Una ceremonia digna
La ceremonia de traspaso de mando de Cristina Fernández a Mauricio Macri sigue generando dimes y diretes, como si en el país, este fuera el único tema del que hay que hablar.
Es claro que la del 10 de diciembre será, como siempre lo es cuando asume una nueva gestión de gobierno, una ceremonia histórica.
Y en consecuencia, no corresponde entorpecerla, opacarla, dejarle otra marca que no sea la de un momento digno de recordar.
Pero a las convocatorias a ocupar la plaza de Mayo para resistir la llegada del nuevo gobierno, siguieron las discusiones por el lugar donde debe hacerse (a pesar de estar claro en la Constitución Nacional) la ceremonia del traspaso de mando y hasta el orfebre que desde 1983 confecciona el bastón presidencial, padeció una situación muy desagradable, por la que luego le pidieron disculpas.
Hasta ayer, incluso las invitaciones eran un problema -a pesar de contar con profesionales y empleados en el área de ceremonial y protocolo- y sumándose a la cuestión, en las redes sociales se multiplicó el video del canal infantil Pakapaka, con el personaje Zamba y sus compañeros de escuela en una excursión por la Casa Rosada, donde después de conocer el Salón de los Bustos Presidenciales, los chicos llegan al Salón Blanco y escuchan que ese es el lugar donde se le otorga la banda y el bastón a los presidentes.
En fin: quizá de aquí al 10 de diciembre todo esto quede en la nada y los argentinos podamos ver actitudes de mayor vuelo y acordes a lo que significa un traspaso de mando.
Ojalá la ceremonia esté a la altura de un momento cívico como el que estaremos viviendo el próximo jueves.
Los que lo hicieron y los que piensan contraer un compromiso que de no cumplir, Dios y la Patria podrán demandarlos, deben tener claro que la Patria somos todos los argentinos.
Y en consecuencia, no corresponde entorpecerla, opacarla, dejarle otra marca que no sea la de un momento digno de recordar.
Pero a las convocatorias a ocupar la plaza de Mayo para resistir la llegada del nuevo gobierno, siguieron las discusiones por el lugar donde debe hacerse (a pesar de estar claro en la Constitución Nacional) la ceremonia del traspaso de mando y hasta el orfebre que desde 1983 confecciona el bastón presidencial, padeció una situación muy desagradable, por la que luego le pidieron disculpas.
Hasta ayer, incluso las invitaciones eran un problema -a pesar de contar con profesionales y empleados en el área de ceremonial y protocolo- y sumándose a la cuestión, en las redes sociales se multiplicó el video del canal infantil Pakapaka, con el personaje Zamba y sus compañeros de escuela en una excursión por la Casa Rosada, donde después de conocer el Salón de los Bustos Presidenciales, los chicos llegan al Salón Blanco y escuchan que ese es el lugar donde se le otorga la banda y el bastón a los presidentes.
En fin: quizá de aquí al 10 de diciembre todo esto quede en la nada y los argentinos podamos ver actitudes de mayor vuelo y acordes a lo que significa un traspaso de mando.
Ojalá la ceremonia esté a la altura de un momento cívico como el que estaremos viviendo el próximo jueves.
Los que lo hicieron y los que piensan contraer un compromiso que de no cumplir, Dios y la Patria podrán demandarlos, deben tener claro que la Patria somos todos los argentinos.
Este contenido no está abierto a comentarios