OPINIÓN
¿Un nuevo Ejecutivo sin cogobierno y con gobernabilidad?
Las muestras de alineamiento, pocas, y las muestras de realineamiento y distancia, muchas, comienzan a mostrar los nuevos grupos de poder que se configuran alrededor del eje del régimen federal: El Poder Ejecutivo.
Así, los gobernadores del Radicalismo y Pro dejaron en claro que en la puja distributiva van a pelear inversión estatal para el sector productivo pero no para sostener otros programas de transferencias a provincias como Buenos Aires. Santa Fe es el caso paradigmático.
Los sindicalistas comenzaron a mostrar sus primeras cartas y primeras expresiones fuera de lugar. O quizás, solo son de aquellos quienes se ven afuera de la gestión durante los próximos cuatro años dando cuenta de que no todos juegan a todo o nada y más bien esperan que se mueva el nuevo presidente a partir del 10 de diciembre para plantar sus banderas. Saben mejor que nadie jugar con la presión, el tiempo y la oportunidad de negociación.
Los dirigentes de la izquierda y movimientos sociales se mueven sin un cálculo claro, por las dudas y antes que asuma el nuevo gobierno, pero critican a quien no asumió por los ajustes que comenzaron a darse nuevamente bajo el gobierno de Massa-Fernandez.
Los potenciales sectores que podrían ser objeto de reformas, ni siquiera modernización, reformas directamente al ser privatizados, se levantan para justificar el trabajo realizado. El mayor problema radica en que estos actores no han entendido que han perdido legitimidad social y que la excusa del recorte presupuestario y privatización viene al dedo del nuevo gobierno para modelar un nuevo intento de Estado que denominaremos: fit.
Lo que quizás falta, es saber en este tiempo puente hasta el 10 de diciembre si finalmente habrá un co-gobierno para la gobernabilidad o solo un gobierno frente a todos los sectores negociando uno a uno según sus exigencias y demandas. De darse esta última posibilidad, a la fecha, parece la más razonada por los operadores libertarios, es claro que deberían hacer más política que nunca. Mucho más que lo imaginado y querido para su visión política.
En verdad, puede que nunca imaginaron que el Estado, aún fit, no pierde competencias ni responsabilidades enmarcadas por la Constitución Nacional, sino que en el nuevo diseño y estructura pierde tomadores de decisiones especializados, o sectorizados, en tanto ahora menos ministerios trabajarán mucho más, como es el caso del superministerio de Capital Humano.
Francamente, es inimaginable que en manos de una sola persona pasen problemáticas y financiamiento como Educación, Salud, Trabajo y Desarrollo Social. Y este puede ser un caso en donde se ponga en juego si es posible la gobernabilidad sin cogobierno.
Solo quienes han gestionado tienen real dimensión sobre lo que implican estas cuatro áreas en pocas manos, pocos recursos, poco tiempo y miles y miles de expedientes, intervenciones de instancias administrativas, técnicas, presupuestarias y finalmente legales para que una disposición, resolución o decreto generado desde Capital Humano se vuelva un bien público realizable en tiempo y forma de modo que sea bien visto lo producido por la sociedad.
Hay que vivir para ver el resultado de la operación, menos es más o más es menos, en materia de políticas públicas.
Javier Cubillas
Analista de Asuntos Públicos.