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La Justicia embargó las cuentas del Municipio de Larroque
La Justicia de Gualeguaychú dispuso el embargo de un monto superior al millón de pesos de las cuentas de la Municipalidad de Larroque, en el marco de un proceso de ejecución de sentencia y cobro de honorarios.
El embargo se dio en el caso en el que la Municipalidad, la Parroquia del Perpetuo Socorro, y un particular habían sido condenados a indemnizar a Hugo Daniel Pedroza, un joven que cuando tenía 14 años, en 2003, sufrió heridas graves en una mano y su cuerpo producto de pirotecnia que no fue descartada tras una fiesta patronal.
En este caso, la Parroquia se declaró insolvente y, de ese modo, evitó hacerse responsable de su parte de la sentencia, consignó el portal Entre Ríos Ahora.
Ante la falta del pago total de la sentencia, el abogado Alfeo Fernando Gette, que representa los intereses de la víctima –que hoy tiene 30 años-, promovió un embargo sobre las cuentas de la Municipalidad por un monto de 1.372.138 pesos.
La acción de ejecución de sentencia y honorarios fue presentada la semana pasada en el juzgado Civil y Comercial Nº 3 de Gualeguaychú, y ayer tuvo una resolución desfavorable para el Municipio: se dictó el embargo por una suma total de 1.017.389 pesos y la medida la dispuso el juez suplente Ricardo Javier Mudrovici.
“Atento informe actuarial y en el marco de las facultades contempladas en el Artículo 201° del Código Procesal Civil y Comercial, dispóngase el embargo de cuentas bancarias de titularidad de la Municipalidad de Larroque, abiertas en el Banco de Entre Ríos, hasta cubrir la suma de 614.748 pesos, con más la suma de 402.641 pesos, presupuestados para intereses y costas”, dice la resolución según divulgó Entre Ríos Ahora. La suma retenida ahora debe ser depositada en la cuenta de Pedroza.
El caso
La Municipalidad de Larroque, la Parroquia Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, y un particular fueron condenados por la Justicia entrerriana a pagarle a un joven casi un millón y medio de pesos por el daño causado por la explosión de un artefacto pirotécnico usado durante una fiesta religiosa en 2003. La respuesta judicial tardó 16 años en llegar.
En rigor, el 9 de octubre pasado la Sala I en lo Civil y Comercial de la Cámara de Apelaciones de Gualeguaychú, fijó que al chico se le pague $1.450.000 por daños y perjuicios.
Todo comenzó el 22 de noviembre de 2003. Aquel día, en ocasión de la inauguración de la Gruta de la Virgen de la Medalla Milagrosa, en la plazoleta municipal de Larroque, los organizadores tiraron fuegos artificiales.
Sin embargo, los residuos del material pirotécnico no fueron retirados una vez finalizada la fiesta. Dos días después, dos chicos de 8 y 10 años encontraron uno de los artefactos y lo encendieron en su casa. Hugo Daniel Pedroza, de 14, fue una víctima colateral. Y es que fue quien se interpuso para resguardar a los más pequeños en el momento justo de la detonación.
Según consta en el fallo judicial, los peritos determinaron que Pedroza sufrió la destrucción de la extremidad distal de los dedos medios y anular, pérdida de sustancia en el dedo meñique y herida desgarrada proyectadas sobre la mano derecha; lesiones múltiples en abdomen, tórax y muslo izquierdo. Se consignó que mediante cirugía se le extrajo de su brazo izquierdo una esquirla y que permaneció internado en el Hospital Centenario durante extensos períodos.
Además, se especificó que sufrió shock emocional y o del sistema neurológico con pérdida parcial y momentánea del conocimiento; y que padeció trastorno para conciliar el sueño profundo; y que su vida de relación se vio afectada ya que se vio privado de actividades deportivas, educativas y de ocio junto a sus pares, generando su retraimiento, inhibición y sentimientos de inseguridad.
El caso estuvo más de una década dando vuelta en los Tribunales provinciales, y llegó hasta la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que consideró responsables civiles por los daños ocasionados al joven -que hoy tiene 30- al Municipio, a la Parroquia y a Mario Benedetti, el particular considerado operador y guardián de los elementos pirotécnicos utilizados la noche del 22 de noviembre de 2003.