OPINIÓN
Voces silenciadas: la comunidad islámica argentina y los desafíos de la visibilidad
Mientras el conflicto continúa, observamos cómo se impone una agenda y se nos convierte en testigos y cómplices de genocidios y atrocidades sin precedentes.
Como prosecretario del Centro Islámico de la República Argentina, tengo el privilegio de ser testigo de la riqueza y diversidad que nuestra comunidad aporta a la Nación.
Durante más de 150 años, hemos sido parte esencial del tejido social argentino, enriqueciendo nuestra cultura y promoviendo el diálogo religioso e intercultural. A pesar de nuestra larga historia en estas tierras, seguimos enfrentando desafíos significativos en lo que respecta a la visibilidad y la representación justa en los medios y la sociedad en general.
La lucha constante contra la islamofobia, discursos de odio y la discriminación es uno de los desafíos más apremiantes que enfrenta nuestra comunidad. Los prejuicios, arraigados en el miedo y la desinformación, dan forma a la percepción pública de nosotros.
A menudo, se nos retrata como "otros", ajenos a los valores y principios de Argentina. Esto socava nuestros derechos constitucionales y las garantías reconocidas en tratados de derechos humanos. En una Nación que valora la igualdad y la diversidad, no deberíamos tener que luchar por nuestro derecho a no ser discriminados y a practicar libremente nuestra fe.
La cobertura mediática del conflicto en Palestina, que tiene más de 75 años de historia, es alarmante. A menudo, se presentan argumentos sesgados y premisas falaces que no hacen justicia a la complejidad de la situación.
Esta falta de imparcialidad en los medios contribuye a la polarización y la falta de entendimiento. Es esencial informar con precisión y objetividad, especialmente en asuntos tan delicados.
La escalada de la violencia en el territorio palestino ha cobrado la vida de más de 10 mil palestinos, incluyendo casi 4 mil niños, una cifra profundamente conmovedora que requiere atención urgente por parte de la comunidad internacional. Como institución, hemos instado a todas las autoridades a condenar estas pérdidas humanas en Gaza.
Preocupan los criterios de parte de la dirigencia para analizar el conflicto en la querida Palestina y abogar por una solución justa. Mientras el conflicto continúa, observamos cómo se impone una agenda y se nos convierte en testigos y cómplices de genocidios y atrocidades sin precedentes.
Pero no somos espectadores pasivos de tanta violencia y opresión, y la voz de quienes buscamos una paz justa y sostenible en la región debe ser escuchada.
Sin embargo, nuestra comunidad enfrenta dificultades para ser escuchada por las autoridades de todos los niveles. Así, se lesionan nuestros derechos de representación comunitaria; es fundamental para nosotros una atención justa y equitativa, sin importar la religión o etnia.
La historia de la comunidad islámica en Argentina es una historia de resiliencia y contribución. A pesar de los obstáculos, encontramos la solidaridad de argentinos que valoran la diversidad y la justicia. Continuaremos trabajando para promover la comprensión y la igualdad, y para defender nuestros derechos y nuestra representación justa en todos los ámbitos de la sociedad.
La visibilidad y la representación de la comunidad islámica reflejan el compromiso de Argentina con la igualdad y la inclusión. Juntos, superaremos los desafíos que enfrentamos y contribuiremos a la construcción de una sociedad más justa y equitativa para todos.
Martin Omar Saade es prosecretario del Centro Islámico de la República Argentina