Evocación
Por Darío Carrazza (*)
Recientemente nos han dejado tres escritores de esta ciudad con quienes tuve el privilegio de compartir largas y numerosas tertulias en el grupo Gente de Letras.
Me refiero a Ada Galeta, Enrique Ángel Piaggio y Beatriz Carmona de Jurado.
Cuando volví de la Facultad, en los ochenta, me acerqué a este grupo en el que participé muchos años, y al que pertenecían también dos entrañables ausentes que guardo en el corazón: Colola Arigós y Chita Grané.
Sépanme disculpar que omita una mención exhaustiva, pero es que no me querría olvidar de ninguno y los integrantes de Gente de Letras fueron muchos y todos igualmente indignos del olvido.
Por eso he preferido evocarlos en este poema.
Soneto
¿Adónde irán las páginas aladas
que nos dictó la vida como un libro?
¿Adónde irán las tardes, los amigos
que fueron todo y ya no son nada?
¿Adónde los abrazos que me daba
al despertar mi madre siendo niño,
los ojos de mi padre, los abismos
que desafiamos frente a toda cábala?
El amor de los seres más queridos,
el sabor de las cosas más amadas,
ese cariño que ayer fue infinito
y hoy parece atrapado en las palabras,
no se pueden marchar a ningún sitio.
Se quedan con nosotros... en el alma.
(*) Darío Carrazza es abogado y escritor. Autor del libro de poemas El Punto, del ensayo Plaza de Muerte y de la comedia musical Estaremos Aquí - La Fundación.
Me refiero a Ada Galeta, Enrique Ángel Piaggio y Beatriz Carmona de Jurado.
Cuando volví de la Facultad, en los ochenta, me acerqué a este grupo en el que participé muchos años, y al que pertenecían también dos entrañables ausentes que guardo en el corazón: Colola Arigós y Chita Grané.
Sépanme disculpar que omita una mención exhaustiva, pero es que no me querría olvidar de ninguno y los integrantes de Gente de Letras fueron muchos y todos igualmente indignos del olvido.
Por eso he preferido evocarlos en este poema.
Soneto
¿Adónde irán las páginas aladas
que nos dictó la vida como un libro?
¿Adónde irán las tardes, los amigos
que fueron todo y ya no son nada?
¿Adónde los abrazos que me daba
al despertar mi madre siendo niño,
los ojos de mi padre, los abismos
que desafiamos frente a toda cábala?
El amor de los seres más queridos,
el sabor de las cosas más amadas,
ese cariño que ayer fue infinito
y hoy parece atrapado en las palabras,
no se pueden marchar a ningún sitio.
Se quedan con nosotros... en el alma.
(*) Darío Carrazza es abogado y escritor. Autor del libro de poemas El Punto, del ensayo Plaza de Muerte y de la comedia musical Estaremos Aquí - La Fundación.
Este contenido no está abierto a comentarios