El Copnaf creó un sistema de contratación que precariza al extremo las relaciones laborales
Con la flexibilización laboral instaurada en los ´90 se sentaron las bases de la precarización laboral, ya no sólo en manos de los privados sino que también son los organismos públicos quienes han naturalizado esta nefasta práctica que cercena los derechos de los trabajadores.
En el contexto de un Municipio repleto de contratos de obra y servicios, con altos niveles de inestabilidad laboral y un Ministerio de Trabajo de la Nación que tiene precarizados en sus estructuras, el gobierno provincial creó un sistema de contratación para el Consejo Provincial del Niño, el Adolescente y la Familia (Copnaf) que, según dice el mismo decreto (Nº 3611), establece suplencias temporales “que no generará derecho a la estabilidad ni a la carrera administrativa ni a la incorporación a la planta transitoria o permanente”. El decreto fue firmado por el gobernador Sergio Urribarri en octubre del año pasado y fue publicado en el Boletín Oficial durante la jornada del último lunes.
La norma aclara expresamente que el personal que se contrate para cubrir esos “servicios críticos” no tendrá estabilidad, ya que se trata de un sistema de contratación transitoria para “reemplazar a agentes que presten funciones y revistan presupuestariamente en la planta permanente o temporaria en el Copnaf y que se encuentren en uso de algún tipo de licencia, franquicia o cargo vacante. El desempeño como suplente no genera derecho a la estabilidad ni a la carrera administrativa ni a la incorporación a la planta transitoria o permanente”.
El Copnaf justificó la conformación de ese sistema precarizado de contratación de trabajadores en la “necesidad de mantener una adecuada regularidad y continuidad en aquellos servicios con atención directa e inmediata de la población asistida, cuya prestación efectiva comprende horarios atípicos todos los días del año, recayendo el mayor esfuerzo en las funciones de Promotores de Derechos y Profesionales, destinados a esos dispositivos, lo cual ha puesto en crisis el mantenimiento del sistema, con serios riesgos de incumplimientos de los objetivos institucionales, evidenciándose asimismo, síntomas de severas limitaciones que atentan, contra la eficacia y celeridad de las actividades, como el emprendimiento de nuevos desafíos, orientados a lograr una mayor participación y relevancia, en el desarrollo de acciones en beneficio de niños y niñas que necesitan del Estado, para hacer efectivo el legítimo ejercicio de sus derechos”.
Críticas
La decisión de contratar personal en condiciones precarizadas en el Copnaf surge luego de las duras críticas que hicieran los profesionales del organismo, y que quedaron expuestas en sendas notas entregadas en julio al gobernador Urribarri y al ministro de Desarrollo Social (y ahora también de Salud), Carlos Ramos.
En ese texto se reprocha la política en materia de minoridad de la Provincia, y se sostiene que se advierte “la consolidación de una profunda brecha existente” entre lo que se anuncia, el relato, y lo que sucede en la práctica, publicó Análisis Digital.
Los trabajadores del Copnaf denunciaron al Gobierno una precaria asignación de los recursos en el organismo y un “desmantelamiento” de programas tendientes a evitar la internación en los hogares, como las cuidadoras en domicilio o la asignación de asistencias socioeconómicas a las familias, que, cuando se dan , llegan con un retraso de cuatro a seis meses.
“La modalidad de acogimiento familiar (familias que asumen de modo transitorio el cuidado de un niño o adolescente, cuando por razones extremas debe ser separado de su medio socio familiar de pertenencia) no se encuentra vigente a la actualidad, por lo cual en el caso extremo en el cual un niño/a deba ser incluido en un ámbito alterno al de su familia de origen (en resguardo de su integridad psicofísica) el único recurso restante es el institucional (residencia). Esto, contradice la legislación vigente”, señalaba aquel documento.
Ahora, el organismo que conduce Mercedes Solanas ha decidido suplir la falta de personal de un modo curioso: con contratos basura en el Estado.
La norma aclara expresamente que el personal que se contrate para cubrir esos “servicios críticos” no tendrá estabilidad, ya que se trata de un sistema de contratación transitoria para “reemplazar a agentes que presten funciones y revistan presupuestariamente en la planta permanente o temporaria en el Copnaf y que se encuentren en uso de algún tipo de licencia, franquicia o cargo vacante. El desempeño como suplente no genera derecho a la estabilidad ni a la carrera administrativa ni a la incorporación a la planta transitoria o permanente”.
El Copnaf justificó la conformación de ese sistema precarizado de contratación de trabajadores en la “necesidad de mantener una adecuada regularidad y continuidad en aquellos servicios con atención directa e inmediata de la población asistida, cuya prestación efectiva comprende horarios atípicos todos los días del año, recayendo el mayor esfuerzo en las funciones de Promotores de Derechos y Profesionales, destinados a esos dispositivos, lo cual ha puesto en crisis el mantenimiento del sistema, con serios riesgos de incumplimientos de los objetivos institucionales, evidenciándose asimismo, síntomas de severas limitaciones que atentan, contra la eficacia y celeridad de las actividades, como el emprendimiento de nuevos desafíos, orientados a lograr una mayor participación y relevancia, en el desarrollo de acciones en beneficio de niños y niñas que necesitan del Estado, para hacer efectivo el legítimo ejercicio de sus derechos”.
Críticas
La decisión de contratar personal en condiciones precarizadas en el Copnaf surge luego de las duras críticas que hicieran los profesionales del organismo, y que quedaron expuestas en sendas notas entregadas en julio al gobernador Urribarri y al ministro de Desarrollo Social (y ahora también de Salud), Carlos Ramos.
En ese texto se reprocha la política en materia de minoridad de la Provincia, y se sostiene que se advierte “la consolidación de una profunda brecha existente” entre lo que se anuncia, el relato, y lo que sucede en la práctica, publicó Análisis Digital.
Los trabajadores del Copnaf denunciaron al Gobierno una precaria asignación de los recursos en el organismo y un “desmantelamiento” de programas tendientes a evitar la internación en los hogares, como las cuidadoras en domicilio o la asignación de asistencias socioeconómicas a las familias, que, cuando se dan , llegan con un retraso de cuatro a seis meses.
“La modalidad de acogimiento familiar (familias que asumen de modo transitorio el cuidado de un niño o adolescente, cuando por razones extremas debe ser separado de su medio socio familiar de pertenencia) no se encuentra vigente a la actualidad, por lo cual en el caso extremo en el cual un niño/a deba ser incluido en un ámbito alterno al de su familia de origen (en resguardo de su integridad psicofísica) el único recurso restante es el institucional (residencia). Esto, contradice la legislación vigente”, señalaba aquel documento.
Ahora, el organismo que conduce Mercedes Solanas ha decidido suplir la falta de personal de un modo curioso: con contratos basura en el Estado.
DE LA REDACCIÓN
EL ARGENTINO/Agencia
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