Pedro Luis Barcia será el nuevo presidente de la Academia Nacional de Educación
El copoblano Pedro Luis Barcia fue designado como presidente de la Academia Nacional de Educación y simultáneamente ocupará la presidencia de la Academia Nacional de la Lengua. Dos sitiales, que no son tronos sino espacios de trabajo esencial para que la cultura esté al alcance de todos.
“De esta nueva designación me enteré el martes pasado estando en Perú. Un compañero de la Academia de Educación me llamó y me anotició que en sesión plenaria me eligieron para suceder a (Horacio) Sanguinetti”, confío ayer Barcia en diálogo telefónico con EL ARGENTINO.
El cargo lo asumirá en junio y hasta entonces continuará como vicepresidente primero de esa entidad, pero ya está trabajando en el diseño de los cambios que implementará en su nueva gestión.
“Pensamos cambiar la estructura del Boletín de la Academia, que actualmente es más de revista y lo haremos en un formato similar al libro”, indicó.
Pero los proyectos más ambiciosos pasan por consolidar el carácter federal de la Academia y para ello realizarán muchas actividades en el llamado interior del país.
“El proyecto es realizar giras académicas por las distintas provincias y exponer sobre diferentes temas vinculados con la Edcuación. La idea es tener una actividad más presente en el interior y para solventar esos costos ahora contamos con el respaldo de la empresa Intel”, indicó y anticipó que a él le tocará la Patagonia. “Mi expedición al Sur será, básicamente, para difundir la enseñanza de la lengua y los recursos electrónicos en la educación, que es el gran desafío que se debe asumir para el desarrollo”, ejemplificó.
Otro aspecto relevante que marcará su gestión es que las distintas Comisiones de la Academia se dedicarán a producir más documentos. “Y algo que nos desvela es contribuir a una mejor formación docente. Observamos un gran deterioro, un retraso en la formación docente. Y si queremos mejorar la Educación, la actualización en la alfabetización electrónica es un paso que no se debe soslayar, porque hoy por hoy los maestros están en inferioridad de condiciones frente a sus alumnos”.
Barcia también refirió que otro aspecto que privilegiarán será el de las vinculaciones con los medios de comunicación social, profundizando lo que ya se viene realizando en otros campos y soportes como el Canal de la Academia, entre otras iniciativas.
Más allá de los cambios, Barcia aseguró que todo se hará con el espíritu fundacional de la Academia: “Pensar y repensar la educación”.
“Esto es fundamental, porque toda continuidad de la Academia debe remitirse a ese lema”, expresó.
La Academia
La Academia Nacional de Educación se fundó en 1984, más precisamente el 22 de abril. Ese día se constituyó como entidad civil y fue creada a instancias de Avelino Porto y Gilda Lamarque de Romero Brest. Junto a ellos, sus primeros miembros fueron Antonio Francisco Salonia, Héctor Félix Bravo, Alfredo Manuel van Gelderen y Luis Ricardo Silva. Desde entonces ha garantizado la pluralidad y la diversidad.
La otra fecha clave de esta institución es el 27 de junio de 1989, cuando el ministro de Educación y Justicia de la Nación, José Gabriel Dumón, resolvió reconocer e incluir dentro del régimen de Academias Nacionales del decreto-ley 4.362/55 a la Asociación Civil Academia de Educación.
Barcia será su próximo presidente. Pero como todo educador, él siempre se remite a sus primero maestros. “Mi maestra de primaria en la Escuela Normal “Olegario Víctor Andrade” era la señorita Blanca Joray de Grané. Ella me enseñó la importancia de la lectura”.
“En rigor, no fui al jardín de infantes e ingresó directamente a primer grado porque ya sabía leer y escribir. Esa primera enseñanza la adquirí en los de las hermanas Ermelo. Pero fue la señorita Blanca de Grané quien me dio la importancia de la lectura”, referencia Barcia quien también es presidente de la Academia Nacional de la Lengua.
“En muchas disertaciones académicas muchas veces introduzco lo que ella me enseñó. Al llegar a un punto de la lectura, teníamos que levantar la mirada hacia el frente. Con los años me di cuenta que en realidad nos había enseñado que todo texto debe referirse a un contexto. Del texto a la circunstancia y regresar al texto. Por eso la lectura es un diálogo entre el texto y la realidad”.
Como presidente de la Academia Nacional de Educación, Barcia adelantó que pondrán mucho esfuerzo para que se vuelva a jerarquizar al maestro. “Cuando Manuel Belgrano hizo el reglamento general de Escuelas, sostuvo que el maestro debía sentarse al lado del gobernador. Esa era la jerarquía, la autoridad social del maestro. Hoy está todo divorciado, deteriorado y hay que regresar a ese paradigma”.
“Es que el maestro es un complemento del rol educador del padre. Lamentablemente, hoy muchos padres no lo entienden y distorsionan todo. Por eso urge que el padre vuelva a respaldar al maestro”.
Las actuales autoridades
En junio Pedro Luis Barcia asumirá la presidencia de la Academia Nacional de Educación.
Actualmente, sus autoridades son: Horacio Sanguinetti (presidente). El propio Barcia como vicepresidente primero. Pedro Simoncini, vicepresidente segundo. Horacio Alcídes O'Donnell como secretario. María Celia Agudo de Córsico, prosecretaria. Marcelo J. Vernengo, tesorero. Marta Beatriz Royo, protesorera. Como vocales se encuentran Alberto C. Taquini (h), Antonio Francisco Salonia y Luis Ricardo Silva. Como revisor de Cuentas Jorge R. Vanossi y revisor de cuentas suplente, Alberto Raúl Dallo.
Además, la Academia posee miembros de Número, que son los que contribuyen con su producción científica al cumplimiento de los objetivos de la institución, además de asistir con regularidad a las sesiones y desempeñar las comisiones y efectuar los estudios que le sean encomendados.
También están los miembros Correspondientes, que son aquellos residentes en las provincias o en el extranjero que poseen “méritos sobresalientes para representar a la institución en el lugar de su residencia” y los de Eméritos, que son los miembros de Número que por su edad, estado de salud u otras causas estén imposibilitados de participar en las actividades regulares de la Academia.
El cargo lo asumirá en junio y hasta entonces continuará como vicepresidente primero de esa entidad, pero ya está trabajando en el diseño de los cambios que implementará en su nueva gestión.
“Pensamos cambiar la estructura del Boletín de la Academia, que actualmente es más de revista y lo haremos en un formato similar al libro”, indicó.
Pero los proyectos más ambiciosos pasan por consolidar el carácter federal de la Academia y para ello realizarán muchas actividades en el llamado interior del país.
“El proyecto es realizar giras académicas por las distintas provincias y exponer sobre diferentes temas vinculados con la Edcuación. La idea es tener una actividad más presente en el interior y para solventar esos costos ahora contamos con el respaldo de la empresa Intel”, indicó y anticipó que a él le tocará la Patagonia. “Mi expedición al Sur será, básicamente, para difundir la enseñanza de la lengua y los recursos electrónicos en la educación, que es el gran desafío que se debe asumir para el desarrollo”, ejemplificó.
Otro aspecto relevante que marcará su gestión es que las distintas Comisiones de la Academia se dedicarán a producir más documentos. “Y algo que nos desvela es contribuir a una mejor formación docente. Observamos un gran deterioro, un retraso en la formación docente. Y si queremos mejorar la Educación, la actualización en la alfabetización electrónica es un paso que no se debe soslayar, porque hoy por hoy los maestros están en inferioridad de condiciones frente a sus alumnos”.
Barcia también refirió que otro aspecto que privilegiarán será el de las vinculaciones con los medios de comunicación social, profundizando lo que ya se viene realizando en otros campos y soportes como el Canal de la Academia, entre otras iniciativas.
Más allá de los cambios, Barcia aseguró que todo se hará con el espíritu fundacional de la Academia: “Pensar y repensar la educación”.
“Esto es fundamental, porque toda continuidad de la Academia debe remitirse a ese lema”, expresó.
La Academia
La Academia Nacional de Educación se fundó en 1984, más precisamente el 22 de abril. Ese día se constituyó como entidad civil y fue creada a instancias de Avelino Porto y Gilda Lamarque de Romero Brest. Junto a ellos, sus primeros miembros fueron Antonio Francisco Salonia, Héctor Félix Bravo, Alfredo Manuel van Gelderen y Luis Ricardo Silva. Desde entonces ha garantizado la pluralidad y la diversidad.
La otra fecha clave de esta institución es el 27 de junio de 1989, cuando el ministro de Educación y Justicia de la Nación, José Gabriel Dumón, resolvió reconocer e incluir dentro del régimen de Academias Nacionales del decreto-ley 4.362/55 a la Asociación Civil Academia de Educación.
Barcia será su próximo presidente. Pero como todo educador, él siempre se remite a sus primero maestros. “Mi maestra de primaria en la Escuela Normal “Olegario Víctor Andrade” era la señorita Blanca Joray de Grané. Ella me enseñó la importancia de la lectura”.
“En rigor, no fui al jardín de infantes e ingresó directamente a primer grado porque ya sabía leer y escribir. Esa primera enseñanza la adquirí en los de las hermanas Ermelo. Pero fue la señorita Blanca de Grané quien me dio la importancia de la lectura”, referencia Barcia quien también es presidente de la Academia Nacional de la Lengua.
“En muchas disertaciones académicas muchas veces introduzco lo que ella me enseñó. Al llegar a un punto de la lectura, teníamos que levantar la mirada hacia el frente. Con los años me di cuenta que en realidad nos había enseñado que todo texto debe referirse a un contexto. Del texto a la circunstancia y regresar al texto. Por eso la lectura es un diálogo entre el texto y la realidad”.
Como presidente de la Academia Nacional de Educación, Barcia adelantó que pondrán mucho esfuerzo para que se vuelva a jerarquizar al maestro. “Cuando Manuel Belgrano hizo el reglamento general de Escuelas, sostuvo que el maestro debía sentarse al lado del gobernador. Esa era la jerarquía, la autoridad social del maestro. Hoy está todo divorciado, deteriorado y hay que regresar a ese paradigma”.
“Es que el maestro es un complemento del rol educador del padre. Lamentablemente, hoy muchos padres no lo entienden y distorsionan todo. Por eso urge que el padre vuelva a respaldar al maestro”.
Las actuales autoridades
En junio Pedro Luis Barcia asumirá la presidencia de la Academia Nacional de Educación.
Actualmente, sus autoridades son: Horacio Sanguinetti (presidente). El propio Barcia como vicepresidente primero. Pedro Simoncini, vicepresidente segundo. Horacio Alcídes O'Donnell como secretario. María Celia Agudo de Córsico, prosecretaria. Marcelo J. Vernengo, tesorero. Marta Beatriz Royo, protesorera. Como vocales se encuentran Alberto C. Taquini (h), Antonio Francisco Salonia y Luis Ricardo Silva. Como revisor de Cuentas Jorge R. Vanossi y revisor de cuentas suplente, Alberto Raúl Dallo.
Además, la Academia posee miembros de Número, que son los que contribuyen con su producción científica al cumplimiento de los objetivos de la institución, además de asistir con regularidad a las sesiones y desempeñar las comisiones y efectuar los estudios que le sean encomendados.
También están los miembros Correspondientes, que son aquellos residentes en las provincias o en el extranjero que poseen “méritos sobresalientes para representar a la institución en el lugar de su residencia” y los de Eméritos, que son los miembros de Número que por su edad, estado de salud u otras causas estén imposibilitados de participar en las actividades regulares de la Academia.
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