Ana Borzone: “La escuela de hoy está condenando a los chicos pobres a ser analfabetos”
La especialista en educación, cuyo método se está aplicando en Mendoza y San Luis con grandes resultados, sostiene que “no se puede adjudicar a la pobreza la responsabilidad de que los niños no aprendan” y denuncia “la gran estafa educativa de no enseñarles a leer y escribir y luego dejarlos
Ana Borzone lleva años investigando en educación y con otros colegas ha formado un equipo y ha desarrollado un proyecto “Queremos aprender” que demuestra que, si los niños no aprenden es porque no se les enseña la lectoescritura de modo sistemático, como históricamente hacía la escuela argentina, lo que le valió la calidad y el prestigio que por años tuvo. A la vez, apunta contra la adherencia irracional al método de la psicogénesis, implantado en los años 80, que ya ha demostrado ampliamente no sólo su ineficacia sino los efectos secundarios negativos que tiene.
Borzone, es doctora en Letras y ex investigadora del CONICET, hace un duro diagnóstico de la situación -”la escuela de hoy es una fábrica de analfabetos”- pero a la vez explica que la solución está al alcance de todos. Y desde 2016 lo demuestra aplicando su proyecto en Mendoza. El año pasado también se sumó San Luis, con un desarrollo modélico de la experiencia del que Bornoze dice estar “enamorada”. Son todos distritos cuyas autoridades han entendido que la educación debe ser más que un título, o un discurso de campaña. Que lo verdaderamente prioritario y estratégico es asegurar que todos los niños estén alfabetizados desde primer grado.
— En estos días de campaña varios precandidatos a la presidencia firmaron un compromiso por la alfabetización, es decir, enseñar a leer y escribir a los chicos, como prioridad de su gestión. Llama la atención que haya que prometer eso cuando se supone que es una función educativa básica. ¿A qué punto hemos llegado que tenemos que pedir que por favor se les enseñe a leer y escribir a los chicos en la escuela?
— Hemos llegado a un deterioro total. Total y absoluto. Nuestros chicos no aprenden a leer y escribir en primer grado como tiene que ser. Y ese es otro punto, la gran estafa educativa. La gran estafa educativa se llama unidad pedagógica. No, los chicos todos pueden aprender a leer y a escribir en 1er grado. Y eso es lo que consiguió la escuela pública, laica y gratuita que creó Sarmiento.
— Unidad pedagógica significa considerar a primero y segundo grado como un ciclo.
— Claro, es un ciclo y los chicos pueden aprender en algún momento. Se espera que por arte de magia los chicos aprendan a leer y escribir. Cosa que no sucede y que, desde hace años, nos muestran las evaluaciones: año tras año el resultado es cada vez peor.
— Se insiste sin embargo con el método que para ustedes es responsable de esto.
— Se insiste con la misma metodología que se implantó a fines de la década del 80, que se consolida en los 90, que es la psicogénesis de la escritura, que plantea que los chicos aprenden por descubrimiento. Es decir, deben descubrir el sistema de escritura. Los colocamos en una situación de tener que descubrir de nuevo el fuego y la rueda. No, el sistema de escritura es un invento y un gran avance de la humanidad y como todo avance de la humanidad debe ser enseñado. Porque no tenemos predisposiciones genéticas para leer y escribir. Entonces tiene que ser enseñado y de forma sistemática. Cosa que se dejó de hacer. Se dejó de enseñar a leer y a escribir. ¿De qué manera se dejó de enseñar a leer y a escribir? Ya no se enseñan las correspondencias entre sonido y letra. Ya no se enseña vocabulario. Ya no se enseñan estrategias de comprensión de textos. Ya no se enseñan estrategias para escribir textos. Los chicos prácticamente no escriben textos. ¿Qué genera esta falta de aprendizaje inicial? Un desfasaje. Una bola de nieve, cada día aprenden menos, menos, menos. A la inversa, los que aprendieron en primer grado, cada día aprenden más, más y más.
— Sí, porque la lectura y la escritura son la herramienta básica. Dicen que les van a enseñar habilidades a los chicos. ¿Cómo se le enseña habilidades o materias a alguien que no puede leer un texto y entenderlo?
— No se puede, es imposible. Por eso los chicos fracasan. Por eso hay cada vez más chicos que abandonan el secundario. ¿Y cuál es la otra estafa? Dejarlos pasar. Dejarlos pasar sin que aprendan para hacer como si…, como si hubieran aprendido. Pero eso está perjudicando la vida de esos chicos y el futuro de nuestro país. Se está provocando mucho daño en los chicos porque esto atenta contra el desarrollo cognitivo, contra el desarrollo del cerebro, contra lo que pueden aprender.
— Hasta las habilidades manuales, porque ni siquiera manejan bien la birome.
— No manejan bien el lápiz. Porque se dejó de enseñar todo. Los chicos tienen que desarrollar motricidad fina. Aprender a tomar el lápiz correctamente y eso desde el jardín. Ya en jardín tienen que trabajar muchísimo la oralidad. Si a los chicos no les enseñamos a relatar, a explicar, no les enseñamos a describir, a argumentar, no aprenden por ósmosis.
— Es increíble que los chicos puedan atravesar la escuela sin aprender. Por ejemplo, Carlos Tévez, que por su edad debe haber cursado en los 90, decía: “Yo cursé hasta 8° grado y no sabía leer, tuve que aprender a leer de grande”. Salió analfabeto de la escuela. Esto se vincula con el argumento de la pobreza, que surge siempre cuando alguien cuestiona el facilismo de dejarlos pasar de grado sin haber adquirido los conocimientos necesarios. No se puede discriminar. Pero esto esconde en realidad el prejuicio de que los chicos pobres no pueden aprender a leer y a escribir o que les cuesta más que a otros.
— Bueno, los datos invalidan totalmente ese prejuicio. La primera investigación que yo hice, el primer programa que elaboré para enseñar a leer y a escribir a los chicos desde jardín, lo implementé en un grupo de chicos de 5 años que provenían de una villa de emergencia. Para evaluar los resultados, les tomé 18 pruebas, y también las mismas pruebas a un grupo control de chicos de nivel socioeconómico medio, al comenzar la experiencia y al terminar. Al comenzar, estos chicos de la villa se desempeñaban muy por debajo de los otros. Sin embargo, a través de un trabajo muy sistemático, que planificábamos todos los días con la maestra a lo largo de todo el año. el resultado fue que estos niños llegaron a desempeñarse en oralidad por ejemplo mejor que los de nivel socioeconómico medio. El 70% escribía textos al finalizar la sala de 5. Casi no omitían letras. Habían aprendido ortografía. Usaban puntuación. Y estoy hablando de chicos de la pobreza urbana más dura. Y sin embargo habían aprendido. Están las pruebas publicadas con todos estos datos, cómo escribieron esos textos, cómo desarrollaron habilidades cognitivas. Es decir, no pueden adjudicarle a la pobreza la responsabilidad por el hecho de que los chicos no aprendan a leer ni a escribir.
— Es condenarlos a una doble pobreza porque la escuela, que está justamente para igualar, para darles a esos chicos la oportunidad que no podrían darles sus padres si no existiera el Estado para hacerlo, en cambio los defrauda. Los estafa.
— La escuela los estafa y está incrementando la brecha. La brecha cada vez es más grande. Porque en las casas de padres que saben leer y escribir, los padres enseñan, los padres apoyan; a muchos chicos los padres ya es enseñan a leer y a escribir a los 5 años. La escuela hoy está condenando a los chicos de la pobreza a ser analfabetos. Es una fábrica de analfabetos y una fábrica de disléxicos. Es decir, genera dificultades, que los chicos no deberían tener.
— ¿Dislexia?
— Dificultad para aprender las correspondencias. Porque esta metodología no enseña las correspondencias.
— No enseña que la “A” es “A”.
— Claro, no enseña de modo sistemático que el sonido “A” está representado por la letra “A”. Al no enseñar las correspondencias lo que genera es un patrón de dislexia. De hecho, me han convocado de los hospitales de la Ciudad de Buenos Aires precisamente para hablar de este tema, porque les llegan muchísimos chicos con un diagnóstico de dislexia que no son disléxicos; lo que sucede es que no se enseña en los primeros grados en forma sistemática a leer y a escribir. Todos los chicos pueden aprender a leer y a escribir en primer grado.
— Entre 4 y 6 meses toma aprender a leer y a escribir.
— Porque en español es muy fácil aprender. Es mucho más fácil aprender a leer y a escribir en español que en inglés o en francés. Y sin embargo nuestros chicos no aprenden. Y durante 30 años observamos que no aprenden y no hacemos nada. Nada. Hasta el 2016 no se ha hecho en el país para cambiar esta situación.