La Brigada Especial Terrestre secuestró un vehículo de alta gama
La Brigada Especial Terrestre Sur, con asiento en Gualeguaychú, llevó adelante un procedimiento en la noche del martes, en el que secuestró un vehículo de alta gama.
Cuando personal de la mencionada Brigada realizaba un operativo de prevención sobre el tránsito vehicular en el Acceso Sur Padre Luis Jeannot Sueyro, detuvo la marcha de una camioneta Mitsubishi Montero, patente GZN 248, conducida por un hombre de 45 años domiciliado en Capital Federal.
Al conductor se le requirió su documental personal y del vehículo, comprobando con sorpresa que carecía de su DNI, algo muy raro teniendo en cuenta que llegaba a Entre Ríos en calidad de turista.
Lo que sí tenía era el carnet de conductor vigente, y también presentó la Cédula de Identificación del Automotor -tarjeta azul-, que lo autorizaba a conducir el rodado perteneciente a una firma comercial.
Es allí donde el brigadista que estaba a cargo de la constatación observó que el documento público evidenciaba una clara adulteración, lo que hizo que fuera expuesto a los controles de la luz ultravioleta, detectando además como anomalía que no poseía los hologramas de seguridad en su parte donde figuran estampados los números de control de la tarjeta, resultando por ende claramente apócrifa.
Con estas evidentes irregularidades, mediante el sistema informático móvil se consultó a la página de la Dirección del Registro Nacional Propiedad Automotor, sobre cuál era la titularidad y personas autorizadas a manejar la costosa unidad automotriz, estableciéndose que no poseía ninguna tarjeta azul extendida, evidenciado que transitaba en forma ilegal.
Para darle un marco de mayor precisión en el procedimiento se le pidió intervención a la División Criminalística de la Jefatura Departamental, que corroboró lo ilegal del documento cuestionado.
Al conductor se le requirió su documental personal y del vehículo, comprobando con sorpresa que carecía de su DNI, algo muy raro teniendo en cuenta que llegaba a Entre Ríos en calidad de turista.
Lo que sí tenía era el carnet de conductor vigente, y también presentó la Cédula de Identificación del Automotor -tarjeta azul-, que lo autorizaba a conducir el rodado perteneciente a una firma comercial.
Es allí donde el brigadista que estaba a cargo de la constatación observó que el documento público evidenciaba una clara adulteración, lo que hizo que fuera expuesto a los controles de la luz ultravioleta, detectando además como anomalía que no poseía los hologramas de seguridad en su parte donde figuran estampados los números de control de la tarjeta, resultando por ende claramente apócrifa.
Con estas evidentes irregularidades, mediante el sistema informático móvil se consultó a la página de la Dirección del Registro Nacional Propiedad Automotor, sobre cuál era la titularidad y personas autorizadas a manejar la costosa unidad automotriz, estableciéndose que no poseía ninguna tarjeta azul extendida, evidenciado que transitaba en forma ilegal.
Para darle un marco de mayor precisión en el procedimiento se le pidió intervención a la División Criminalística de la Jefatura Departamental, que corroboró lo ilegal del documento cuestionado.
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