.
De los cinco femicidas de 2019, condenaron a uno, tres se suicidaron y otro espera el juicio
En Entre Ríos sucedieron seis crímenes de género el año pasado, y solo el doble femicidio de Villaguay está sin sentencia, con el acusado detenido.
En 2019 se produjeron en Entre Ríos seis femicidios y solo un caso está pendiente de ser juzgado. Se trata de Brian Ballesteros, el joven que asesinó a su ex novia y la madre de la chica a puñaladas en la vía pública en Villaguay. De los otros cinco homicidas, tres se suicidaron y uno ya fue condenado a prisión perpetua.
En los últimos años fueron muy pocas las causas por femicidios en las cuales había alguna discusión sobre quién fue el autor del crimen o si el hecho había sido mediado por un contexto de violencia de género. En la mayoría de los casos, los femicidas fueron detenidos en las inmediaciones del lugar donde ocurrió el asesinato, sin pretensiones de evadir la Justicia, o se quitaron la vida inmediatamente después de acabar con la de la mujer, publicó el diario Uno de Paraná.
Esto se reflejó claramente en las cifras de los femicidios ocurridos en Entre Ríos en 2019, donde solo queda un caso sin resolver, imputado con prisión preventiva.
El 18 de julio se produjo un doble crimen de género en Villaguay, donde Brian Ballesteros, de 21 años, asesinó a puñaladas en plena vía pública a su ex novia Florencia Anahí Páez, de tan solo 14 años; y la madre de la adolescente, Rosa Páez, de 32 años. Los tres iban caminando hacia el hospital local donde las mujeres iban a pedir un turno, pero el joven las atacó a puñaladas en el camino.
Al agresor lo arrestaron cuando entraba a su casa: testigos lo vieron y aportaron sus datos a la Policía, y en el allanamiento en su vivienda encontraron el arma blanca con el que primero hirió a la madre y luego a la hija. Está detenido con prisión preventiva en la Unidad Penal Nº 4 de Concepción del Uruguay, donde espera el juicio y la posible condena a prisión perpetua.
Pena máxima
Jorge Dussling fue uno de los femicidas que intentaron quedar impunes, pero las pruebas no dejaron ninguna duda que él había asesinado a su ex esposa Solange Herrero, el 24 de julio en la localidad de Villa Elisa, Departamento Colón.
El hombre -de 64 años- no aceptaba la libre decisión de la mujer de rehacer su vida fuera de un ámbito violento. La ahorcó y al día siguiente viajó en su camión. Por teléfono les decía a sus hijos que estaban buscando a su madre porque no les contestaba el teléfono ni en la casa, que no sabía nada de ella. De regreso, quedó detenido, porque quedó registrado en las cámaras de vigilancia de la ciudad, consignó el diario Uno.
A fines de noviembre, el Tribunal de Juicio y Apelaciones de Concepción del Uruguay condenó a Dussling a prisión perpetua por homicidio agravado por el vínculo y por haber mediado violencia de género. Fue tras un juicio abreviado, que el femicida acordó realizar con la Fiscalía, para evitar pasar por un juicio en el que iba a recibir, indudablemente, la misma sanción.
Casos cerrados
Las causas judiciales por los otros femicidios se archivaron a los pocos días por la muerte de los asesinos. El primero del año ocurrió en Federal, donde Jésica Riquelme, de 26 años, fue asesinada por su pareja, Jesús Sánchez, quien se ahorcó en la Jefatura de Policía de esa localidad donde estaba detenido. La joven estaba embarazada y seis meses después falleció la beba que había nacido en un parto de urgencia. La muerte de Milagros fue un femicidio vinculado.
El 14 de agosto Albana Ríos, de 17 años, no regresó a su casa, su familia denunció en la Policía, la buscaron por todos lados en la localidad de Bovril (Departamento La Paz), pero no la encontraban. Tampoco había noticias sobre su novio, José Cafarello, de 23 años. Allanaron la casa de él y lo encontraron muerto, en una clara escena de suicidio. Cuando llegó el dato de un campo donde Cafarello iba habitualmente a juntar leña, allí acudieron los investigadores y hallaron a la adolescente sin vida.
El tercer caso de femicidio seguido de suicidio ocurrió en Concepción del Uruguay: en una vivienda de calles Las Glicinas y Urquiza, Eduardo Romero, de 50 años, asfixió a Susana Pereyra, de 35 años, y luego se apuñaló en la zona abdominal, publicó el diario Uno. Antes, había dejado abiertas dos garrafas y un bidón con combustible en la puerta. La casa no llegó a explotar porque un vecino advirtió un principio de incendio y llamó a la Policía. Al entrar, encontraron la escena del crimen de género y la autodeterminación, lo que fue confirmado luego por la autopsia y una carta que había dejado el femicida, una especie de testamento sobre algunos bienes que había dejado en la vereda.
En las estadísticas, además de los seis asesinatos de género mencionados, se registró la muerte violenta de Lucía Mansilla en Paraná, que muchos denominan transfemicidio, es decir, que el asesinato con decenas de puñaladas fue cometido por el odio a la condición de género de la víctima. En esta causa está imputado un adolescente de 16 años, que este año podría ser enviado a juicio.
Paraná es la ciudad con más violencia machista
Según el Registro Judicial de Causas y Antecedentes de Violencia de Entre Ríos (Rejucav), Paraná encabeza, por lejos, la jurisdicción con mayor cantidad de casos de violencia machista.
El gráfico estadístico en el que se detalla la cantidad de expedientes de violencia familiar y contra la mujer revela que en 2019 la capital de la provincia se concentra el 30,02 por ciento de las denuncias, con 3.508 causas iniciadas el año pasado.
En segundo lugar, con menos de la mitad de casos que Paraná, está Concordia, con 1.387 expedientes abiertos en 2019, que representa el 11,87 por ciento del total.
Luego está el Departamento Uruguay (7,84 por ciento, con 916 causas) y, muy cerca, La Paz (siete por ciento, con 818 denuncias). Gualeguaychú se ubica en quinto lugar, porque concentra el 4,93 por ciento, con 576 causas.
Tomando las cifras globales de los últimos cuatro años, las estadísticas no cambian demasiado, ya que Paraná mantiene el 30 por ciento del total, con 13.289 causas.