Los imputados por la contaminación del PIG quedaron sobreseídos
El pasado 24 de octubre se celebró una audiencia en el marco de la causa que se abrió luego de la intervención de la Unidad Fiscal de Investigaciones de Medio Ambiente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación (UFIMA), donde se investigó la contaminación ambiental que ocasionaba el volcado de la Planta de Tratamiento de Efluentes a la cañada de Melgar, afectando al barrio Don Pedro.
La investigación cobró fuerzas a principios de 2017, cuando se imputó a tres miembros de la Comisión Administradora de la Planta de Tratamientos, por el rol que desempeñaban en la misma, y concluyó ayer con el dictado del sobreseimiento de los mismos.
Párrafo aparte requirió la instancia oral y pública, al momento de tratar la situación de la directora de Ambiente de la Municipalidad, Susana Villamonte.
En este marco, con la puesta en funcionamiento de la ampliación de la Planta de Tratamientos desde julio del año pasado, dejando instalada en la ciudad una planta modelo para toda la provincia, con un volcado en un nuevo lecho receptor con características idóneas; sumado a un acuerdo realizado entre representantes de la Corporación del Desarrollo e industriales, en el marco de una conciliación, se requirió la absolución de los imputados, quienes en definitiva, se destacó, lo habían sido por su rol circunstancial, cuando en rigor el malestar existía por lo menos desde hacía quince años.
En dicha audiencia, tanto la fiscalía como la querella, representante de los vecinos del Barrio Don Pedro, adhirieron al planteo de la defensa de Villamonte, donde se sostuvo que la misma solo había tenido implicancia como vocal auditora de dicha Comisión y, de ningún modo tuvo relación su función pública como directora de Ambiente Municipal con los hechos investigados.
Así, el Ministerio Público Fiscal, encabezado por su titular Lisandro Béhéran, no solo apoyó tal tesitura, sino que amplió y profundizó sobre los fundamentos, destacando la activa colaboración de Villamonte, ya desde su rol de funcionaria, con la investigación que se desarrollaba. La querella adhirió a estos dichos y expresamente también desligó la participación de Villamonte como funcionaria.
El sobreseimiento, que no sólo definió su absolución de culpa y cargo, se encargó de refrendar el buen nombre y honor de la misma, arribándose en definitiva a un estado de verdadera justicia, reparadora de la labor de una funcionaria que ejerció con destacada profesionalidad y dedicación, el rol que implicó llevar adelante su sensible función en una gestión atravesada por el compromiso ambiental.