Paraná
Detectan casos de desnutrición
Se detectaron más de 300 casos de desnutrición en uno de los cordones pobres de Paraná. La mayoría son niños menores de 12 años. Los comedores comunitarios dejan de funcionar en los sectores críticos, donde las carencias nutricionales hacen estragos.
?Antes, en lo peor de la crisis, uno veía chicos que no paraban de comer. Lo hacían con desesperación. Eran capaces de mandarse cuatro platos seguidos, y uno se preguntaba dónde le entraba todo eso?.
El recuerdo es de un sacerdote, Raúl Rebot, de la Parroquia Cristo Peregrino, a cargo de un comedor comunitario, y lo menciona a modo de comparación con la actualidad, cuando esa demanda extrema parece haberse disipado.
Sin embargo, el mejoramiento del cuadro social, que advierten referentes barriales, no siempre significa el destierro de necesidades básicas en los sectores más pobres de la ciudad. Nada de eso. Sigue habiendo gente con graves demandas alimentarias y tanto es así que en un sector del vasto cordón sudoeste de la ciudad se detectaron 333 casos de desnutrición.
Paradójicamente, en esa zona crítica el barrio Anacleto Medina Sur se quedó sin comedor comunitario: había uno solventado por el Fondo Participativo de Inversión Social (Fopar) que fue dado de baja hace tres meses debido a la presentación de denuncias por presuntas irregularidades en el manejo.
Así detalló la situación Exequiel Gutiérrez, integrante de la comisión vecinal del barrio, quien indicó que en 2002, tiempos duros en que no había cobertura social, el centro de salud había registrado 380 casos de desnutrición. Ese número contemplaba también a los crónicos (es decir, los nenes que están en el borde de la desnutrición). Ahora, en cambio, el número de 333 no incluye a los crónicos, con lo que si sumara a esa franja la cifra final ascendería a 760, explicó Gutiérrez.
# Situación
De las 333 personas con problemas de nutrición, la mayoría son niños menores de 12 años, aunque también figuran tres mamás. Los casos fueron detectados gracias a los controles realizados por el centro de salud, y derivó luego en la decisión oficial de asistir a los más de 300 casos en cuestión con el Programa de Refuerzo Alimentario Familiar (PRAF), cuyo aporte consiste en un bono de 47 pesos por mes, destinado primordialmente a desnutridos.
El vecinalista explicó que se trata de una prueba piloto, que incluirá un trabajo en conjunto con el centro de salud para realizar controles y un censo socioeconómico de cada familia afectada para determinar los motivos.
En cuanto al funcionamiento de los comedores comunitarios, Gutiérrez opinó que la mayoría funciona mal y, en contraposición, resaltó la labor de los escolares que son ?dijo- los que amortiguan la situación en la zona. Respecto del panorama en su barrio, Anacleto Medina Sur, contó que «la gente de la Provincia? llevó los listados a la reunión y ahí se enteraron de que había un comedor dependiente del Estado entrerriano, pero no funciona.
EL DIARIO procuró durante dos días conseguir la opinión del secretario de Salud de la Provincia, Mario Elizalde, pero las gestiones resultaron infructuosas: el funcionario no respondió a los insistentes llamados.
Fuente: El Diario.
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