La Brigada Gualeguaychú decomisó carne porcina de origen desconocido
No había remitos y/o factura que acreditara su real procedencia. El producto fue desnaturalizado. Brigadistas de Federación aclararon un supuesto abigeato
Personal de la Brigada de Abigeato de Gualeguaychú, dependiente de la Dirección de Prevención de Delitos Rurales, realizó controles en comercios destinados al expendio de cortes cárnicos.
Según lo informado oficialmente, en esa instancia los efectivos ingresaron a una carnicería ubicada en la avenida Primera Junta, donde su propietario, al conocer los objetivos de la inspección brigadista vinculados a lo dispuesto por la Ley Provincial de Carnes 7292, permitió el procedimiento legal, constatando que en exhibición al público se encontraban carne porcina que no poseía remitos y/o factura que acreditara su real procedencia, labrándose el acta por la supuesta infracción al citado cuerpo legal, procediéndose al posterior decomiso de seis lechones, con un peso total de unos 80 kilogramos.
Se dio intervención al veterinario policial, comisario doctor Fernando Müller, quien determinó que el producto debía ser desnaturalizados por no reunir las condiciones organolépticas, siendo un riesgo su consumo para la salud humana al no tener el control sanitario reglamentario.
• Robo de vacunos inexistente
En otro caso, al intervenir ante un pedido de auxilio por parte de un productor ganadero de Colonia Santa Juana, en Distrito Mandisoví, Federación, personal de la Brigada de Abigeato comprobó que no se había producido ningún hecho de abigeato en esa jurisdicción, tal como había sido denunciado.
El productor puso en conocimiento de los policías la supuesta faltante de hacienda vacuna que tenía a pastaje en un campo arrendado en Colonia “La Fraternidad –entre rutas provinciales 1 y 2- puesto que al hacer el recuento de ganado, se percató que siete vacas, con su marca y señal registrada, no estaban en los dominios donde paga un arancel.
Los brigadistas le exigieron la denuncia policial y luego recorrieron el campo arrendado, descubriendo que una vaca con cría se había pasado a un campo lindero (donde el dueño de toda la propiedad tiene animales), y que un toro, propiedad de este último, se hallaba en el dominio transitorio del presunto damnificado.
Allí los brigadistas sospecharon que no se había cometido un delito, sino que –otra vez- todo no era nada más que una mala búsqueda de los animales, que se cruzan de un predio a otro por el mal estado de los alambres perimetrales y se pierden en los montes tupidos.
Como no se constataron daños en los alambrados ni se visualizaron rastrillajes, y visitados los campos vecinos tampoco vieron “movimientos raros”, concentraron el trabajo en buscar correctamente dentro del campo arrendado, de 186 hectáreas.
Así fue que hallaron extraviadas otras tres de las vacas denunciadas como robadas, continuando en el monte la búsqueda del ganado faltante.
Situaciones parecidas se dan a lo largo y ancho de la provincia, donde los efectivos de las distintas Brigadas deben, en forma reiterada, intervenir ante denuncias por hechos de abigeato inexistentes.
Según lo informado oficialmente, en esa instancia los efectivos ingresaron a una carnicería ubicada en la avenida Primera Junta, donde su propietario, al conocer los objetivos de la inspección brigadista vinculados a lo dispuesto por la Ley Provincial de Carnes 7292, permitió el procedimiento legal, constatando que en exhibición al público se encontraban carne porcina que no poseía remitos y/o factura que acreditara su real procedencia, labrándose el acta por la supuesta infracción al citado cuerpo legal, procediéndose al posterior decomiso de seis lechones, con un peso total de unos 80 kilogramos.
Se dio intervención al veterinario policial, comisario doctor Fernando Müller, quien determinó que el producto debía ser desnaturalizados por no reunir las condiciones organolépticas, siendo un riesgo su consumo para la salud humana al no tener el control sanitario reglamentario.
• Robo de vacunos inexistente
En otro caso, al intervenir ante un pedido de auxilio por parte de un productor ganadero de Colonia Santa Juana, en Distrito Mandisoví, Federación, personal de la Brigada de Abigeato comprobó que no se había producido ningún hecho de abigeato en esa jurisdicción, tal como había sido denunciado.
El productor puso en conocimiento de los policías la supuesta faltante de hacienda vacuna que tenía a pastaje en un campo arrendado en Colonia “La Fraternidad –entre rutas provinciales 1 y 2- puesto que al hacer el recuento de ganado, se percató que siete vacas, con su marca y señal registrada, no estaban en los dominios donde paga un arancel.
Los brigadistas le exigieron la denuncia policial y luego recorrieron el campo arrendado, descubriendo que una vaca con cría se había pasado a un campo lindero (donde el dueño de toda la propiedad tiene animales), y que un toro, propiedad de este último, se hallaba en el dominio transitorio del presunto damnificado.
Allí los brigadistas sospecharon que no se había cometido un delito, sino que –otra vez- todo no era nada más que una mala búsqueda de los animales, que se cruzan de un predio a otro por el mal estado de los alambres perimetrales y se pierden en los montes tupidos.
Como no se constataron daños en los alambrados ni se visualizaron rastrillajes, y visitados los campos vecinos tampoco vieron “movimientos raros”, concentraron el trabajo en buscar correctamente dentro del campo arrendado, de 186 hectáreas.
Así fue que hallaron extraviadas otras tres de las vacas denunciadas como robadas, continuando en el monte la búsqueda del ganado faltante.
Situaciones parecidas se dan a lo largo y ancho de la provincia, donde los efectivos de las distintas Brigadas deben, en forma reiterada, intervenir ante denuncias por hechos de abigeato inexistentes.
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