante en materia de gobierno desde el 11 de diciembre, asuma también que lo que se votó es lo que se propone y esto no parece a la fecha tener un plan B. Es decir, no hay opción a transitar por ideas que son difíciles de sopesar: shock, recorte, pobreza estructural.
En este sentido, algunos datos, ampliamente conocidos desde antes de la pandemia, algunos, otros productos de la pandemia, sequía y algún error en la estrategia macroeconómica, nos trajo hasta un escenario en que Milei expone como necesario bajar: 15 puntos del déficit fiscal, 5 corresponden al Tesoro Nacional y 10 al Banco Central. Por lo que la solución implica, por un lado, un ajuste fiscal en el sector público nacional de 5 puntos del PBI.
En el mismo sentido, el efecto de estos desajustes macroeconómicos pos pandemia nos encuentra hoy con un estado social de al menos: 45% de pobres y 10% de indigentes. Y decimos, al menos en tanto, las políticas que se plantean es muy probable que afecten negativamente a estos indicadores. La promesa es que después, en algún tiempo cercano a los 24 meses, la tendencia cambiará, pero eso también hay que verlo realizado.
Finalmente, una información preocupante para la actualidad y nuestro futuro es que, desde antes de la pandemia, sabíamos muy bien, que llevábamos décadas de desaciertos en materia de política educativa. Podríamos decir que fracasó en sus políticas de coordinación un ente poco conocido por la población, pero que es fundamental y es el C.F.E. o Consejo Federal de Educación. Milei recordó algo que, un ex ministro de Educación Nacional, como Esteban Bullrich se cansó de repetir y alertar: solo el 16% de nuestros chicos se reciben en tiempo y forma en la escuela, solo el 16%, solo 16 de cada 100. Es decir, que el 84% de nuestros chicos no termina la escuela en tiempo y forma. A su vez, el 70% de los chicos que sí terminan la escuela no pueden resolver un problema de matemática básica o comprender un texto.
Ante lo cual, es claro que el discurso de asunción es más para asumir que para aplaudir ante la compleja realidad en la que estamos. Y que pueda servir como un punto de partida para encontrar un presidente, a los gobernadores de provincia y jefe de gobierno, debatiendo y alcanzando los consensos mínimos para una salida favorable a los problemas comunes de larga data.
Quedará para otras columnas ver que referencias importantes hizo Milei al hablar de la Generación del 37 y esa decisión de abrazar las ideas de la libertad. Dicho sea de paso, una generación iluminada que luchó contra Rosas.
También quedará, para otro momento, analizar si realmente bajo las presidencias de Roca y la generación del 80, todo fue expansión económica. La hubo, pero también hubo a fines de los 70 problemas de inflación, corrupción, emisión de moneda, y un tal Juan Bautista Alberdi, que a su vejez se encontraba totalmente desencantado con el desvío de los gobiernos nacionales respecto del ideario de la Constitución de 1853, o un tal Leandro N Alem que dejó esta tierra cansado de luchar contra la casta de la época.
Todo relato o versión tiene sus matices, lo importante es verlos y dejarlos claros desde el principio.
*Analista de Asuntos Públicos.