En Entre Ríos se hará el primer juicio por una pintada antisemita
El 6 y 7 de marzo en Concepción del Uruguay están previstas las audiencias por el ataque a edificios de la comunidad judía. Por el hecho ocurrido en 2014 en Basavilbaso, habrá un solo imputado. Pedirán condena de prisión condicional.
En la madrugada del 27 de junio de 2014 aparecieron pintadas antisemitas en las paredes de una histórica Sinagoga y en el frente del edificio de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), delegación Basavilbaso, uno de los principales asentamientos de colonias judías del país.
Por el ataque -que quedó registrado en un sistema de cámaras de video- terminó imputado Eric Gastón Hass, aunque se sospecha que en el hecho habrían participado más personas.
El autor de los graffiti escribió con aerosol negro “Doctor A, Sacador de chorros”, sobre el edificio de la Sinagoga, con el agregado de dos cruces esvásticas. El símbolo asociado al nazismo también quedó estampado en la sede local de la AMIA y debajo la leyenda donde se podía leer: “Viva el javón” (sic). Tal como se pudo corroborar durante la investigación, esa noche gélida no había presencia policial en la zona, una medida de seguridad que se había implementado en todas las instituciones judías del país después del atentado a la AMIA en Buenos Aires.
Dos años y medio después de su inicio, la causa penal llegó a la instancia de juicio oral y público, el primero en el país por un hecho de estas características. El comienzo de las audiencias está previsto para el 6 y el 7 de marzo en los Tribunales de Concepción del Uruguay, aunque se especula que el debate se pueda prolongar atento a que de algunas testimoniales puedan decidirse nuevos procesamientos, según adelantó la querella particular al diario Uno de Paraná.
El proceso en su etapa preliminar se demoró más, debido a una apelación de la defensa que pretendía que la causa pasara a la Justicia Federal. La Cámara de Apelaciones de Concepción del Uruguay rechazó el planteo atendiendo el fundamento expuesto por la querella y la Fiscalía sobre la calificación legal del hecho como “Daño Agravado”, encuadrado en el Artículo 2° de la Ley Antidiscriminatoria. “En un fallo ejemplar se entendió que la apelación era una acción de dilación de la defensa para conseguir que la causa se extinguiera. Somos conscientes de lo que pasó porque existen filmaciones en horas de la madrugada de ese jueves, cuando no andaba nadie, y está probado de que se hicieron las pintadas”, especificó el abogado Mario Arcusin, quien se constituyó como único querellante en el expediente.
Histórico
El juicio marcará un antecedente histórico para la justicia ordinaria de Entre Ríos, y tendrá como trasfondo la llamativa falta de intervención de las organizaciones judías con presencia institucional en la provincia. Ni la AMIA de Basavilbaso (presidida por Miguel Eduardo Bajaroff), ni la AMIA pidieron constituirse como querellantes. “Nunca se interesaron ni se ocuparon. Uno de los testigos será Bajaroff”, reprochó el abogado querellante.
Durante los días de debate se escucharán a ocho testigos, pero resultará de importancia la pericia caligráfica a la que se sometió el acusado en una pared de similares características en donde aparecieron las inscripciones. De la misma forma se pondrán a criterio de los jueces las desgrabaciones de las cámaras de seguridad, testigos que comprometen a Haas y una serie de mensajes telefónicos que apuntan a demostrar su participación en el ilícito, consignó el diario Uno de Paraná.
El Tribunal de Juicio estará integrado por Alberto Seró, Mariela Rojas de Di Pretoro y Mariano Martínez. Los defensores técnicos designados son Ariel Amarillo y Lucas Vallejo, mientras que el Ministerio Público Fiscal estará representado por Mariano Budasoff.
Antecedentes
Como se dijo anteriormente no existen antecedentes en la provincia de Entre Ríos ni a nivel nacional de una causa que haya llegado a juicio por el ataque a edificios de la comunidad judía. Solo es posible trazar una comparación con el proceso contra tres supuestos skinheads acusados de golpear a un joven por creer que era judío en una plaza de Belgrano, en Buenos Aires. Allí la coincidencia radica en que ese caso constituyó la primera aplicación de la ley antidiscriminación con una condena de tres años de prisión efectiva para los imputados, pero la Cámara de Casación Penal posteriormente anuló la sentencia en un controvertido fallo y ordenó un nuevo proceso, decisión ratificada por la Corte Suprema de Justicia.
El caso de los skinheads llegó al máximo tribunal, que dejó firme el fallo de Casación, al resolver que no correspondía pronunciarse porque aún no había sentencia definitiva. Por eso se llegó a un nuevo proceso.
Por el ataque -que quedó registrado en un sistema de cámaras de video- terminó imputado Eric Gastón Hass, aunque se sospecha que en el hecho habrían participado más personas.
El autor de los graffiti escribió con aerosol negro “Doctor A, Sacador de chorros”, sobre el edificio de la Sinagoga, con el agregado de dos cruces esvásticas. El símbolo asociado al nazismo también quedó estampado en la sede local de la AMIA y debajo la leyenda donde se podía leer: “Viva el javón” (sic). Tal como se pudo corroborar durante la investigación, esa noche gélida no había presencia policial en la zona, una medida de seguridad que se había implementado en todas las instituciones judías del país después del atentado a la AMIA en Buenos Aires.
Dos años y medio después de su inicio, la causa penal llegó a la instancia de juicio oral y público, el primero en el país por un hecho de estas características. El comienzo de las audiencias está previsto para el 6 y el 7 de marzo en los Tribunales de Concepción del Uruguay, aunque se especula que el debate se pueda prolongar atento a que de algunas testimoniales puedan decidirse nuevos procesamientos, según adelantó la querella particular al diario Uno de Paraná.
El proceso en su etapa preliminar se demoró más, debido a una apelación de la defensa que pretendía que la causa pasara a la Justicia Federal. La Cámara de Apelaciones de Concepción del Uruguay rechazó el planteo atendiendo el fundamento expuesto por la querella y la Fiscalía sobre la calificación legal del hecho como “Daño Agravado”, encuadrado en el Artículo 2° de la Ley Antidiscriminatoria. “En un fallo ejemplar se entendió que la apelación era una acción de dilación de la defensa para conseguir que la causa se extinguiera. Somos conscientes de lo que pasó porque existen filmaciones en horas de la madrugada de ese jueves, cuando no andaba nadie, y está probado de que se hicieron las pintadas”, especificó el abogado Mario Arcusin, quien se constituyó como único querellante en el expediente.
Histórico
El juicio marcará un antecedente histórico para la justicia ordinaria de Entre Ríos, y tendrá como trasfondo la llamativa falta de intervención de las organizaciones judías con presencia institucional en la provincia. Ni la AMIA de Basavilbaso (presidida por Miguel Eduardo Bajaroff), ni la AMIA pidieron constituirse como querellantes. “Nunca se interesaron ni se ocuparon. Uno de los testigos será Bajaroff”, reprochó el abogado querellante.
Durante los días de debate se escucharán a ocho testigos, pero resultará de importancia la pericia caligráfica a la que se sometió el acusado en una pared de similares características en donde aparecieron las inscripciones. De la misma forma se pondrán a criterio de los jueces las desgrabaciones de las cámaras de seguridad, testigos que comprometen a Haas y una serie de mensajes telefónicos que apuntan a demostrar su participación en el ilícito, consignó el diario Uno de Paraná.
El Tribunal de Juicio estará integrado por Alberto Seró, Mariela Rojas de Di Pretoro y Mariano Martínez. Los defensores técnicos designados son Ariel Amarillo y Lucas Vallejo, mientras que el Ministerio Público Fiscal estará representado por Mariano Budasoff.
Antecedentes
Como se dijo anteriormente no existen antecedentes en la provincia de Entre Ríos ni a nivel nacional de una causa que haya llegado a juicio por el ataque a edificios de la comunidad judía. Solo es posible trazar una comparación con el proceso contra tres supuestos skinheads acusados de golpear a un joven por creer que era judío en una plaza de Belgrano, en Buenos Aires. Allí la coincidencia radica en que ese caso constituyó la primera aplicación de la ley antidiscriminación con una condena de tres años de prisión efectiva para los imputados, pero la Cámara de Casación Penal posteriormente anuló la sentencia en un controvertido fallo y ordenó un nuevo proceso, decisión ratificada por la Corte Suprema de Justicia.
El caso de los skinheads llegó al máximo tribunal, que dejó firme el fallo de Casación, al resolver que no correspondía pronunciarse porque aún no había sentencia definitiva. Por eso se llegó a un nuevo proceso.
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